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Carballo (A Coruña) se hace viral con la historia de su feísmo y arte urbano

El escritor y comunicador Pedro Torrijos, famoso por sus hilos de curiosidades en Twitter, ha compartido con sus seguidores la historia de la localidad coruñesa
El mural 'Trasherpillar'.
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El mural 'Trasherpillar'.
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Pedro Torrijos es un escritor y comunicador famoso por sus hilos en la red social Twitter en los que explica cosas curiosas del mundo en una sección que hace llamar #LaBrasaTorrijos. Carballo (A Coruña) ha sido la última protagonista de los hilos de este tuitero, que ha compartido la historia del municipio que se ha convertido en un referente del arte urbano.

El escritor empieza su historia desde los años 50, en los que Carballo ya era un pueblo próspero, aunque conservaba la estructura del rural gallego. El punto clave de la historia se sitúa en los años 70, donde el auge del urbanismo que el autor tilda de "depredador", hizo que la localidad creciera sin control.

Así, Carballo se convirtió en uno de los exponentes del feísmo gallego. La localidad dejó de tener reclamos turísticos y según recoge Torrijos "la gente que la visitaba se acercaba a la oficina de turismo preguntando qué ver en otros pueblos porque les habían dicho que allí no había nada que ver".

Todo cambia en el año 2013 cuando el consistorio decidió aprovechar ese feísmo para convertirlo en el lienzo del mejor arte urbano. Roberta Venanzi y Paula Fraile fueron las pioneras con la creación del primer mural de la localidad, que se llamó O Carballo.

Ellas fueron las primeras de muchos artistas y murales que han hecho de Carballo un sitio atractivo para los turistas, pero también agradable para los vecinos y vecinas. Torrijos recuerda alguno de los artistas que ha pasado por la localidad e incluso señala su mural favorito.

"En Carballo sigue habiendo medianeras sin pintar, de enfoscado o de fibrocemento, porque los despropósitos urbanísticos no se corrigen tan rápido, claro. Pero han sabido encontrar una manera de que eso que era tan feo se convierta en un lugar más amable para quien vive allí y para todo aquel que quiera verlo. Solo han tenido que bucear en los huecos adecuados", concluye el escritor.

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