14 noviembre, 2021 03:11
Vigo

Un marcador electrónico gigante en el corazón de Vigo cuenta hacia atrás los días, horas, minutos y segundos que le faltan a la humanidad para llegar al momento más esperado. ¿El Día del Juicio Final por el cambio climático? ¿El final de la pandemia de Covid? No, se trata de algo más cercano, incluso prosaico: el "apoteósico" alumbrado de las luces de Navidad, que el alcalde Abel Caballero encenderá a las 20:00 del próximo sábado, 20 de noviembre de 2021.

El Centro del Universo (si le seguimos la corriente a la retórica grandilocuente del alcalde, tan calculada como eficaz) está aquí, al pie del Museo de Arte Contemporáneo, junto a la famosa Farola, en la confluencia entre las calles Urzaiz, Colón, Don Bosco y la peatonal del Príncipe. Fue en este lugar donde el regidor más votado de las ciudades españolas de más de cien mil habitantes posó ¡el 4 de agosto! sujetando un adorno navideño al anunciar el inicio del montaje de las luces que lo han convertido a él en un fenómeno de márketing nacional ("¿cómo que nacional?", diría él: "¡planetario!") y que han relanzado como destino turístico a Vigo, que es, con sus 296.692 vecinos, la mayor ciudad de Galicia.

Abel Caballero, inaugurando el montaje navideño el 4 de agosto. A  la derecha, la exministra y actual edil Elena Espinosa.

Abel Caballero, inaugurando el montaje navideño el 4 de agosto. A la derecha, la exministra y actual edil Elena Espinosa. Ayuntamiento de Vigo

El alcalde de Vigo, ante el marcador de la cuenta atrás para el encendido del alumbrado de Navidad.

El alcalde de Vigo, ante el marcador de la cuenta atrás para el encendido del alumbrado de Navidad. Ayuntamiento de Vigo

Abel Caballero encontró una mina de oro en su Navidad y no deja de explotarla a lo grande. El espectáculo, destinado a romper la estacionalidad turística y atraer visitantes en invierno, usaba seis millones de bombillas navideñas en 2017 y en este 2021 llega ya a once millones de luces LED, más atracciones como la noria o el tobogán de nieve artificial. Siempre más. El decrecimiento voluntario del consumo energético que pregonan muchos defensores de la lucha contra el calentamiento global no encontrará en Caballero a su primer apóstol.

Las luces navideñas de Vigo son un éxito mediático del alcalde, pero bajo su resplandor se proyectan las sombras de los graves problemas de sostenibilidad que afectan a la ciudad: es la campeona en número de coches por habitante de la España peninsular (0,52, sólo igualada con Murcia) y, por culpa del tráfico, su aire es el más contaminado de Galicia y de los peores del país. Así lo alertan los ecologistas locales Antón Lois, portavoz de la asociación Amigos da Terra, y Manoel Santos, coordinador regional de Greenpeace, que son parte de la exigua oposición ciudadana al popularísimo regidor.

Adornos navideños y coches en la plaza de América, uno de los nudos con más tráfico de Vigo.

Adornos navideños y coches en la plaza de América, uno de los nudos con más tráfico de Vigo. Eduardo del Campo

El alcalde de Vigo enciende las luces de Navidad del año 2019. Ayuntamiento de Vigo

Estos problemas medioambientales y de movilidad son mundiales y no patrimonio exclusivo de Vigo, pero adquieren aquí un relieve especial por una circunstancia que pone a la ciudad bajo el foco. Porque resulta que el alcalde de las luces es también el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y en esa condición lidera, por parte de los ayuntamientos y junto al Gobierno central, el desarrollo, aplicación y evaluación de la Agenda Urbana Española, de acuerdo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, o Agenda 2030.

