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La inflación obliga a las familias gallegas a apretarse el cinturón en la vuelta al cole

La subida del precio del papel es el indicador que más está afectando a la hora de comprar libros y material escolar
Una niña de camino al colegio.
Una niña de camino al colegio.
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Con septiembre a la vuelta de la esquina, muchas familias ya comienzan a hacer cuentas para ver cómo afrontarán la vuelta al cole este año. La inflación afecta a algunos de los materiales imprescindibles para este curso que se presenta marcado por el ahorro.

De acuerdo con los datos de la encuesta de gasto escolar de la OCU en el 2021, las familias gastan aproximadamente por estudiante unos 2.000 euros, pero los presupuestos varían según varios factores. Los hijos que atienden colegios públicos por ejemplo apenas suponen un desembolso total de 1.000 euros, mientras que los padres que envían sus niños a instituciones privadas disparan los costes a más de 6.000 anuales. En Galicia, según la encuesta, los progenitores gastan una media de 1.125 euros por niño.

Este año, de acuerdo con varios estudios de mercados, las previsiones de gastos caen casi al mismo nivel que la inflación. Según un estudio realizado por el Observatorio de Cetelem, las familias desembolsarán hasta un 11% menos este septiembre, lo que se traduce a unos 278 euros menos que en el curso anterior. Esta misma encuesta señala que un 68% de los españoles piensan que la subida de precios generalizada afectará a sus hábitos de compra, mientras que 4 de cada 10 pretenden rebajar los gastos relacionados con la vuelta al cole.

La subida del papel, el condicionante 

El incremento del precio del papel es el punto de inflexión en toda la crisis de materiales escolares. Desde simples cuadernos y blocs de notas, hasta los nuevos libros de texto en varias etapas escolares, todos se verán afectados por la brutal escalada de precios del papel.

De acuerdo con el índice de precios industriales del INE, entre junio de 2021 y junio de 2022, el precio de fabricación del papel ha subido un 42,5 %. Esto se debe en gran parte a la escalada de los precios de la energía, pero los problemas en las cadenas de suministro y transporte tampoco han ayudado a que mejore la situación.

Desde la Papelería Xaquín, en Santiago de Compostela, han señalado que, aunque ellos son previsores y ya habían puesto el pedido para el próximo curso en enero, han tenido que ir subiendo hasta tres veces los precios de los materiales. "Hai produtos que para axustalos tivemos que subirlles máis dun euro o prezo. Porque fumos previsores es fixemos o pedido antes, se o temos que facer agora non imaxino o custe", señala María Mato, la gerente de la tienda.

Mato advierte que este año, todavía no ha visto mucha diferencia con el curso anterior con respecto al gasto de las familias. "Moitos pais foron previsores, chegaron ca lista de material en xuño, porque agora os profes sobre todo de primaria as dan antes, entón non hai tanta presa agora. A cousa está máis ou menos coma o ano pasado, tamén porque moita xente aínda ten os vales da Xunta".

Estas ayudas a la compra del mateiral escolar de la Administración gallega es a lo que se aferran algunos hogares de menor poder adquisitivo para evitar un golpe crítico a su economía. La Xunta ofrece hasta 50 euros por alumno para las familias con una renta per cápita familiar igual o inferior a 6.000 euros.

La otra cara de la crisis del papel la sufren las editoriales y por consecuencia las librerías a la hora de hacer los pedidos de libros escolares. Especialmente preocupados están algunos con el posible incremento de precio de los manuales de infantil y primera. Los cursos impares cambian sus referencias este año por los cambios de currículum de la Lomloe, y algunas editoriales, pilladas en medio de una crisis por el papel, se han visto cogidas por sorpresa a la hora de imprimir los nuevos textos.

A pesar de todo, indican que el precio de los libros ya había ido en aumento cada vez más en los últimos años y que con respecto a los anteriores, este no es tan llamativo. "A lo mejor es solo una diferencia del 5% en los libros para Bachiller con respecto al año pasado", destaca una de las encargadas de la librería Follas Novas en Santiago.

La problemática con el aumento del precio de los libros preocupa también a los representantes de los padres. Fernando Lacaci, presidente de la Conederación de ANPAS Galegas, insite que "previamos que ía a ver un problema cos libros de texto ca implantación da Lomloe nos cursos impares recibimos informacións a través da prensa que os novos libros ía a superar o custo da orde do Fondo Solidario". El Fondo Solidario es un mecanismo que ha puesto en marcha la Xunta de Galicia, donde las familias de menores recursos pueden conseguir hasta seis libros de la administración, dependiendo de sus circunstancias económicas, con la condición de que los devuelvan al año siguiente.

El representante de la Confederación avisa que muchos de estos gastos: libretas, pinturas, bolígrafos, libros... Son una afrenta a la gratuidad de la Educación obligatoria. "Xa fai anos o Valedor do Pobo deunos a razón e dixo que que os pais asumiramos o custe dos libros e do material imprescindible para o ensino violaba a gratuidade do ensino, que por certo está na Constitución. Se cada pai ten que pagar entre 300 e 400 euros de peaxe para que os fillos poidan estudar, iso non é ensino gratuito e de calidade".

Gastos en comedores escolares y uniformes

Igualmente, aunque hasta que comience el curso no tienen previsto recibir quejas, Lacaci confiesa que en muchas de las ampas se muestran también preocupadas por el coste del servicio de comedores escolares en los colegios que no gestiona la Xunta. "Sabemos que moitos van a subir o custe do servizos, algún concello tamén está tramitando unha nova licitación e neses casos aínda non coñecemos quen vai a asumir o previsible sobrecoste", afirma.

Para muchos padres esta vuelta al cole también significa la compra de nuevos uniformes. Este es uno de los aspectos donde los hogares pueden y buscan limitar al máximo posible el gasto superficial. En la tienda especializada de A Cadros en Pontevedra, señalan que desde la pandemia, el ahorro en las familias se nota cada vez más, y que este año, se han negado a subir los precios para animar al consumo.

Ruth Barros, gerente del negocio explica que "si ahora al niño le queda el pantalón por el tobillo no lo reponen, intentan aguantar un año más. Compran ropa más grande que les aguante el estirón. Antes a lo mejor compraban cinco polos y dos chándals para lavar durante el fin de semana, ahora apenas reponen uno o dos".

Barros explica que para los padres con niños de colegios privados, el gasto se ha contenido algo, pero no de modo muy visible, mientras que las familias medias son las que más lo están sufriendo. "Conozco a algunas familias que no podían hacerse cargo de una matrícula en la privada y se han cambiado a la concertada", comenta.

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