El Español
Treintayseis
Cultura
|
Historias de la Historia

Juan Lecube, el futbolista gallego que fue espía de Hitler

La increíble historia de un futbolista gallego que jugaba de extremo derecho en los años 30 y acabó siendo un espía de la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial
Juan Lecube
Juan Lecube

Jugar al fútbol de manera profesional es un fantástico sueño, pero tiene fecha de caducidad. Los futbolistas se tienen que enfrentar al mercado laboral con 35 o 40 años sin experiencia laboral más allá de la deportiva, ya que pocos son capaces de generar los ingresos suficientes para decidir cuando se retiran si quieren trabajar o no. La mayoría necesita reorientarse laboralmente y profesionalmente para continuar con su vida. Algunos apuestan por continuar ligados al césped como entrenadores, directores deportivos, agentes… Otros, simplemente, se buscan la vida como pueden. Hace casi un siglo, uno de estos extraordinarios deportistas tuvo que decidir su futuro, y optó por algo que ninguno de sus compañeros había hecho antes y que jamás volvería a repetirse: hacerse espía de Adolf Hitler. Esta es la historia de Juan Lecube, el futbolista gallego que colgó las botas para convertirse en espía nazi.

Algunos futbolistas retirados. https://depor.com

Juan Emilio Gómez de Lecube nacía en Ribadeo el 12 de mayo de 1902. Desde muy joven sabía lo que quería hacer: jugar al fútbol. Comenzó su carrera en la Real Sociedad y en la Gimnástica de Torrelavega, antes de llegar al Celta de Vigo en la temporada 1927-28, donde tuvo un papel muy destacado en las tres competiciones que jugaban los vigueses: el ensayo para la liga española profesional (la futura Liga de Fútbol) y los campeonatos regional y nacional.

Campo de fútbol de la Real Sociedad, Atocha. https://es.wikipedia.org

Lecube era un extremo derecha muy rápido y habilidoso, al que la prensa puso el mote de “Motocicleta humana” y al que los aficionados compararían posteriormente con el mítico Gento. Solía cubrirse la cabeza con un pañuelo, lo que se interpretó como una manera de disimular su prematura calvicie. Juan hizo una temporada tan fantástica con el Celta, donde que marcó 14 goles en 23 partidos, que el Atlético de Madrid lo fichó al año siguiente.

Lecube en el Atlético de Madrid en 1929, con un pañuelo a la cabeza. https://www.elmundo.es

Su nombre entraría en la historia del fútbol y del club colchonero, ya que formó parte de la alineación del equipo madrileño que disputaría la primera jornada de la historia de la Liga española, el 10 de febrero de 1929, contra el Arenas de Getxo. En Madrid jugaría 39 partidos durante dos temporadas, en la que solo marcó 2 goles lo que, junto a su carácter difícil, le hizo salir del club y poner rumbo al Futbol Club Barcelona, donde estuvo a prueba aunque nunca llegó a debutar. 

Lecube en el Atlético de Madrid en 1929, con un pañuelo a la cabeza. https://odioeternoalfutbolmoderno.es/

Su carrera como jugador finalizaba tras jugar dos partidos amistosos vistiendo la camiseta del Valencia. Corría el año 1932.

Es por todos conocido que la profesión de futbolista es un oficio efímero, lo que provoca que acabada su carrera deportiva, estos profesionales tengan que reinventarse como empresarios, entrenadores, directivos, comentaristas… Pero probablemente ningún futbolista de la historia dio un cambio tan radical como el que dio este gallego: convertirse en espía de la Alemania Nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

Lecube durante un partido con el Atlético de Madrid. https://odioeternoalfutbolmoderno.es 

En 1936 comenzaba la Guerra Civil española y Lecube se posicionó en el bando nacional encabezado por Franco. El gallego simpatizaba con el nacionalsocialismo y admiraba a Adolf Hitler, lo que llamó la atención de la red nazi que dirigía en España el cónsul alemán en Barcelona, Fritz Ruggeberg. Así que en 1941 era reclutado por la Abwehr, la agencia de inteligencia y contrainteligencia alemana que informaba directamente al Alto Mando alemán y al Führer, y comenzó su adiestramiento, a caballo entre Madrid y Barcelona.

Wilhelm Canaris, último director de la Abwehr. https://es.wikipedia.org/

Pero los aliados comenzaron a interceptar sus mensajes con el nombre en clave “Espina”, que era como los alemanes se referían a él. Desde Bletchley Park, el servicio de inteligencia británico captaba y descifraba los mensajes cifrados alemanes y así fue como en otoño de 1941 recibieron el primer mensaje de “Espina”, que les puso tras su pista.

La misión que los nazis tenían reservada al gallego era la de vigilar e informar a Berlín de los movimientos de las fuerzas aliadas a través del Canal de Panamá, un punto estratégico durante la Segunda Guerra Mundial. 

USS Missouri cruzando el Canal de Panamá en 1945. https://es.wikipedia.org/

Pero Lecube nunca llegó a Panamá ni a cumplir su objetivo.

