Óvera, cuando Galicia y Japón se dan la mano
Tras regentar con gran éxito durante cuatro años la taberna Hokuto en el Campo de Artillería, Carlos Pérez da ahora el paso y se mueve al centro para abrir Óvera, un restaurante para alrededor de cincuenta personas ubicado en Durán Loriga.
Según nos explica este chef formado en Tokyo y con cátedra en Kabuki, Óvera es un concepto diferente al de Hokuto, “no sólo en platos en sí, también en la forma de venir al restaurante”.
"Ahora somos más versátiles gracias a nuestro espacio"
“Puedes tomar un par de platos acompañados por un vino o disfrutar de un menú completo. Tenemos una mayor oferta ya que contamos con una cocina mucho más amplia, pero también disponemos de modalidades diferentes desde 30 euros con la bebida disfrutando de unas piezas de sushi o un atún picante, por ejemplo. Ahora somos más versátiles gracias a nuestro espacio”, indica.
Pérez deja claro su amor por la ciudad y, a pesar de que se ha formado en los mejores restaurantes de ciudades de todo el mundo, reconoce que su casa está en A Coruña. “Me he formado en Santiago, en Madrid, en Japón, he trabajado en algunos de los mejores restaurantes españoles e internacionales… Pero la tierra llama. Y para nuestra cocina, A Coruña es perfecta, tenemos una lonja increíble con producto de la máxima calidad. En nuestra carta el 85% se compone de pescado, por lo que necesitamos ofrecer lo mejor del mercado. Tenemos una garantía de frescura y calidad inigualable”, apunta.
Uniendo cocina japonesa y gallega
Óvera nace en la Taberna Hokuto pero crece como restaurante. “Une cocina japonesa y cocina gallega, no sólo hacemos comida japonesa con producto gallego, tenemos elaboraciones de ambas gastronomías”, explica y añade que “por supuesto que nos apoyamos en la calidad del producto que encontramos en Galicia y sus mares, pero no nos limitamos a hacer comida japonesa con producto gallego”.
En este sentido aclara que tienen inspiraciones de dos cocinas aparentemente tan diferentes pero que en esencia son muy similares y que buscan lo mismo: que el comensal disfrute. No sólo comiendo, también deleitándose en la forma, busca que entre por los ojos… “Comer es un acto que va más allá de un único sentido. Queremos que Óvera sea una experiencia, tanto por la cocina como por el espacio, la música…”, apunta.
En su restaurante ha querido incorporar el concepto japonés ‘omakase’, fíate de nosotros, que permite al comensal profundizar en el fondo de su cocina, si bien también puede tomarse el pescado del día o probar el plato que más te apetezca de la carta compuesta por platos japoneses con inspiración gallega y platos tradicionales gallegos con aires orientales.
“Intentamos mezclar ambas cocinas para hacer un producto único y diferenciado”, explica. En este sentido avanza que “sí, tomas sashimi, pero no es el sashimi que tomarías en un restaurante japonés ya que tiene la esencia de una caldeirada gallega. Trabajamos en que la cocina de Óvera sea reconocible al 100%, en que pruebes uno de nuestros platos y sepas que es nuestro, que lo reconozcas”, adelanta.
