El Grand Cru Café La Cantera de A Coruña sufre dos robos esta semana, uno con heridos
El Grand Cru Café La Cantera de A Coruña sufrió esta semana dos robos, el último esta madrugada. Una de las propietarias, Jessica Taibo, y su suegro sufrieron un esguince y varias contusiones porque los ladrones los golpearon cuando escapaban del establecimiento, en el que se habían escondido de la policía.
La central de alarmas avisó a los propietarios del local de que había saltado la alarma alrededor de las 05:30 horas. "Llamamos a la Policía, que estaba cerca y fue hasta el local. Fue también mi suegro, que vive muy cerquita, porque sabíamos que iba a llegar la Policía antes que nosotros porque vivimos en Sada", explica Taibo.
Los agentes comprobaron el estado del establecimiento pero no localizaron a los ladrones, que se habían escondido, por lo que se marcharon para buscarlos en los alrededores del Grand Cru Café La Cantera. Taibo y su suegro se quedaron haciendo balance de los daños y se vieron sorprendidos por los dos asaltantes, "dos magrebíes jóvenes" que salieron por la puerta de la cocina.
"El instinto me llevó a cerrar la puerta, porque pretendía dejarlos dentro. En ese momento, me empujaron para intentar salir. Los intentamos sujetar, pero uno de ellos llevaba una palanca y comenzó a pegarnos con ella", indica Taibo sobre lo ocurrido. Los asaltantes consiguieron escapar y todavía no han sido localizados, según explica la propietaria, que indica que ya han puesto la denuncia y presentado el parte de lesiones.
Segundo robo en una semana
Este no es el primer robo que sufre el Grand Cru Café La Cantera esta semana. Alrededor de las 02:00 horas de la noche del miércoles al jueves entraron y se llevaron la caja registradora con 1.000 euros. La alarma también saltó en esa ocasión, en la que los propietarios y la policía acudieron a comprobar lo ocurrido.
Los responsables del establecimiento adquirieron una nueva máquina registradora de un nuevo modelo que no les permite a los ladrones su transporte ni apertura. Los asaltantes, sin embargo, se llevaron las propinas y la mitad de la facturación de ayer, otros 1.000 euros. "Teníamos una parte de la recaudación del día anterior que no sabíamos como se introducía en esta caja, porque es de esas automáticas que metes el dinero y hacen ellas todo y no sabíamos como introducir el dinero que habíamos recaudado hasta que arrancó", explica Taibo.
