2 diciembre, 2023 02:57

"Don Juan era el pilar de Estoril", suele repetir asiduamente el rey Simeón de Bulgaria (86) cuando se refiere al padre de Felipe VI (55), Juan Carlos I. Así lo recoge el historiador Ricardo Mateos en su libro Estoril, los años dorados, donde disecciona con la habilidad de un cirujano las aventuras de los Sajonias-Coburgo-Gotha de Bulgaria, los Orleáns de Francia, los Borbones de España, los Saboya de Italia o los Habsburgo de Hungría en uno de los vértices del triángulo de oro portugués complementado con Sintra y Cascais.

Al acabar la II Guerra Mundial, numerosas monarquías desaparecieron, por lo que Portugal recibió con los brazos abiertos a varios reyes exiliados que recibieron en mayor o menor grado la ayuda de la aristocracia de sangre y, por supuesto, la del dinero, como los Patiño. En esa mescolanza de personajes del Portugal de posguerra, Juanito, como llamaban familiarmente al Emérito, y Simeón, empezaron a forjar una indeleble amistad sustentada por las virtudes y los valores de los caballeros.

Noviembre 2023. Siete décadas después, ambas familias siguen acaparando titulares. Son parte de la Historia. Leonor, bisnieta de quien podría haber sido Juan III, acaba de jurar la Constitución, y Lukás, nieto de Simeón II de Bulgaria, ha dado un nuevo giro a su vida tras renunciar a su plaza como Médico Interno Residente (MIR) en el departamento de psiquiatría del Hospital Virgen del Puerto de Plasencia. Allí se lo estaba pasando bien, pero llegó un momento en el que necesitaba un ambiente muy diferente a estar solo en un sitio.

Simeón de Bulgaria a su llegada al funeral por el rey Constantino de Grecia en la Catedral Metropolitana de Atenas, a 16 de enero de 2023, en Atenas (Grecia).

Simeón de Bulgaria a su llegada al funeral por el rey Constantino de Grecia en la Catedral Metropolitana de Atenas, a 16 de enero de 2023, en Atenas (Grecia). Raúl Terrel Europa Press

Psiquiatría es una de las especialidades que requiere una resistencia emocional mucho más elevada que otras. Se ven casos extremos. Cuando realizó el MIR esperaba quedar entre el puesto 1.500 y el 2.000, "porque había estudiado mucho y era ya mi segunda oposición, pero el examen coincidió con una mala semana y finalmente quedé en torno a la posición 6.500. Eso hizo que ya no hubiera plazas libres en Madrid ni tampoco en otros destinos que eran mis preferidos".

"Entre las distintas opciones que tenía en España, elegí Plasencia porque me lo aconsejaron varios psiquiatras que conozco, que lo tienen como un buen servicio y no se equivocan. Prueba de ello es que en él hay cuatro plazas para residentes, una cifra alta en comparación con la mayoría de hospitales. En Madrid hay hospitales grandes con solo una o dos plazas MIR de Psiquiatría", confesó Lukás al diario extremeño Hoy.

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"En el hospital Virgen del Puerto hay profesionales muy buenos. El servicio de Psiquiatría es admirable, tanto por sus médicos como por el personal de Enfermería, yo lo recomendaría totalmente", añadió. Hay que resaltar que el MIR es una de las oposiciones más duras de España.

Que no se descontextualice la historia. Se ha publicado que ha desistido. Nada más lejos de la realidad. Quiere pedirle una nueva oportunidad a la vida. Simplemente ha renunciado a su plaza de psiquiatría después de seis años estudiando la carrera de medicina en la Universidad de Navarra en la que se graduó en mayo de 2021. En este prestigioso centro educativo también estudiaron su progenitor, Kubrat Sajonia-Coburgo-Gotha, licenciado en Medicina y Cirugía en 1990 con magna cum laude, y quien desde el 2006 es Director Asistencial del Hospital USP San Camilo de Madrid así como miembro de su consejo asesor. En julio de 2020, su hermano mayor, Mirko, obtuvo su plaza en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, donde acaba de empezar el cuarto año de residencia en el departamento de cirugía general y del aparato digestivo.

Lukas Sajonia-Coburgo Royo-Villanova junto a sus padres, Kubrat Sajonia-Coburgo y Carla Royo-Villanova, el día de su graduación en Medicina, en 2021.

Lukas Sajonia-Coburgo Royo-Villanova junto a sus padres, Kubrat Sajonia-Coburgo y Carla Royo-Villanova, el día de su graduación en Medicina, en 2021. Instagram

Asentado en el hogar madrileño de sus padres, Kubrat Sajonia-Coburgo-Gotha y Carla Royo-Villanova, príncipes de Panagyurishte, ha vuelto a hincar los codos para volver a repetir el MIR, un examen tremendamente difícil. Quienes conocen de cerca Lukás aseguran que es tenaz, estudioso, responsable y lucha por lo que desea hasta desfallecer. "Lo que ha hecho es de valientes, porque arriesgar una plaza conseguida para tener otra oportunidad tiene mucho mérito", confirma un amigo de su entorno que prefiere no revelar su nombre. Por eso, dejar de lado la plaza conseguida en el servicio de salud pública de Extremadura ha sido no solo una decisión dura, sino también profundamente reflexionada.

