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Creedence Rock Bar: mucha cerveza y buena música para los días de fútbol en A Coruña

La cervecería de los hermanos Víctor y Diego Rama es ya uno de los clásicos de los alrededores del estadio de Riazor
Diego y Víctor Rama, de la Creedence Rock Bar
Picado
Diego y Víctor Rama, de la Creedence Rock Bar
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Hace casi dos años que Víctor y Diego Rama cogieron las riendas de la Creedence Rock Bar. Un local ya clásico en la calle Manuel Murguía cuya gasolina es una mezcla perfecta entre cerveza y buena música.

Ramón, el anterior dueño, les dejó el local con una condición: que la Creedence siguiese siendo eso, la Creedence. Hubo trato y las previas de los partidos en Riazor siguen sonando a rock and roll gracias a Víctor y Diego, que regentó durante años El 21, otro de los clásicos de la zona. "Cuando surgió la oportunidad, ni nos lo pensamos", comentan.

Hubo que acostumbrar a los clientes a las nuevas caras tras la barra. A todas menos a una. "Mantuvimos a la camarera y durante meses la saludaban más a ella que a nosotros, que somos los dueños", bromean. Ambos cuentan a Quincemil los secretos de este bar cervecero y rockero que puede "ayudarte a salir del deporte".

Keep on rockin'

¿Cómo ha ido estas semanas tras la reapertura?

Víctor: Fuimos de los que decidimos volver el primer día que pudimos. Está claro que el interior del local todavía no se ha recuperado, pero tuvimos la suerte de que la comunidad de vecinos nos cedió espacio fuera para poder poner más mesas y tener una terraza amplia. Lo que sí que no ha bajado es el consumo de cerveza.

¿Cuál es el origen de este local?

Diego: Cuando nosotros lo cogimos ya llevaba como Creedence nueve años. Antes se llamaba Las Jarras, por las jarras de cerveza que tiene de decoración. Después Ramón, el anterior dueño, le dio su toque Creedence, con música y motos.

Víctor: Cuando entramos nosotros, le dimos una pequeña vuelta, pero no tocamos mucho. Los instrumentos musicales son nuestros, de amigos que tocan. Hay algún que otro detalle más.

¿No pensasteis en cambiar el nombre o el estilo?

Víctor: De hecho, una de las condiciones que nos puso Ramón fue que se mantuviese su esencia. Estaba preocupado por que viniese alguien y le desmontase el local. Nosotros no queríamos eso. Nuestra única preocupación fue sacar a Ramón de la barra y meternos nosotros. Como también nos va el mismo rollo, no fue difícil.

Diego: De hecho, Ramón lo dejó el 30 de noviembre y nosotros entramos el 1 de diciembre. No hizo falta hacer mucho.

¿Cómo fueron aquellos primeros meses?¿La gente se sorprendió mucho con el cambio de dueños?

Víctor: Todavía hoy en día pasa. Hay gente que viene y dice: "Yo paro mucho aquí y nunca os había visto". Eso significa que hace casi dos años que no venía por la Creedence.

Diego: Fueron una locura. Yo llevaba ocho años en El 21 trabajando muy bien. Era un local muy pequeño, en el que casi siempre estaba yo solo. Fue llegar aquí y recuerdo que en el primer partido del Dépor batimos el record de los ocho años en El 21. Y era en un horario malo.

"Fue llegar aquí y recuerdo que en el primer partido del Dépor batimos el record de los ocho años en El 21"

Diego Rama

Una parte de vuestros clientes proceden precisamente de los partidos del Dépor en Riazor.

Diego: Lo que pasa es que somos un local donde siempre está sonando música. Es algo que no hay por aquí. Ahora es algo diferente, porque la gente está toda fuera, pero es nuestra esencia.

Víctor: Aquí los días de fútbol es una locura. Hubo un día que vendimos 1.200 cervezas frías para un partido. Empezamos a las 12 de la mañana y acabamos a las dos de la madrugada. Se nos acabaron y empezamos a poner cañas. Hubiésemos podido vender el doble.

¿Cómo se viven esos días de partido desde dentro de la barra?

