Imagen de la infanta Leonor a su llegada.
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El buque Juan Sebastián Elcano rendirá mañana homenaje en A Coruña a la expedición de 1525
El marino que da nombre a la embarcación descubrió una ruta hacia las Islas Moluscas, de la que ningún barco lograba regresar
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El buque escuela Juan Sebastián Elcano sigue con su ruta prevista. Mañana sábado partirá desde Curuxeiras hasta Marín, haciendo un paso previo por A Coruña pero sin llegar a atracar en el puerto, tal y como confirman desde la Armada.
No obstante, sí se va a realizar un acto homenaje a bordo del barco, recordando la salida de la Expedición de García Jofre de Loaysa y en la que también participó el marino Juan Sebastián de Elcano, que partió del puerto de A Coruña un 24 de julio de 1525.
El acto se desarrollará en aguas próximas a la bahía de A Coruña con la celebración de un acto de leyes penales en recuerdo de esta efeméride, donde se leerá una reseña histórica conmemorativa del V Centenario de este aniversario acompañada de un solemne toque de oración.
Así sucedieron los hechos
El 24 de julio de 1525, tal y como narran desde la Armada, zarpó desde A Coruña la flota que inauguraba la ruta regular que traería las valiosas especias (clavo, jengibre, pimienta, canela y otras) desde las Islas Molucas hasta España.
Su intención era seguir el trayecto descubierto tres años antes por el marino vasco Juan Sebastián de Elcano en la primera circunnavegación al planeta. García Jofre de Loaísa (o Loaysa) comandaba la expedición y sería el nuevo gobernador de las Molucas, aunque el marino de la flota más experimentado era Juan Sebastián de Elcano.
A la postre ningún barco conseguiría regresar, aunque sí lo haría un puñado de hombres en otros navíos, completando así la segunda circunnavegación al globo de la Historia Universal. Sin embargo, la heroica navegación no fue en vano, pues sirvió para descartar el excesivo trayecto, que sería reemplazado poco después por la flota de Indias y el galeón de Manila.
Uno de sus barcos, la carabela San Lesmes, se perdería para siempre en el sur del Pacífico generando el mayor misterio de la navegación oceánica.
Cuando llegaron otras expediciones a la zona 250 años después, encontraron indígenas con marcados rasgos físicos y culturales europeos, y coincidieron en afirmar que la única explicación posible es que había naufragado un barco español en otros tiempos y sus tripulantes habían proliferado uniéndose a mujeres polinesias.