En estos momentos, el joven doctor necesita tranquilidad. "En la vida las cosas pasan por algo y de todo se aprende", reconoce una de las personas que ha sido consciente del esfuerzo de Lukás. "Es admirable lo que acaba de hacer", remata. Hay quien piensa que podría haber tirado por el camino fácil porque por sus venas corre sangre azul, pero él prefiere la roja, la real. La honestidad y el sacrificio son los motores que han propulsado su vida desde que estudiara en el Centro de Bachillerato Fomento Fundación, tutelado por el Opus Dei. En él se prioriza una educación personalizada para que los alumnos saquen el máximo provecho de sus capacidades cognitivas para fomentar su propio criterio, penar con libre albedrío y ejercer su responsabilidad con carácter social.

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Por donde pasa, Lukás deja huella. Siempre ha tenido los pies en la tierra. Ésa ha sido la máxima de sus progenitores que bajo ningún concepto han permitido que fueran de nietos de. Todo en la vida cuesta un esfuerzo, y la familia Sajonia-Coburgo-Gotha y Royo-Villanova se han esmerado en inculcar valores inquebrantables fácilmente evaporables en la era de la fragilidad del conocimiento.

El benjamín de la fimilia es Tirso Sajonia-Coburgo-Gotha, que está estudiando ingeniería de telecomunicaciones en la Universidad Autónoma de Madrid y según su perfil en LinkedIn, en la actualidad tiene un contrato de formación en Deloitte. Los tres hermanos son amantes de los deportes y ávidos lectores. Es el único que no ha seguido los pasos de su padre en la medicina.

Mirko Sajonia-Coburgo (i), hijo de Carla Royo-Villanova y Kubrat de Bulgaria.

Mirko Sajonia-Coburgo (i), hijo de Carla Royo-Villanova y Kubrat de Bulgaria. Instagram

A Lukás le encanta practicar esquí acuático en el pantano de San Juan, el motocross y algo más calmado y cerebral como el ajedrez. A Mirko le apasionan las motos y, sobre todo los acuáticos, como el wakeboarding y el kut surfing, que también practica en el pantano de San Juan, en aguas de Cabo de Palos (Murcia) o en las de Santander, donde de pequeños solían asistir a campamentos en la Escuela Berria de Santoña. En este municipio cántabro, a Carla le nombraron cofrade de la anchoa. En verano suele organizar un concurso divertido: la cata de anchoas.

A pesar de ser descendiente por vía materna de los fundadores de la pastelería Arrese de Bilbao, fundada en 1852, conocida en toda España por sus trufas y pastelitos de arroz, y ser bisnieta por vía paterna del fundador de El Norte de Castilla e hija de Jaime Royo-Villanova, gobernador de Salamanca a finales de los setenta, Carla sigue siendo una trabajadora nata. Apostó dinero e ilusión para crear en 2008 la empresa de cosmética de agua de rosas –de Bulgaria, por supuesto– Carla Roses Beauty, pero en 2020 se vio obligada a cerrar debido a los estragos causados por la pandemia. Apasionada de los viajes, desde 2014 se dedica a recorrer el mundo para reflejar su particular visión de los lugares visitados en algunas de las mejores publicaciones de nuestro país, entre ellas, Viajar, Hola Viajes, Meet In y 20minutos.

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La familia prefiere tener un perfil social bajo, apareciendo en contadas ocasiones en eventos públicos. El doctor Sajonia trabaja diez horas diarias, se mantiene alejado de la aureola mágica otorgada a las monarquías a través de los siglos y prefiere seguir estudiando para perfeccionar sus conocimientos. La boda real de Felipe, príncipe de Asturias, y Letizia (51) en 2004, y la coronación de Felipe VI en 2014, son de los pocos acontecimientos históricos en los que han sido fotografiados. El último gran evento fue el cumpleaños por la mayoría de edad de la Princesa de Asturias.

Como se ha reflejado parcialmente en los primeros párrafos de este reportaje, la relación entre Juan Carlos I y Simeón II de Bulgaria viene de lejos. La diamantina relación entre los reyes nunca se ha resquebrajado. Su intimidad llega a tal extremo que el rey Simeón fue uno de los pocos ilustres invitados a la ceremonia de abdicación de don Juan Carlos en el Palacio Real de Madrid el 18 de junio de 2014. "La cercanía sigue siendo absoluta e intimísima. Si alguien sigue siendo íntimo de los Borbones de España son los Bulgaria. Pero su relación no se circunscribe solo a los eméritos, sino también a la familia extendida, como los Calabria", asegura el historiador Ricardo Mateos.

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La repentina muerte en extrañas circunstancias del zar Boris III en 1943 a los 49 años tras mantener una crucial entrevista con Hitler motivó que su hijo Simeón recibiera el tratamiento de Majestad con sólo seis años. Su tío Kyril ejerció de regente junto al primer ministro Bogdan Filov, ambos ejecutados por los comunistas. Durante dos años, Simeón, su hermana María Luisa y su madre, la reina Juana de Saboya –hija de Victor Manuel III de Italia y Elena de Montenegro– estuvieron en arresto domiciliario hasta que se convocó un referéndum cuyos resultados fueron de un 96% de los votos a favor de la república.