El alcalde debe liderar como presidente de la FEMP que se aplique la Agenda Urbana Española, de acuerdo con la ONU

Una responsabilidad que coincide además con la Cumbre Mundial del Clima, que se acaba de celebrar en Glasgow con el objetivo de reducir el aumento de la temperatura debido a la acción humana. Es decir, que el Ayuntamiento, encarnado en su presidencialista alcalde, tiene la obligación de dar ejemplo y crear una ciudad modélica, y no sólo por la Navidad. ¿Vigo lo es?

"Mensaje de despilfarro"

"Vigo con el Gobierno de Abel Caballero está a años luz de ser una ciudad modélica en sostenibilidad", responde el zoólogo Manoel Santos, de 52 años, líder en Galicia de Greenpeace y vecino del centro. Su colega Antón Lois, educador medioambiental y portavoz de Amigos da Terra, lo secunda: "El mensaje de despilfarro que está enviando el alcalde con los 'millones de luces' de Navidad es una negación del cambio climático y todo lo contrario de lo que él recomienda como presidente de la FEMP". Lois le reprocha además su estilo personalista: "Se cree que Vigo nació cuando él llegó a la Alcaldía". Esta crítica va a contracorriente. La mayoría de los vecinos piensa que, después de los años de declive de los astilleros, hay en Vigo más movimiento y color que nunca, y premia con su voto a Caballero, el hombre que les dice que son la envidia de Nueva York.

Las luces de Navidad de Vigo, en diciembre de 2019.

Las luces de Navidad de Vigo, en diciembre de 2019. Efe

Celebración de fin de año en Times Square, en Nueva York.

Celebración de fin de año en Times Square, en Nueva York. Julienne Schaer NYC & Company

Desde el marcador electrónico, que sigue su imparable cuenta atrás, subimos a la izquierda por la calle Don Bosco hasta el edificio de estilo brutalista que es la sede del Concello, el Ayuntamiento, donde a las 12 de la mañana el alcalde va a dar una de sus varias ruedas de prensa de la semana. De esconderse no se le puede acusar. El encuentro se celebra en el salón de plenos, con tres periodistas presentes y otros que lo siguen de forma telemática.

Abel Caballero llega, se coloca de pie tras el atril y frente a la cámara de la televisión local, y empieza a desgranar los asuntos del día con la fuerza con que defendería una ley decisiva en el Congreso de los Diputados. (Le preguntamos después a un periodista local si el alcalde está hoy especialmente entregado al saber que lo escucha un medio nacional, EL ESPAÑOL | Porfolio, y dice que no, que es así todos los días).

Llegó a la Alcaldía en minoría en 2007 y hoy gobierna con mayoría 'absolutísima' de 20 ediles frente a los 7 de la oposición

Se nota que, a sus 75 años, Caballero está sobrado de tablas y que le encanta buscar y capturar la atención, como buen comunicador y pedagogo. Dio clases como catedrático de Teoría Económica en la Universidad de Vigo (se doctoró por las de Santiago y Cambridge, resalta su currículum en la página municipal) y en su faceta de político del Partido Socialista, tras sus inicios en el Partido Comunista, fue, entre otros cargos, ministro de Transportes, Comunicaciones y Turismo con Felipe González (1985-1988), diputado nacional (1982-1997) y presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo antes de dar en 2007 el salto a la Alcaldía.

La logró primero, sin ser el más votado, con el apoyo de los nacionalistas gallegos del BNG en 2007 y 2011, y después, en 2015 y 2019, con mayoría absolutísima: 20 concejales, casi el triple de la oposición enana que forman los 4 del PP, 2 de Marea de Vigo y 1 del BNG.

Caballero se prepara para entrar en acción en la rueda de prensa, en el salón de plenos.

Caballero se prepara para entrar en acción en la rueda de prensa, en el salón de plenos. E. del C.

El alcalde posa tras el atril en el encuentro presencial y telemático con los medios.

El alcalde posa tras el atril en el encuentro presencial y telemático con los medios. E. del C.

