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Tribuna Abierta

Un cambio de paradigma en la industria musical

El declive de los soportes físicos ha dejado paso a una era digital en la que plataformas como Spotify, Amazon Music y Apple Music dominan el mercado
Jesús Suárez
Por Jesús Suárez

En los últimos años, el mundo de la música ha experimentado una transformación radical en la forma en que se consume. El declive de los soportes físicos, como los CDs y los vinilos, ha dejado paso a una era
digital en la que plataformas como Spotify, Amazon Music y Apple Music dominan el mercado. Esta transición ha tenido un profundo impacto en la manera en que las pequeñas bandas emergentes encuentran su lugar en la industria, generando importantes desafíos y oportunidades.

En un pasado no muy lejano , comprar un CD o un vinilo era la forma más común de adquirir música. Sin embargo, con la llegada de las plataformas de streaming, esta práctica ha disminuido significativamente. La comodidad y accesibilidad de servicios como Spotify han llevado a un cambio en las preferencias del consumidor, lo que ha impactado directamente en las ventas de discos físicos. Si bien esto ha democratizado el acceso a la música, también ha presentado una serie de desafíos para las bandas
emergentes.

Aunque las plataformas digitales han brindado a las bandas independientes una oportunidad de alcanzar una audiencia global sin la necesidad de un respaldo de un sello discográfico, también han dado lugar a ingresos notoriamente bajos. El modelo de pago por transmisión, en el que los artistas reciben solo una fracción de centimo por cada reproducción, ha generado críticas sobre la sostenibilidad económica para los músicos. Esto es particularmente problemático para las bandas de nuevo cuño que aún no han construido una base de fans lo suficientemente grande como para generar ingresos significativos.

Ademas conocemos que la industria musical está repleta de talento emergente y prometedor. Sin embargo, a pesar de su dedicación y pasión, estas bandas se enfrentan a una serie de obstáculos todavía más duros que dificultan su ascenso y reconocimiento en el panorama musical. Uno de los principales desafíos es la preferencia de muchas salas de conciertos y promotores por bandas de versiones y productos más comerciales. Estas bandas, a menudo, ofrecen una experiencia musical que el público ya conoce y disfruta, lo que les garantiza una asistencia y una aceptación más fácil, sin asumir tantos riesgos.

Esta preferencia por las bandas de versiones y la busqueda del HIT para el público tiene consecuencias negativas en la diversidad y la creatividad musical. Las bandas emergentes, con sus propias composiciones y propuestas artísticas únicas, se enfrentan a una barrera que dificulta su acceso a los escenarios y al público. La falta de oportunidades para mostrar su talento y su originalidad limita su capacidad de crecimiento y puede llevar a la frustración y la desmotivación.

A su vez, este escenario desfavorable obliga a muchos músicos a tomar decisiones difíciles. Para poder financiar sus propios proyectos musicales, se ven obligados a dejar en un segundo plano sus creaciones originales y recurrir a bandas de versiones. Esta elección no solo implica un sacrificio artístico, sino también un desvío de su verdadero propósito y pasión. Los músicos se ven atrapados en un ciclo en el que deben renunciar a su creatividad para obtener los recursos necesarios para desarrollar su música y de este modo poder financiarse.

Es importante destacar que no se trata de menospreciar la música de versiones o los productos más
comerciales. Estos también tienen su lugar y su público, y a menudo cumplen una función de
entretenimiento valiosa. Sin embargo, es esencial equilibrar la oferta musical, brindando oportunidades a
las nuevas bandas que desean presentar su música original y auténtica. La diversidad musical enriquece la
industria, y al limitar las oportunidades para las bandas emergentes, estamos privando al público de la
posibilidad de descubrir nuevas experiencias y talentos.

En este nuevo panorama musical, tener el respaldo de un sello discográfico es practicamente fundamental para el éxito de los nuevos proyectos. Las discográficas no solo ofrecen recursos financieros, sino que también pueden ayudar a generar visibilidad y promoción en el mundo digital. Al aprovechar las redes y los recursos de la industria, las bandas tienen más posibilidades de destacarse en un mar de contenido y alcanzar a un público más amplio.

Una de las principales limitaciones a las que se enfrentan los nuevos proyectos musicales es la falta de apoyo para una promoción adecuada. A menudo, estas bandas dependen en gran medida de sí mismas para dar a conocer su música, y la falta de experiencia y recursos puede dificultar su capacidad para llegar a un público más amplio. Además, una mala comunicación en las redes sociales y la falta de envío de información a los medios de comunicación especializados también juegan en su contra. Sin una estrategia de promoción efectiva, estos proyectos se arriesgan a pasar desapercibidas y a no poder atraer a un público significativo a sus conciertos.

Además, la selección cuidadosa de proyectos musicales se vuelve esencial para esas nuevas bandas que en lugar de enfocarse únicamente en el éxito comercial inmediato, deben de buscar un equilibrio entre la creatividad y la viabilidad económica. La construcción de una identidad musical sólida y auténtica, combinada con una estrategia de marketing eficaz, puede ayudar a destacar en un mercado saturado y captar la atención de los consumidores.

Jesús Suárez
Jesús Suárez
Jesús Suárez, nacido el 2 de noviembre de 1977 en A Coruña, en la vereda del polvorín, barrio de Montealto, es un ingeniero informático graduado por la Universidade da Coruña. Además de su formación técnica, Jesús es líder y cantante del grupo Mar de Fondo, donde canaliza su pasión por la música. Su talento artístico se combina con su compromiso social, ya que es el creador del proyecto Escoita, una iniciativa inclusiva que busca mejorar la accesibilidad para personas ciegas o de baja visión.