Terrazas de la Marina.
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El futuro de las terrazas de A Coruña, una ordenación que quedará para 2026
La hostelería espera por una ordenanza que tampoco irá al último Pleno ordinario de este año. El sector demanda conocer diseños, medidas, horarios y otros requisitos para adaptar sus estructuras, que un negocio no podrá tener a la vez en la acera y en plazas de aparcamiento
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Las terrazas de hostelería en A Coruña esperan regulación. Desde que la pandemia sacó a las plazas de aparcamiento las mesas y sillas de los bares y restaurantes, el sector y los vecinos aguardan una nueva ordenación en la que el Concello aseguró que trabajaría, pero que en 2025 tampoco llegará.
A mediados de septiembre pasado, poco antes de que acabase el verano y la actividad hostelera experimentase otro gran momento de auge, la alcaldesa, Inés Rey, dijo que el Gobierno local estaba ultimando la esperada ordenanza reguladora de terrazas. Añadió que pasaría por el Pleno para obtener la aprobación, "previsiblemente" en octubre.
No lo hizo ese mes ni el siguiente, y tampoco lo hará este jueves en la última sesión ordinaria del año. Los hosteleros de la ciudad siguen sin conocer el borrador o el texto de una ordenanza que no aparece en el orden del día del Pleno del 11 de diciembre.
El sector se ha reunido con técnicos y cargos municipales para tratar el futuro de las terrazas de la plaza de María Pita, que tendrán una ordenación propia y sobre las que se han alcanzado acuerdos dos años después de que finalizase la concesión de las instalaciones. Pero los hosteleros no saben detalles sobre el funcionamiento general de las terrazas.
O acera o aparcamiento
Una de las urgencias que más preocupa a los empresarios es la disposición de las terrazas en las plazas de aparcamiento, una modalidad permitida desde 2020 tras el confinamiento por el COVID que podrán mantener. Pero el Concello ha avanzado que las mesas y sillas no podrán ocupar la acera y los estacionamientos a la vez, sino que tendrán que estar solo en una zona.
"Es lo más importante que hay que regular. Necesitamos saber qué especificaciones hay en la norma para decidir cómo debemos adecuar las terrazas o si es necesario hacer reforma en ese espacio por motivos de seguridad", asegura el presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de A Coruña, Héctor Cañete.
Materiales y colores
Medidas, diseños, elementos, horarios, permisos o impuestos son algunos requisitos que recogerá la nueva ordenanza de terrazas para estas instalaciones, a los que los hosteleros tendrán que ir adaptándose a lo largo del año próximo. Por eso desean conocerlos cuanto antes y poder planificar qué inversiones tendrán que realizar en sus negocios.
Clientes en las terrazas de María Pita.
El Ayuntamiento prevé conceder el periodo de un año para esta adaptación y lo único que hasta ha trasladado al sector es que las instalaciones exteriores seguirán criterios estéticos unificados, especialmente en zonas protegidas como la Ciudad Vieja, As Atochas, la Marina o Pescadería.
Lo que persigue esta medida es que mesas, sillas, toldos y sombrillas sean de materiales de buena calidad y con los mismos colores, neutros principalmente, de tonos grises, blancos o negros.
El BNG, grupo del que el Concello depende para aprobar sus iniciativas en el Pleno, ha demandado que la nueva ordenanza de terrazas garantice la accesibilidad y la seguridad y permita un uso proporcional del espacio público.
Adiós a las peceras
Las estructuras acristaladas que desde hace más de dos décadas adornan la hostelería de la plaza de María Pita serán historia con la nueva regulación. Parte de ellas están deterioradas, con óxido y elementos desprendidos. Su diseño en forma de pecera se discutió desde su origen pero se ha mantenido hasta ahora, incluso después de que acabase la concesión por veinte años a favor de los hosteleros de la zona.
El Concello, según ha comunicado a los empresarios, tiene en mente un nuevo diseño para estas terrazas que se inspira en las que hay en San Sebastián: estructuras autoportantes con toldos a dos aguas que puedan desplegarse y recogerse con facilidad. A los hosteleros coruñeses les intriga saber cómo se pueden adaptar estos modelos cuando el clima en otoño e invierno afecte a su actividad.
Estos y otros detalles deberían quedar claramente definidos en una ordenanza por la que el sector hostelero tendrá que esperar un poco más.