Caballero predica con pasión esta mañana acerca del descenso del Covid en la ciudad. De las partidas para Vigo de los Presupuestos Generales del Estado de 2022, destacando, BOE en mano, sus méritos en su consecución (dinero para la conexión directa del AVE de Vigo a Madrid a través de Orense, para una biblioteca del Estado, para la conexión ferroviaria Sur con Portugal…). De los obstáculos que su malvado rival del PP, el presidente de la Xunta Alberto Núñez Feijóo, le pone a la ciudad para que no sobresalga.

Y, cómo no, se recrea en las próximas, inigualables y apoteósicas Navidades. "El otro día, en el Palacio Real en Madrid, todo el mundo me preguntaba: ¿Cuándo enciendes las luces?". Incluido su homólogo madrileño, José Luis Martínez-Almeida (PP), a quien Caballero pone como muestra de la expectación que ha generado en los últimos años con su campaña.

Ataca a los críticos: la ciudad está "¡muy por encima de lo que digo yo! Si algún ecologista dijo otra cosa, no es de Vigo"

Llega el turno de preguntas. Esta revista le inquiere sobre el gran reto que afronta: no sólo organizar el masivo espectáculo navideño, sino convertir su ciudad en un ejemplo diario de sostenibilidad, como presidente de la FEMP y responsable de la aplicación en Vigo y el resto del país de la Agenda Urbana Española y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.

Le transmitimos la crítica que le hacen los ecologistas locales acerca de que la ciudad que gobierna no es tan modélica como dice él. El alcalde es muy simpático pero cuando lo cuestionan, ataca con la hipérbole: la ciudad está "¡muy por encima de lo que digo yo! Si algún ecologista dijo otra cosa, no es de Vigo".

Una mujer se hace un 'selfie' en el mirador del Olivo, con las islas Cíes al fondo.

Una mujer se hace un 'selfie' en el mirador del Olivo, con las islas Cíes al fondo. Eduardo del Campo

Panorama del puerto de Vigo desde el parque del Castro.

Panorama del puerto de Vigo desde el parque del Castro. E. del C.

Volveremos con el alcalde y más de cerca. Pero retrocedamos ahora un momento a la víspera, para recorrer el centro de la ciudad de moda junto al coordinador de Greenpeace, Manoel Santos. Hijo de familia de pescadores de altura, no nació en Vigo pero dice ser tan vigués como el que más y amar tanto la ciudad como el alcalde. Santos habla maravillas de su arquitectura civil, de la geografía imponente de su ría.

Destaca que es la única ciudad de España con un Parque Nacional, las islas Cíes, y también la mayor urbe del país de las que no son capital de provincia (título que aquí le corresponde a la vecina Pontevedra). Y advierte de que su extenso término municipal de 109,1 kilómetros cuadrados (Barcelona tiene 101,9) incluye muchas poblaciones rurales diseminadas, lo que dificulta el transporte público y explica en parte el problema de la dependencia del coche.

El único carril bici, que recorre Vigo a lo largo.

El único carril bici, que recorre Vigo a lo largo. E. del C.

Expone el potencial de la ciudad y la implicación de Greenpeace en su desarrollo con propuestas como la extensión de los carriles bici, de los que el Ayuntamiento de momento tiene sólo uno de ocho kilómetros, o la recuperación del ecosistema dunar de la playa urbana de Samil ahora tomada por los chiringuitos (el alcalde anunciará después en la rueda de prensa una inversión para su restauración). Manoel Santos le reconoce a Abel Caballero su aportación para "levantar la autoestima" de los vigueses gracias a sus mediáticas intervenciones. Pero luego repasa los puntos oscuros que a su juicio deben corregirse, y pone ejemplos.

Los puntos oscuros

Dice el líder ecologista que Caballero tiene una mayoría absoluta tan aplastante que no necesita negociar ni atender críticas: "El Consejo Sectorial de Medio Ambiente no se reúne desde hace diez años. Cuando alguien le va a la contra, ataca. Vigo es una ciudad cochista y tenemos un problema de contaminación. Pero no ha creado ni una sola zona de bajas emisiones cerrada al tráfico, y sólo ahora acaba de aprobar en pleno que lo hará, porque obliga a ello la Unión Europea. No se ha electrificado el transporte público. No se ha hecho nada para invertir en energías renovables en los edificios. En los más de 14 años que lleva de alcalde, no ha hecho peatonal ni una sola calle".

