La reina de la gaita gallega, Áurea Rodríguez, primera gaiteira profesional de la historia

¿Qué tienen en común lugares tan dispares como Bulgaria, India, Pakistán, China, Japón, Inglaterra, Escocia o Galicia? Pues que en todos ellos, un mismo instrumento forma parte de su cultura popular más arraigada: la gaita. A pesar de que se desconoce el momento y el lugar exacto de su aparición, su origen parece ser extraordinariamente antiguo, pues existen pinturas y grabados del Antiguo Egipto donde se pueden ver instrumentos similares a gaitas en algunos de sus templos. Y su uso no solo era lúdico, ya que eran empleadas en los campos de batalla por las legiones de Roma y por los escoceses para generar el pánico entre sus enemigos antes de los enfrentamientos armados. A lo largo de la historia la gaita ha sido un instrumento eminentemente masculino hasta que, a principios del siglo XX, una gallega decidió dedicarse profesionalmente a tocarla, para poder sacar adelante a su familia. Esta mujer sería considerada en su época la Reina de la gaita, fue la primera gaiteira profesional de la que tenemos noticia en la historia y es, posiblemente, la primera mujer representante de un grupo musical: María Áurea Rodríguez Rodríguez.

Se cree que el origen de la gaita se remonta al siglo VII antes de Cristo, en el norte de la India, sin embargo, como ya indicamos, es difícil precisar con total seguridad el lugar y la fecha de su aparición. Este instrumento fue utilizado por numerosos pueblos a lo largo de la historia, desde los babilonios a los fenicios o los griegos. En la antigua Grecia encontramos una extraordinaria referencia escrita y documentada sobre la gaita. Data del año 400 antes de Cristo y hace referencia a los gaiteros de Tebas, una ciudad enfrentada con Atenas.

La gaita llegaría a Roma, donde su sonido cautivó al emperador Nerón y desde donde se introdujo en Occidente. A pesar de que se desconoce el momento exacto en que las gaitas aparecieron entre los pueblos celtas, los yacimientos arqueológicos indican que su presencia coincide con la época de la ocupación romana, por lo que se cree que fue este imperio el que llevó este instrumento a estas zonas.

Sería a partir de los siglos IX y X después de Cristo cuando la gaita comenzó a ganar popularidad en toda Europa alcanzando su mayor esplendor. Las peregrinaciones a Santiago de Compostela serían las causantes de que Galicia se convirtiera, en la Edad Media, en uno de los principales centros de la música gaiteira de toda Europa.

La gaita comenzó a perder su popularidad a partir del siglo XV, quedando su uso relegado al ámbito de la música popular en algunos países de Europa, África, y Oriente Medio.

En este contexto, surge la figura de Áurea, una ourensana nacida el 16 de noviembre de 1897 en Muntián, una pequeña aldea del municipio de Cartelle, en la provincia de Ourense. Era la hermana mayor de una familia que se dedicaba a la agricultura y la ganadería y que estaba compuesta por seis hermanos.

Áurea comenzó a tocar la gaita con tan solo 10 años, demostrando una habilidad innata que empleaba para tocar en su pueblo y en fiestas familiares y todavía no sabía que la necesidad iba a convertirla en una pionera y una precursora.

Porque en 1910 su futuro cambió para siempre. Ella y sus hermanos se quedaron huérfanos, lo que provocó que, carentes de recursos, decidieran formar entre todos un conjunto musical como medio de vida para vencer a la pobreza: “Os Maravillas”, nombre que tomaron en homenaje al pueblo de Nosa Señora das Marabillas, cercano a su aldea. Áurea no solo se convirtió en la primera gaitera profesional de la historia sino también, posiblemente, en la primera representante o manager de un grupo musical, ya que era quien definía los salarios, los temas a interpretar y los precios a cobrar en cada actuación.

Y paso a paso comenzaron a labrarse su reputación sobre los escenarios de las grandes fiestas populares y romerías de toda Galicia, llamando la atención fuera de la comunidad y llegando a actuar en Barcelona, Sevilla o Madrid, donde la prensa de la capital no dudó en calificarla como la “gran reina de la gaita gallega”.

A finales de la década de 1920, en pleno pico de popularidad, fueron contratados para actuar en Buenos Aires, ciudad a la que llegaron en noviembre de 1929 para deleitar en varios de sus teatros con la música tradicional gallega. En la capital argentina su éxito fue extraordinario y recibieron numerosas propuestas laborales.

Tras regresar a Galicia, en 1930, uno de sus hermanos deja el grupo para trasladarse a vivir a A Coruña y hacer carrera militar, motivo por el que Áurea y los hermanos restantes constituyen un nuevo grupo, “Os Menores”, que emigran de manera definitiva a Argentina donde, inexplicablemente, se les pierde la pista ya que, desde su desembarco en Sudamérica, apenas se sabe más de su vida o sus actuaciones, siendo la última noticia sobre ellos una presentación en Caracas en 1945.

El resto es un misterio. 

Áurea nunca volvió a su pueblo ni se han hallado registros de su fallecimiento en Buenos Aires o en Galicia. Tan solo sabemos que, obligada por la necesidad, y gracias a su indudable talento, esta gallega se convirtió en una pionera que forjó las bases para que tantas otras mujeres siguieran su camino y que, a día de hoy, todavía sigue olvidada. 

Las grandes gaiteiras de nuestro tiempo jamás deben olvidar que, hace más de un siglo, tuvieron una extraordinaria precursora: Áurea Rodríguez, la reina de la gaita gallega. 

Iván Fernández Amil. Historias de la Historia.

Referencias:

• es.wikipedia.org
• laopinioncoruna.es
• elidealgallego.com
• elcorreorgallego.es
• lavozdegalicia.es
• culturagalega.gal
• vialethes.es
• curioesfera-historia.com
• tununtunumba.com