Más allá de la Avenida Finisterre: ¿Cuáles son las peores cuestas de A Coruña?
Prepárate, toca subir. Aunque A Coruña no es Vigo, lo cierto es que la capital herculina reúne una serie de calles empinadas que el viandante, si puede, trata de evitar. Las cuestas son buenas para fortalecer las piernas, pero cuando uno va con prisa lo que menos le apetece es tener que armarse de valor para subir una gran pendiente.
La ciudad coruñesa da cada vez un mayor protagonismo al peatón. La peatonalización de la Marina, a la que le sigue ahora el proyecto de los Cantones, supone un antes y un después en el plan de movilidad de A Coruña. Sin embargo, peatonales o no, las cuestas hay que seguir subiéndolas, excepto en aquellos casos en los que el Concello instaló escaleras mecánicas. Nos referimos, por ejemplo, a la calle en escalinata Maestro Clavé.
En Quincemil hemos tratado de hacer un recorrido visual por la calles de la ciudad para comprobar cuáles son aquellas que tienen más cuesta. Seguro que se nos escapa más de una, pero hemos tratado de incluir una pequeña recopilación de las cuestas más duras de A Coruña. Si sabes de alguna que nos hayamos olvidado, déjanos un comentario. Aquí va nuestro pequeño listado.
Avenida de la Concordia
En el barrio de Os Castros se encuentra una de las cuestas más pronunciadas de la ciudad. El desnivel no solo se nota cuando uno va caminando, sino también en coche. Hay que tomar aliento antes de subir esta cuesta. Una cuesta que dentro de un tiempo se hará algo más llevadera gracias al ascensor que se colocará en el Mirador de los Castros y que permitirá aliviar un primer tramo de esta calle tan empinada.
Calle Villa de Cedeira
No abandonamos el barrio de Os Castros, tan solo nos desplazamos a una calle muy próxima. En concreto, a Villa de Cedeira, una calle muy frecuentada entre aquellos usuarios de las instalaciones deportivas de San Diego. A estos deportistas, la vuelta del gimnasio se les hace más dura. Tras un intenso entrenamiento en el gimnasio, toca prepararse para subir la cuesta que a más de uno le quita el aliento.
Monte das Moas
Dura, muy dura. Subir por el Monte das Moas hasta el Castrillón puede hacerse muy cuesta arriba. La calle General Salcedo Molinuevo nos obliga a doblar en cierto grado la curva de la espalda para poder llegar hasta el final de la calle. Aquí una ayudita no venía mal. Y ojo, si vas en coche, pon bien el freno de mano (si es un coche que no lo tiene automático, claro).
Calle Sinfónica de Galicia
Dejamos Os Castros y nos vamos hasta la zona de Juan Flórez. Esta calle no tiene nada de empinada pero sí las colindantes, en concreto todas aquellas que van desde esta calle principal hasta el Palacio de la Ópera. Hablamos por ejemplo de la calle Sinfónica de Galicia, antes Cabo Santiago Gómez; calle Nicaragua o, como su propio nombre indica, la Cuesta de la Unión.
Calle Bolivia
Muy próxima a Juan Flórez nos encontramos con otra cuesta para la que es mejor tomar aliento antes. La calle Bolivia, que une la avenida de Arteixo con la Glorieta de America, es de corto recorrido pero muy intenso, sobre todo si uno viene de subir la Avenida de Arteixo o cualquiera de las calles que mencionamos en el apartado anterior.
Ronda de Nelle
Nos trasladamos ahora hasta la Ronda de Nelle, en concreto al inicio de esta avenida que cruza parte de la ciudad. Nos situamos junto a la Iglesia de San Pedro de Mezonzo. Desde allí todo es subida, tanto si nos dirigimos hacia la Ronda de Nelle como si tomamos rumbo a la derecha y caminamos hasta Juan Flórez. Todo cuesta.
Avenida Finisterre
Y si hay una calle famosa en A Coruña por su cuesta es la Avenida Finisterre. Aquellos que la suben a diario coinciden en que el tramo más duro es aquel que va desde el Paseo de los Puentes hasta la Ronda de Nelle.
Por la zona hay otras cuestas notables, como la de la calle Aaiún o la calle Agra del Orzán que da nombre a toda la zona.
Calle Javier López López
De la Avenida Finisterre a Monelos. Justo al final de este barrio, ya en Eirís, nos topamos con una cuesta que nos cansa con solo mirarla. La calle Javier López López que une el barrio de Monelos con el de Eirís es, sin duda, una de las más duras de la ciudad. Mención especial a su perpendicular, la calle Rafael Bárez Vázquez.
Calle Valle Inclán
Nos movemos hasta la zona de Ciudad Jardín, que si por algo se caracteriza, además de por sus majestuosas casas, es por las calles en cuesta. Una de las más populares es la de la calle Valle Inclán, donde se encuentra el Hospital Maternal HM Belén.
Los Rosales
Mejor que hablar de una calle en particular, hablemos en general del barrio de Los Rosales. En esta zona de la ciudad las pendientes son el pan nuestro de cada día. Da igual hacía donde caminemos, casi seguro que habrá que subir una cuesta o, con suerte, bajarla.
Curros Enríquez y Ramón del Cueto
Por último, recorremos el barrio de Monte Alto. Aunque son varias la calles en cuesta, nos quedamos con una que, según muchas voces coruñesas, es la que más cuesta (valga la redundancia) subir: la calle Curros Enríquez, donde está la sede de la Cruz Roja, junto con su paralela (más o menos): Ramón del Cueto.
Calle Faro y Santo Tomás
Pero, sin duda y por sugerencia de nuestros lectores, la madre de todas las cuestas de Monte Alto es la calle Faro, el particular Tourmalet de esta zona, que sube desde la Ronda de Monte Alto hasta la calle Santo Tomás, que también tiene su miga y sube desde la ladera opuesta. En su inicio, la calle Faro alcanza una pendiente pocas veces vista en la ciudad.
Otros retos para las piernas
Por último, mencionamos algunas cuestas más que nos han recordado nuestros lectores en los comentarios y que también han machacado cientos de piernas:
- Calle Pla y Cancela
- Calle Obradoiro (entre Feáns y A Zapateira)
- Calle Julia Minguillón en Agra del Orzán
- Calle Amargura en la Ciudad Vieja
- Cuesta de la Unión
- Calle Antonio Viñes en Os Mallos
- Calle Buenavista en Os Castros
Ahora que ya hemos "subido" algunas de las cuestas más duras de A Coruña, ¿cuál es tu favorita? (perdón, la más odiada).