Manoel Santos, coordinador de Greenpeace en Galicia, junto a las obras de la zona de Porta do Sol.

Manoel Santos, coordinador de Greenpeace en Galicia, junto a las obras de la zona de Porta do Sol. E. del C.

"Vigo es una ciudad 'cochista' y tenemos un problema de contaminación. Pero no ha creado ni una sola zona cerrada al tráfico"

Manoel Santos, líder de Greenpeace en Galicia

Sobre esto último, dice Santos que las llamadas humanizaciones de calles ejecutadas por el Ayuntamiento para ganar espacio en las aceras están bien, pero no son peatonalizaciones, y que la obra en marcha en la plaza de la Puerta del Sol o Porta do Sol, que el alcalde defiende como una de las grandes apuestas de su mandato, "no es una peatonalización, porque los coches seguirán circulando debajo por el túnel y las emisiones contaminantes seguirán ahí".

Obras para soterrar el tráfico bajo la Puerta del Sol. Los ecologistas denuncian que es una falsa peatonalización.

Obras para soterrar el tráfico bajo la Puerta del Sol. Los ecologistas denuncian que es una falsa peatonalización. E. del C.

Recuerda el dirigente de Greenpeace que este año se reunió con la concejala de Economía, la exministra de Medio Ambiente y de Agricultura Elena Espinosa, a la que le propuso la instalación de un sistema de alquiler de bicis, como los que hay en Madrid, Barcelona o Sevilla. "Nos dijo que no, que eso no funciona", se queja el activista sobre la aparente falta de receptividad de la antigua ministra de Zapatero.

El calentamiento climático es una realidad palpable en la costera Vigo, avisa Manoel Santos. Como ejemplos de los efectos de la mayor temperatura, señala que los mejillones que se crían en las bateas de la ría han disminuido de tamaño o que los bancos de peces que van a faenar los barcos de altura de la gran flota pesquera local se están desplazando en el Atlántico.

Bateas de mejillones en la ría de Vigo, junto al puente de Rande.

Bateas de mejillones en la ría de Vigo, junto al puente de Rande. E. del C.

El vigués Antón Lois, educador medioambiental y portavoz de la asociación ecologista Amigos da Terra.

El vigués Antón Lois, educador medioambiental y portavoz de la asociación ecologista Amigos da Terra. Miguel Núñez (cedida por Antón Lois)

"Vigo dobla los límites de contaminación de aire que fija la OMS y por encima de los cuales aumentan las muertes"

Antón Lois, educador medioambiental y portavoz de Amigos da Terra

Antón Lois calcula que las navidades de Vigo "superarán las 1.000 toneladas" en emisiones de dióxido de carbono (CO2), gas de efecto invernadero, una cantidad anecdótica pero simbólica que supone el 0,0005% dentro de los dos millones de toneladas de CO2 que vierte al año la ciudad, según los últimos datos disponibles del Valedor do Cidadán de Vigo (Defensor del Ciudadano), de 2012.

Tocan a 6,92 toneladas de CO2 equivalentes al año por vigués (más que las 4,08 de la ciudad de Madrid pero menos que los 7,38 de la media de España en 2012, que ha bajado a 6,65 en 2019). La contaminación per capita es en realidad "el doble" si se cuenta lo que cuesta producir la energía que consumen sus habitantes, alerta el educador ambiental. El Ayuntamiento, recuerda, firmó la declaración de emergencia climática pero falta "voluntad de aplicarla".

Peatones y vehículos en el céntrico cruce de Gran Vía con Urzaiz.

Peatones y vehículos en el céntrico cruce de Gran Vía con Urzaiz. E. del C.

Las aceras de la céntrica calle Urzaiz de Vigo, llena de viandantes.