El 1 de junio de 1942 partía desde el puerto de Barcelona el vapor “Cabo de Buena Esperanza” con destino Venezuela. A bordo viajaba “Espina”. El 22 de junio el barco tuvo que parar en Trinidad, una colonia británica del Mar Caribe en la que el Reino Unido obligaba a todos los barcos españoles con destino a América a hacer escala para realizar un control de guerra. Los servicios de inteligencia británicos ya estaban esperando al gallego, le obligaron a desembarcar y lo detuvieron.

Anchored in port during her shakedown cruise, circa August 1944. A K-type blimp is overhead. Official U.S. Navy Photograph, now in the collections of the U.S. National Archives.

Lecube pasó dos meses internado en un campo de concentración de la isla hasta que el Ministro de Interior de Churchill ordenó su traslado a Inglaterra para ser interrogado. 

El 3 de octubre de 1942 llegaba a Londres y era internado en un centro de interrogatorio secreto que estaba instalado en una mansión victoriana conocida como “Latchmere House”, al que los militares llamaban “Camp 020”. Por esta prisión pasarían durante la guerra más de 500 agentes alemanes, 25 de ellos españoles.

Latchmere House, “Camp 020”. https://es.wikipedia.org/

A pesar de que los británicos tenían decenas de mensajes suyos dirigidos a los alemanes, Lecube siempre negó las acusaciones de espionaje y cualquier vínculo con la Alemania nazi y se declaró inocente de cualquier delito. Pero ante la cantidad abrumadora de pruebas de las que disponían los servicios de inteligencia británicos fue internado de manera indefinida. Según su propio testimonio, fue encerrado tres meses en una celda de castigo, otros cuatro estuvo incomunicado y otros dos los pasó sin poder salir de su celda. Además, fue sometido a torturas psicológicas: “Estoy siendo tratado de manera cruel, inhumana y salvaje y sufro vejaciones e insultos”

Fotografías de la ficha del MI5 cuando fue detenido. https://twitter.com/OriolJove

Pero el gallego nunca confesó.

Durante los tres años que estuvo detenido en Inglaterra dirigió numerosas peticiones de auxilio, que nunca fueron atendidas, al Ministro de Interior británico, al Embajador español en Londres y al Rey Jorge VI, en las que pedía su libertad y declaraba su inocencia. Finalizada la guerra el Gobierno de Franco consiguió su extradición, fue liberado y deportado a España junto a otros prisioneros, con la prohibición de no volver jamás a pisar Reino Unido.

Gran Bretaña investigó todos sus círculos, relaciones y allegados, lo que generó informes secretos de inteligencia en los que aparecían otros futbolistas de la época, tanto del Atlético de Madrid como del Real Madrid, algunos tan importantes como el legendario Zamora.

Lecube (derecha) con el periodista y exatleta Jesús Vidal Quilis. https://www.ara.cat/

En comunicaciones desclasificadas del MI5 se llegaba a afirmar que “Lecube ha sido el prisionero más complicado y difícil que hemos tenido a lo largo de la guerra. Hemos fracasado en todos nuestros intentos de conseguir una confesión”.

Tras su regreso a España consiguió el título de entrenador en 1950 y dirigió a varios equipos. Nunca volvería a hablar de aquel incidente que le mantuvo tres años detenido en Inglaterra.

Lecube durante su etapa como entrenador del Lleida. https://www.ara.cat/ 

El 2 de mayo de 1966 el futbolista-espía fallecía en Barcelona. Con su muerte desaparecía el que posiblemente fue el único caso de la historia en que un futbolista pasó de jugar en los estadios de fútbol a convertirse en espía de la Alemania nazi: Juan Emilio Gómez de Lecube.

Juan Emilio Gómez de Lecube. https://twitter.com/OriolJove

Iván Fernández Amil

Puede interesarte:

Referencias:

  • es.wikipedia.org
  • ciberche.es
  • abc.es
  • yofugueenelcelta.com
  • benditalocuraatletica.blogspot.com
  • elprogreso.es
  • fameceleste.com
  • larazon.es
  • odioeternoalfutbolmoderno.es
  • ara.cat
  • mundodeportivo.com
  • colgadosporelfutbol.com
  • vix.com
Iván Fernández Amil
Iván Fernández Amil
InstagramLinkedIn
Ingeniero Industrial que trabaja como Jefe de Compras, escritor, storyteller y conferenciante. Iván además colabora en varios diarios, en radio y distintos podcasts, y utiliza su habilidad como Storyteller para ayudar a las empresas a vender más empleando el poder de las historias. Es seguido por decenas de miles de personas en la red profesional LinkedIn, donde fue galardonado como Top Inspira y es considerado un referente en habla hispana. En los diarios Quincemil y Treintayseis publica todos los domingos artículos dedicados a divulgar, recordar y reivindicar a las empresas, lugares y personajes que han cambiado Galicia y el mundo.
Cultura