Víctor: Tenemos la suerte de tener dos ventanas desde las que servir a la gente que está en la calle. Solemos estar tres personas en la barra y mi hermano en la otra ventana con un grifo de cerveza y una nevera con Estrellas.

¿Qué otros días fuertes tiene la Creedence?

Víctor: Nos gusta poner música en directo. Una vez al mes traemos a alguien a tocar un sábado, y suele haber bastante ambiente. Tenemos trato con todas las salas de conciertos de A Coruña. Por eso decidimos no hacer más conciertos hasta que ellos no los puedan hacer de manera habitual.

Diego: Somos un local pequeño, aquí solo vienen bandas de andar por casa. De hecho, los conciertos son de 21.00 a 23.00. Ni una nota fuera de ese horario. Así nos evitamos molestar a la gente. Ahora, tras la pandemia, es impensable hacerlo.

El buque insignia del local es la cerveza. ¿Cuántas variedades tenéis?

Diego: Unas treinta, pero se van cambiando. De cerveza industrial solo tenemos las de la Estrella. Tenemos nuestra propia marca de cerveza, obra de Galician Brew. Se vende muchísimo y está muy buena. Durante el confinamiento, vendimos muchas a través de la página web, donde creamos una tienda.

Llaman la atención a simple vista las jarras metálicas de cerveza.

Víctor: Son de clientes. Tienen su persona asignada y cuando vienen les servimos lo que pidan ahí. Le dan un rollito al bar.

La música es otro de los referentes del local.

Víctor: Tenemos un gusto similar. Bajamos un par de números en la intensidad, pasando al rock and roll más clásico. Aquí te encuentras a todo tipo de clientes que vienen por ese ambiente que tenemos. Estamos contentos porque hemos recuperado a gente que había dejado de venir.

"Tenemos trato con todas las salas de conciertos de A Coruña. Por eso decidimos no hacer más conciertos hasta que ellos no los puedan hacer de manera habitual"

Víctor Rama

¿Qué ofrecéis desde la cocina?

Víctor: Tenemos una cocina muy cervecera. No tenemos grandes guisos, ni chuletones. Tenemos alitas de pollo, croquetas... De hecho tenemos unas croquetas sin gluten y sin lactosa. Tenemos también quesos y embutidos. No es un local al que ir solo a cenar, pero tenemos variedad para acompañar una buena cerveza.

¿Hay alguna anécdota que os venga a la memoria?

Diego: El primer día que pudimos abrir, Víctor desarrolló un decálogo de cosas que había que cumplir para mantener el local higienizado y en orden. Esa lista, que publicamos en redes sociales, la leyeron muchos médicos del CHUAC, que le dieron su visto bueno y se animaron a venir por nuestras medidas.

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Posted by Creedence Rock Bar on Friday, August 7, 2020

¿Cómo fue la etapa del confinamiento?

Víctor: Tuvimos mucha suerte. Tenemos que agradecer al dueño del local su ayuda durante esos meses. Pudimos llevarlo bien. De hecho, la tienda que abrimos online nos sirvió para seguir vendiendo cervezas.

Diego: Nos cogió el cierre el fin de semana previo al partido ante el Sporting de Gijón. Teníamos 90 cajas de cerveza listas para vender, así que gracias a la tienda y nuestros clientes habituales fuimos dándole salida.

¿Cómo va a ser la Creedence en el futuro?

Víctor: Cambiar, va a cambiar poco. Tenemos tres o cuatro ideas en la cabeza. Queremos ser una cervecería profesionalizada, importante. La esencia tiene que ser la misma. Cuando éramos clientes, ya nos gustaba, y ahora todavía más.

Como buenos hosteleros

¿Una cerveza favorita?

Víctor: La Creedence, la nuestra. Sin duda.

Diego: Los chicos de Galician Brew hacen un gran trabajo y se vende muchísimo.

¿Una banda de música?

Víctor: Creedence Clearwater Revival. ¿Responderemos a todo igual? (Risas).

Diego: Da nombre al local y suele sonar bastante.

¿Algo para picar mientras os tomáis una Creedence y escucháis la inconfundible voz de John Fogerty?

Víctor: Nuestras croquetas de pulpo. Están riquísimas.

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