Las aceras de la céntrica calle Urzaiz de Vigo, llena de viandantes. E. del C.

Autobuses... No eléctricos

Cuenta Antón Lois como reveladora anécdota que el único transporte público eléctrico que funcionó en la ciudad, un microbús en la zona centro, fue una idea del BNG, y que en cuanto el regidor pudo prescindir de su socio de gobierno al lograr la mayoría absoluta, el microbús eléctrico salió del servicio "y quedó perdido en un almacén".

Sostiene Lois que el Ayuntamiento debería recuperar la gestión municipal del transporte público, adjudicado desde 1968 a la empresa privada Vitrasa, del Grupo Avanza, e introducir autobuses eléctricos, o por lo menos aprovechar las licitaciones para imponer a los concursantes esa condición. "En lugar de eso, han prorrogado cinco años la concesión hasta 2025", lamenta.

El transporte público está adjudicado desde 1968 a la empresa privada Vitrasa, cuyos 125 autobuses urbanos son todos diésel

Hace unos días fue noticia en Madrid que el Ayuntamiento de Martínez-Almeida va a invertir 83 millones del superávit en comprar 246 nuevos autobuses verdes para la Empresa Municipal de Transportes (EMT), de los que 190 serán de gas natural comprimido y 56 eléctricos, con el objetivo de que en 2023 no haya ninguno de gasoil entre los 2.100 de la flota. Algo que no puede hacer su colega Caballero, al que Martínez-Almeida preguntó por sus luces navideñas, porque en Vigo el servicio está privatizado. La empresa Vitrasa informa a EL ESPAÑOL | Porfolio de que los 125 autobuses que cubren Vigo son diésel, pero de motores Euro 5 y Euro 6, menos contaminantes. No hay ninguno eléctrico, aunque la empresa dice que estudia la viabilidad de implantarlos.

Un autobús de la concesionaria Vitrasa pasa ante el edificio del Concello o Ayuntamiento de Vigo.

Un autobús de la concesionaria Vitrasa pasa ante el edificio del Concello o Ayuntamiento de Vigo. E. del C.

Por lo que respecta a los alrededor de 250 vehículos de la flota municipal (desde bomberos a policías), que sí dependen del Ayuntamiento, las últimas cifras publicadas, de 2018, indican que el 90% usa gasóleo de combustible y el resto gasolina.
Los 125 autobuses de Vitrasa son más de la mitad de los 239 autobuses que la Dirección General de Tráfico (DGT) tenía registrados en Vigo a finales del año 2017, mientras que los 250 vehículos municipales suponen una mínima parte de los 147.651 turismos, 11.876 ciclomotores, 25.767 motocicletas o 690 tractores industriales matriculados en el municipio en la misma fecha, de modo que por sí solos no acabarán con la contaminación si se electrifican. Pero, dicen los ecologistas, el Ayuntamiento debe ser el primero en dar ejemplo a la población, y no lo hace.

Caballero se defiende

¿Qué dice el alcalde? Volvamos a la rueda de prensa, donde Abel Caballero refuta con sus datos y argumentos las críticas de esos ecologistas "que no son de Vigo". Como joya de su política de movilidad, resalta que ha creado desde 2015 el sistema Vigo Vertical, con cintas móviles como las de los aeropuertos (estrenadas en la Gran Vía viguesa en diciembre de 2020), escaleras mecánicas (como en Porta do Sol) y ascensores de tipo cremallera (como entre Camelias y Pi y Margall), que sirven para facilitar y promover los desplazamientos peatonales en vez del coche, salvando 50 metros de desnivel entre las partes alta y baja. "No hay ninguna ciudad en el mundo que tenga esto", proclama.

Una de las escaleras mecánicas de 'Vigo Vertical', junto a la Puerta del Sol.

Una de las escaleras mecánicas de 'Vigo Vertical', junto a la Puerta del Sol. E. del C.

Un tramo de las coloristas escaleras mecánicas que unen las zonas alta y baja del centro.

