Oleada de robos en A Coruña: Asaltadas dos tiendas de la calle Real este domingo
En las últimas semanas, A Coruña ha registrado numerosos robos en comercios y establecimientos. Un ejemplo son el Grand Cru Café, O Mundo de Té o el Bocatín. Sin embargo, en esta ocasión, la delincuencia ha afectado a dos tiendas de la distinguida Calle Real, que han sido asaltadas este domingo.
En Guanté Varadé, un comercio de complementos, la Policía tuvo que retirar este lunes todo lo que estaba expuesto en el escaparate para comprobar que faltaban varios objetos. "Al principio no sabíamos lo que se habían llevado, pero después tomamos conciencia de que faltaba una cabeza de cristal, un fular y tres pares de guantes de Pecarí y Vuitton", explicó la encargada del establecimiento, a lo que añadió que "no fue una gran cantidad de dinero, pero cada uno de esos guantes cuesta entre 110 y 130 euros".
En esta tienda ya habían entrado en más ocasiones. De hecho, hubo una en la que los delincuentes se llevaron gran parte de los objetos de manos y pies que vendían en el establecimiento. No obstante, todavía no se conoce al autor implicado en estos robos. "Dicen que es una banda, pero eso también pueden ser conjeturas. A mi me parece raro porque habitualmente no se ve a mucha gente pidiendo en la Calle Real", confiesa la propietaria.
Más de 10.000 euros en complementos y calzado
En la zapatería Made Italia Store también entraron a robar durante la madrugada del domingo, donde se llevaron una gran cantidad de dinero en complementos y calzado, en concreto, más de 10.000 euros.
"Al abrir la tienda hoy, comprobé que la caja estaba revirada, las estanterías desordenadas y la ventana rota. Entraron por un callejón que da a la parte de atrás de la calle", informa la gerente del local. De aquí cogieron una colección entera de bolsos de Moschino, valorada en 8.000 euros, un conjunto de Camper, modelos enteros de Guess y una serie completa de zapatos de Lodi (una marca española de novia reconocida).
Tampoco se conoce aún a los presuntos autores, ya que las cámaras solo grabaron a varias personas y estas tenían puesta una capucha negra. "La Policía me aconsejó no abrir, pero yo estoy cara al público y debo seguir vendiendo", concluyó la encargada.
