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Colas fronterizas y pocos protocolos de higiene amenazan a los transportistas gallegos

Más de 800 empresas gallegas con una flota de alrededor de 20.000 camiones están sufriendo dificultades para desempeñar su labor sobre todo por el cierre de restaurantes y las precarias medidas de higiene frente al coronavirus
Europa Press
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SANTIAGO DE COMPOSTELA, 19 Mar. (EUROPA PRESS) -

El 85% del transporte del país se mueve por carretera y los profesionales del sector son de vital importancia en el estado de alarma que está activo para evitar el desabastecimiento durante esta crisis sanitaria del coronavirus. Los camioneros en Galicia se enfrentan estos días a diferentes problemáticas como el cierre de restaurantes, colas en fronteras y falta de protocolos de higiene en los lugares de recogida y entrega, así como escasez de mascarillas y guantes.

Así lo ha asegurado el coordinador general de la Federación Galega de Transportes (Fegatrans), Alberto Vila, y el presidente de la Federación Empresarial de Transporte de Mercancías por Carretera de Galicia (Fetram), Antonio Señarís, que son conscientes de las principales dificultades que afrontan las 800 empresas del sector en Galicia, con una flota de alrededor de 20.000 camiones.

Los transportistas están trabajando "en la medida de lo posible" con mascarilla y guantes, pero Vila considera que hay que "facilitar más instrumentos para trabajar en las mínimas condiciones de higiene que se necesitan" en zonas de carga y descarga, pues "no está siendo la cosa fácil". "Sí, notamos mucha falta de material de precaución", opina Señarís, que añade que "en muchas fábricas sigue habiendo el protocolo de entrega de mercancía, de los albaranes de documentación del viaje, en un sala de 20 metros cuadrados con 15 o 20 personas, en donde no hay ni el metro de separación".

Sobre las condiciones higiénicas, Vila informa de que se ha solicitado al Gobierno que se puedan usar los aseos en áreas de servicio con las garantías "necesarias", dado que comienza a haber vetos en algunas fábricas. Algunas áreas de servicio como la lucense de O Rei das Tartas (en la A8, salida 554, Abadín) están dando ejemplo y ofrecen "ducha gratuita, baños, supermercado, empanadas, cafés y menús para llevar a todos los héroes de la carretera".

Restaurantes en puntos estratégicos

Otra complicación añadida de la situación actual es el cierre de restaurantes decretado por el Gobierno, lo que complica las posibilidades de los camioneros de alimentarse. "Está cerrado todo y a la gente que anda por la carretera hay que darle una solución", opina Vila, quien detalla que se ha pedido al Gobierno que en las áreas de servicio "se pueda vender comida en formato de catering".

Por su parte, Señarís ha lamenta que hay "un porcentaje muy bajo de sitios" en los que se puede parar e invita a que "todas las fábricas que tengan comedor o un espacio para calentar la comida se lo presten a los transportistas". "El Ministerio de Transportes tendría que coger un compás y marcar cada 300 kilómetros desde la Puerta del Sol sitios donde poner centros habilitados solo para transportistas en todas las autovías y carreteras, con comedores, lugares seguros y vigilados", señala el presidente de Fetram.

Problemas fronterizos

Otra traba que tienen que sortear los transportistas son las fronteras y aunque no hay restricciones para su movimiento, tienen que padecer grandes colas en puntos de control como el de Tui (Pontevedra) o el ubicado entre Irún y Francia.

Entre los aspectos positivos destaca la normativa para flexibilizar horas y Señarís indica que "es una necesidad no solo en tiempo de crisis sanitaria, sino que era una demanda importantísima" que facilita "la vuelta a casa y la posibilidad de marcharse de las zonas de riesgo".

A pesar de todo, los contrastes son notables en el sector ya que
los camioneros que se dedican al envío de alimentos "están trabajando al máximo de sus posibilidades" con el suministro garantizado, mientras que los vinculados a la automoción "están parando" debido al cierre de la planta de PSA Vigo y las diferentes auxiliares, lo que afecta también a "mucho transportista portugués".

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