Tal y como el rey Simeón ha relatado en sus memorias Un destino singular, las autoridades les proporcionaron un billete de ida a Egipto y 200 dólares para que dejaran su país en menos de 48 horas. Allí estuvieron protegidos por el rey Faruk, el mismo que durante su exilio en la dolce vita romana sentenció que "en el futuro sólo existirán cinco reyes, los cuatro de la baraja y la reina Isabel de Inglaterra". El tiempo le dio la razón. Por cierto, Simeón II nunca abdicó.

Carla Royo-Villanova, esposa de Kubrat de Bulgaria y madre de Mirko Sajonia-Coburgo.

Carla Royo-Villanova, esposa de Kubrat de Bulgaria y madre de Mirko Sajonia-Coburgo. Instagram

El nuevo orden político, económico y social establecido tras la Segunda Guerra Mundial influyó directamente en la configuración de un mapa social que no sólo afectaría a los países, sino también a esas testas coronadas que no tardarían en convertirse en los nuevos personajes objeto de interés de la prensa del corazón. Las fiestas en Estoril, donde se mezclaban los Rothschild, los condes de París, Gina Lollobrigida, el conde Guy de Castéja o la vizcondesa de Ribes crearon corte de olympiens muy sabrosa para los ecos de sociedad.

Siendo adolescente, conoció a Margarita Gómez-Acebo (88), miembro de una ilustre familia, ya que sus padres fueron Manuel Gómez-Acebo y Modet, IV marqués de Cortina, y Mercedes Cejuela y Fernández, una de las grandes damas de la burguesía madrileña. Tras quedarse huérfana, Margarita pasó al cuidado de su abuela en Francia y posteriormente de su tío, el banquero Jaime Gómez-Acebo y Modet, IX marqués de Deleitosa, cuyo hijo no tardaría en entroncar con los Borbones, ya que Luis Gómez-Acebo, II vizconde de la Torre, se casó con la infanta Pilar, hermana de Juan Carlos I. De esta manera, Simeón y Margarita solidificaron aún más su vínculo con quien Franco designaría en 1969 como su sucesor a título de rey.

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Simeón y Margarita tuvieron que casarse tres veces en 1962 ya que él era ortodoxo y ella católica. Por tanto, se casaron en el arzobispado de Madrid por el rito católico, luego civilmente en Lausana y, por último, tuvo lugar la ceremonia ortodoxa en Vevey (Suiza). El matrimonio ha tenido cinco hijos.

El primogénito, Kardam príncipe de Tírnovo (1962-2015), se casó con Miriam Ungría y López (60) con quien tuvo dos hijos, Boris y Beltrán. El primogénito es el heredero de la corona y a EL ESPAÑOL | Porfolio ha recibido información que asegura que el joven está saliendo con una mujer cuya madre es una Ursel, una de las grandes familias nobles de Bélgica.

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En septiembre de 2022, la viuda del príncipe Kardam se casó con el príncipe Ghazi bin Muhammad de Jordania, primo del rey Abdalá II (61), por lo que ahora es conocida como la princesa Maryam Al Ghazi de Jordania. El segundo hijo es Kyril (1964) príncipe de Preslav, divorciado de Rosario Nadal y Fuster-Puigdórifla (55) que ha tenido tres hijos, Mafalda -la princesa cantante que tiene entre sus fans acérrimos a sus primos Mirko y Lukás-, Olimpia y Tássilo; Kubrat (1965), Konstantín (1967) príncipe de Vídin, casado con María García de la Rasilla y de Gortázar (53) que son padres de los mellizos Sofía y Umberto y, por último, Kalina (1972) condesa de Murany, casada con el explorador científico Kitín Muñoz (65), con quien ha sido madre de Simeón Hassan (16).

Los once nietos de Margarita Gómez-Acebo y Simeón II de Bulgaria, el único rey del mundo que se presentó a unas elecciones para convertirse en el jefe de Gobierno de Bulgaria en 2001, forman una piña, se quieren con locura y procuran pasar lo más desapercibidos posible.

A lo largo de los años, el rey Simeón ha mostrado su ecuánime apoyo al Emérito. Por esa lealtad, Juan Carlos I le otorgó en 2004 el Toisón de Oro, la máxima condecoración de su reinado. Una vez alejado del trono, acudió junto a la reina Sofía (85) a apoyar a su íntimo amigo durante la presentación de sus memorias en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 2016. Los descendientes de ambas parejas reales también han cultivado esa entrañable amistad.

Por ejemplo, Felipe VI es padrino de Sofía, hija de Konstantín, y este, a su vez, es padrino de la infanta Sofía. También se han arropado en momentos dolorosos como el fallecimiento de Kardam, a cuya misa en San Jerónimo el Real acudieron los eméritos, Felipe VI y Letizia, así como las infantas Cristina (58) y Elena, que el próximo 20 de diciembre cumple 60 años.