Una Década de Inclusión: Celebrando 10 Años de Enki
Hacer un balance de diez años de historia de Enki es un reto, pero si tuviera que resumirlo en una palabra, diría que Enki es el resultado de la generosidad de las personas. En este tiempo, hemos tenido el privilegio de compartir el camino con individuos que, de diversas maneras y en momentos únicos, han contribuido a forjar la carrera más grande de Galicia, en la que 15,000 participantes acuden con la idea clara de celebrar y formar parte de una inclusión real.
En 2013, sin saber exactamente lo que estábamos buscando, nacimos gracias a una maravillosa casualidad. Desde entonces, nuestra misión ha sido demostrar a través del deporte y del ocio, que la inclusión aporta felicidad y construye una sociedad mejor.
Desde el inicio, personas, que se unieron a nosotros. Personas que creyeron en nuestro sueño y contribuyeron a convertirlo en una realidad. Algunos ya no están en nuestro día a día, pero serán siempre parte de la familia Enki. Belén, Xabi, Julio y muchos otros son ejemplos notables, pero a lo largo de los años, muchas personas han contribuido a forjar nuestro camino. Padrinos generosos que aportaron sabiduría y orientación en momentos difíciles, que indudablemente han existido en estos 10 años. Han marcado el camino que ha llevado a este proyecto a su forma actual. Sin tantas personas tan generosas, nada de lo que hemos vivido y sentido el pasado sábado sería posible.
Empresas e instituciones han brindado los recursos y la pasión necesarios para que este proyecto sea viable. La ilusión y el esfuerzo son fundamentales, pero sin su apoyo, nada sería posible. Hemos tenido la suerte de contar con ejemplos notables en nuestro entorno, como empresas familiares y organismos públicos que, sin esperar nada a cambio, han hecho que este sueño sea posible.
Numerosas entidades que trabajan a diario con personas con discapacidad se unieron a un proyecto único. Se arriesgaron y alentaron a sus usuarios a participar en actividades que salían de su zona de confort, asumiendo nuevos desafíos. Gracias a su valentía, el pasado sábado batimos también récords de participación de personas con diversidad funcional, con entidades de toda Galicia presentes.
No nos cansaremos de repetir que son las personas las que dan vida a ENKI. Cientos de voluntarios regalando la pertenencia más valiosa que podemos tener: nuestro tiempo. Personas como Ángel – hoy presidente de nuestra fundación -y otros deportistas que personifican el espíritu de Enki. Estas personas con capacidades diferentes demuestran que en realidad son altas capacidades, compartiendo un camino que no deja de enriquecernos, y mostrándonos el camino hacia un mundo mejor. Un mundo en el que, si nos unimos, cualquier cosa es posible. ENKI es el ejemplo de esta idea. Se ha hecho real. Gracias a todos de corazón.