Un tramo de las coloristas escaleras mecánicas que unen las zonas alta y baja del centro. E. del C.

Cinta mecánica en la cuesta de la Gran Vía viguesa.

Cinta mecánica en la cuesta de la Gran Vía viguesa. E. del C.

Ascensor cremallera del sistema 'Vigo Vertical' entre la avenida de las Camelias y Pi y Margall.

Ascensor cremallera del sistema 'Vigo Vertical' entre la avenida de las Camelias y Pi y Margall. E. del C.

Dice que el nuevo Plan General de Ordenación Municipal, actualmente en exposición pública en el auditorio Mar de Vigo, contempla la creación de grandes zonas verdes. Que ha presentado decenas de proyectos para desarrollar el "turismo sostenible" con fondos europeos Next Generation. Que la ciudad está en primera línea de la conversión a la economía verde en Europa al participar en el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) del Vehículo Eléctrico y Conectado, con el objetivo de instalar aquí una fábrica de baterías eléctricas de la mano de la gran fábrica local de coches (del Grupo Stellantis, antes PSA y Citröen-Peugeot).

Las luces de Navidad, el 0,54% de la factura anual

El regidor hace su habitual signo de la victoria, en el encendido del 23 de noviembre de 2019.

El regidor hace su habitual signo de la victoria, en el encendido del 23 de noviembre de 2019. Efe

El alcalde de Vigo desmiente que las luces de Navidad sean un derroche energético y que se asocie su luz al negacionismo o la indiferencia ante la emergencia climática. Estos 11 millones de luces LED de bajo consumo gastan entre el 20 de noviembre y el 10 de enero "como un estadio de fútbol de 30.000 espectadores durante un mes de enero", dice Caballero. El aumento del coste de la electricidad, añade, le supondría al Ayuntamiento apenas "15.000 euros más", y el consumo total es "insignificante" dentro de la factura anual de luz de 5,5 millones de euros que paga el consistorio por el alumbrado público y de sus edificios.

Más tarde, el equipo de prensa del alcalde informa de que el despliegue municipal navideño de este año costará menos de un millón de euros (el contrato con la empresa Iluminaciones Ximénez de Puente Genil, Córdoba, es de 929.052,52 euros IVA incluido) y que el gasto en las luces es una parte mínima del presupuesto anual. "El recibo de las luces de Navidad es de 30.000 euros y al Concello no le afecta la subida de precios de la luz porque tiene un contrato fijo que termina a finales de 2022", explican.

La luz normal de las farolas se lleva 3,5 millones de euros de los 5,5 de la factura de electricidad anual. Los 30.000 euros de las luces navideñas suponen así el 0,54% del consumo total al año del Ayuntamiento de Vigo. (Por comparar, Madrid ha colocado también 11 millones de luces LED, igual que Vigo, pero gastará el triple en el montaje navideño, 3,6 millones de euros).

El beneficio económico para el turismo, el comercio y la hostelería es, dice el alcalde, mucho mayor. Caballero estimó en enero de 2019 que la riqueza generada multiplicaba por 25 la inversión. En la Navidad de 2019-2020, antes de la pandemia, la ocupación media hotelera de Vigo fue del 81,6% (más del doble que el 37% de 2017), que subió al 90,2% los fines de semana. Por su árbol de la Puerta del Sol pasaron casi cuatro millones de personas mayores de 18 años, contados con sistemas informáticos, cifran desde la Alcaldía.

Abel Caballero, alcalde de Vigo desde 2007 por el Partido Socialista, posa en el salón de plenos.

Abel Caballero, alcalde de Vigo desde 2007 por el Partido Socialista, posa en el salón de plenos. E. del C.

