Este es uno de los pueblos más tranquilos cerca de Ferrol, perfecto para visitar en un día
En las comarcas de Ferrolterra, Eume y Ortegal reinan los pequeños pueblos tranquilos y con un particular encanto que brillan aún más por ocupar una de las áreas menos masificadas de la provincia de A Coruña. Estos concellos del norte son perfectos si buscas tranquilidad y naturaleza, lejos del ajetreo de las grandes ciudades.
Uno de ellos es Mañón, en la comarca del Ortegal, a unos 70 kilómetros de distancia desde la ciudad naval y a unos 115 kilómetros de A Coruña. Forma una estrecha y larga franja de terreno entre las provincias de Lugo y A Coruña ocupando la vertiente occidental del río Sor, que marca el límite entre ambas provincias. Al este limita con los municipios lucenses de O Vicedo y Ourol, al oeste con el de Ortigueira y al sur con el de As Pontes y Muras.
Este escondido pero encantador municipio costero, con una población aproximada de 1.300 habitantes, sorprende a los visitantes con impresionantes lugares perfectos para hacer una escapada e inyectarse una buena dosis de calma y paisajes inigualables.
Es uno de los municipios menos conocidos de Galicia y tiene cinco parroquias: Bares, Grañas del Sor, Mañón, Mogor y Las Riberas del Sor, todas ellas con gran riqueza natural, paisajística y cultural. En los puertos de Bares y O Barqueiro, ambas villas marineras, puedes hacer un alto en tu visita para tomar algo mirando al mar.
En Bares encontrarás el Cabo de Estaca de Bares, considerado como el punto más septentrional de la península ibérica. Enmarcado en un impresionante entorno con imponentes acantilados, este cabo constituye un estupendo observatorio ornitológico al que acuden expertos de todo el mundo. De hecho, algunos años, entre los meses de agosto y noviembre, se llegan a contar más de 100.000 ejemplares, lo que lo convierte en uno de los mejores puntos de observación de aves de Europa.
Una vez en esta parroquia no te puedes perder el Faro de Estaca de Bares, que preside el emplazamiento de Ventureiro, un montículo que configura la conocida Punta de la Estaca de Bares. Este faro, uno de los pocos aún con farero, establece el límite entre dos aguas: por una parte —y a su izquierda— está el Atlántico y por otra — a su derecha— las aguas del Cantábrico. Está situado a más de 90 metros sobre el nivel del mar y tiene un alcance de 35 millas.
En este enclave único encontrarás también restos de la antigua Estación Base Americana, en estado de abandono desde 1991. Al lado de estas ruinas hay un camino que baja por el acantilado y llega hasta el conjunto de molinos de agua de Bares. Además, por la carretera que llega hasta él podrás parar en el hotel de natureza Semáforo de Bares para disfrutar de impresionantes vistas y, si te quedas a dormir, amanecer en este lugar único. Si estás por esta zona y tienes tiempo ve a visitar la playa de Bares.
En el puerto de O Barqueiro (en la parroquia de Mogor), donde desemboca el río Sor formando la ría de este lugar, encontrarás la playa, donde las casas se acercan al amplio arenal, y un precioso paseo con tres puentes, uno de ellos de hierro, ahora peatonal y declarado Bien de Interés Cultural.
El paseo para llegar hasta él es una auténtica delicia, y desde allí podrás ver a lo lejos las casitas del puerto O Barqueiro, donde los días 8 y 9 de diciembre te espera una nueva edición de la Fiesta del Marisco da ría do Barqueiro, con bandejas de producto variado a 20 euros.
Además, la playa de O Barqueiro, la de Esteiro, es un lugar impresionante para pasar un día soleado, cuenta con un área recreativa, un parque infantil y un precioso pinar. En O Barqueiro encontrarás también la playa de Vilela y si prefieres una fluvial la tienes en Segade, en la parroquia de Mañón.
Por su parte, las parroquias de Grañas del Sor, Mañón y Las Riberas del Sor son delicadamente recorridas por el precioso río Sor, que nace en Ambosores. A su paso encontrarás multitud de opciones para hacer rutas de senderismo de dificultad variada que puedes consultar al detalle en este enlace y algunos refugios.
El enorme potencia turístico de Mañon se debe a las envidiables condiciones de conservación del medio natural que rodea este pequeño municipio, donde se esconden bellos e inigualables rincones aún desconocidos para mucha gente.