Tras 42 minutos de rueda de prensa, el alcalde, de buen humor, departe a solas con el periodista visitante. No tanto para hablar de sostenibilidad como sobre su personal estilo de poder. Está casado con Cristina Alonso y no tiene hijos. Le decimos que a sus 75 años muestra una gran energía. El ministro serio y gris de Felipe González se ha redescubierto con otra personalidad como alcalde, con una nueva vis cómica, comunicativa, dicharachera, popular (y, a ratos, populista). Dice que lo felicita hasta el obispo, Luis Quinteiro.

¿Seguirá en 2031?

Pregunta.- Como alcalde más veterano y con más experiencia política en España, lo veo como una locomotora, con ganas de seguir mucho más.

Respuesta.- Sí… [ríe]. Voy a seguir, voy a presentarme a las siguientes [elecciones, en 2023] y las ganaré, me presentaré a las otras [en 2027] y las ganaré, y las otras, que son en 2031, Dios dirá.

P.- La crítica que le hacen los líderes ecologistas es que tiene una mayoría tan poderosa que muchas veces no dialoga, porque no lo necesita.

R.- Yo dialogo permanentemente. ¿Te vienes a la ciudad conmigo a pasear y ves el diálogo? Yo voy hablando con todo el mundo. Yo tengo un programa de televisión de preguntas en directo (ahora lo estamos grabando por el Covid) y ahí viene todo el mundo. Ando todo el día por la calle. Estoy en las asociaciones de vecinos continuamente. Nadie dialoga tanto como yo. ¿A qué le llaman diálogo? Aquí hay una federación de vecinos que es muy poquito representativa. Yo hablo con las asociaciones, no quiero intermediarios. Yo dialogo con nueve bandas de música, dos orquestas sinfónicas, con toda la música folk de Vigo, que es inmensa, docenas y docenas de grupos. ¿Cómo que no dialogo? No dialogo con ese señor, que no sé quién será.

Abel Caballero en 1986, cuando era ministro de Transportes, Comunicaciones y Turismo con Felipe González.

Abel Caballero en 1986, cuando era ministro de Transportes, Comunicaciones y Turismo con Felipe González. Rob Bogaerts Anefo - Nationaal Archief

P.- ¿Está disfrutando ahora en su etapa de alcalde más que cuando era ministro?

R.- Mááás, mucho mááás. Yo entro en la plaza de la Constitución, que es una plaza de terrazas, y la gente se puede poner a aplaudir. ¿Cómo no voy a disfrutar de eso? ¿Cómo no voy a disfrutar que en la calle todo el mundo me vaya saludando y sonriendo? Si voy caminando con Cristina, mi mujer, y ya sabemos que no podemos hablar porque voy saludando a todo el mundo. Tú no consigues el 70% del voto en una ciudad si no estás dialogando todo el día. ¡A mí me vota más gente del PP que al PP, más gente de Vox que a Vox, más gente de Ciudadanos que a Ciudadanos, y más gente de Mareas que a Mareas. Y todo el PSOE.

P.- ¿Se imaginaba el tirón que iba a tener de alcalde? ¿Le ha sobrepasado?

R.- La primera vez que me presenté, tuvimos el 29% del voto, y mi predecesor, Ventura [Pérez Mariño], también. Ahora tengo el 70% y en las siguientes lo voy a superar. Esto es un éxito, es un modelo de ciudad que camina unida. En Vigo hacemos que la ciudad esté por encima de la ideología. Mi partido es mi ciudad y yo no tengo otro partido que no sea Vigo. Yo soy del PSOE, participo mucho, estoy en la Ejecutiva Federal, pero mi partido es mi ciudad. Es una ciudad de concordia. Cuando yo llegué, había manifestaciones y en una asaltaron la Xunta y la quemaron. Ahora no pasa nada de eso. Yo defiendo la relación público-privada. Creo que es el modelo. Vitrasa [de autobuses] es privada y funciona maravillosamente bien. Creo que es mejor que algunas cosas las lleven empresas que saben más de eso. Es la ciudad más limpia de España. Nuestro modelo en Vigo es completamente distinto. Yo apoyo la enseñanza concertada. Coincidí en el Palacio de Oriente con gente de algún partido radical, radical por la derecha, y yo le decía que yo soy muy amigo del obispo. Todas las iglesias de Vigo las estoy arreglando yo. Son un patrimonio cultural de la ciudad. Ahora me voy a comer con un club de empresarios de Vigo, son quince, de empresas que tiene cada una ochocientos o mil trabajadores, pero también voy a comer con directores de colegio… La primera vez que estuvo aquí Pedro Sánchez, lo llevé a comer al albergue, donde duermen los sin techo. Hicimos un acto político y le dije: "Pedro, tienes que venir a comer al albergue municipal". Y se sentó con nosotros un señor que venía desde Orense y no tenía nada.

Vista de Vigo hacia el interior, desde el parque del Castro.

Vista de Vigo hacia el interior, desde el parque del Castro. E. del C.

El edificio del Ayuntamiento con su gran torre, en primer término, frente a la ría de Vigo.

El edificio del Ayuntamiento con su gran torre, en primer término, frente a la ría de Vigo. E. del C.

"Mi valoración en Vigo supera el 8, y soy el político más valorado de Galicia. El segundo es Feijóo, lo cual él lleva muy mal"

P.- ¿Cuántas horas le dedica a la Alcaldía?

R.- Toda mi vida. Yo hace catorce años que no cogí ni un día de vacaciones. Y mi mujer lo asume. Cristina está de acuerdo y yo le dedico mi vida entera a esta ciudad. Entera. Desde las ocho de la mañana que salgo de casa, a las doce de la noche que llego. Todo el tiempo. Me suelen decir mucho, "pero tú tienes varios dobles, ¿no? Porque te dejé en tal sitio y ahora estás aquí"… Yo me muevo mucho. Yo nunca estoy en un sitio dos horas. Nosotros tenemos un modelo muy centrado de alcalde. Yo tengo una valoración altísima en Vigo, no te puedes imaginar, mi valoración en Vigo supera el 8, y soy el político más valorado de Galicia. El segundo es Feijóo, lo cual él lleva muy mal. Yo presento los conciertos en Vigo. Aquí estuvo Maná. Había ochenta mil personas y lo presenté yo. Y cuando habló Maná, dijo: "En el mundo, cuando un político sale, le pitan, y aquí vi que sale el alcalde y lo aplaudisteis, y eso no lo había visto nunca". La gente cuando me ve sabe que soy PSOE, pero me ve Vigo.

P.- ¿De dónde surgió la idea de la Navidad?

R.- Yo lancé la Navidad. Por razones personales. Hice una declaración y un vídeo que se hizo viral, fue trending topic, un vídeo en el que decía que íbamos a dejar pequeños a Madrid, a Barcelona, y eso a la gente le hizo mucha gracia. Y entonces cuando vi que ese vídeo lo habían visto millones de personas, dije, aquí hay algo. Y entonces lanzamos la idea de la Navidad. ¿Por qué triunfó la idea de la Navidad en Vigo? Porque llevamos dos mil años de cultura cristiana y la Navidad es probablemente el elemento cultural más profundo de toda la Europa occidental y, por tanto, de América. La Navidad es la gran celebración, son las luces, la música, los árboles. Me lo pidió una vez una chica por la calle: "Alcalde, tienes que hacer un belén". Y hacemos un belén que seguramente es el más grande de España. La Navidad la asumen los practicantes y los no practicantes, y ése es el éxito. El obispo me dice, "es que tú fuiste el que regeneraste la Navidad en España".

Como prueba concluyente de la rentabilidad de sus luces navideñas, Abel Caballero resalta el nivel de los visitantes más poderosos. La élite empresarial de España. "Uno de los grandes hoteles de Vigo me decía después de la Navidad de 2019: 'Alcalde, ¡en mi hotel ha estado todo el IBEX!'".

Las luces cotidianas de Vigo al amanecer, vistas desde un autobús urbano.

Las luces cotidianas de Vigo al amanecer, vistas desde un autobús urbano. Eduardo del Campo