Las Vegas, conocida popularmente como la 'Ciudad del Pecado' y el 'Patio de recreo de América', es uno de los principales destinos turísticos de Estados Unidos debido a sus grandes casinos, sus espectáculos artísticos y su extravagante vida nocturna. El pasado 29 de septiembre la ciudad asombró al mundo con el estreno de su nueva atracción de entretenimiento: The Sphere (La Esfera, en español), un espectacular auditorio en forma de esfera que inauguró la banda irlandesa U2 con un concierto que se volvió viral y que cuenta con participación española, ya que sus inmensas pantallas se han diseñado en Zaragoza.

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El arquitecto Miguel Fontgivell, CEO de Oboria Digital y director general de la filial española de Saco Technologies, y su grupo de ingenieros, programadores e informáticos se han encargado de diseñar desde la calle del Coso, en Zaragoza, las pantallas de la obra arquitectónica del momento. The Sphere es un auditorio único de más de 110 metros de alto por 157 metros de ancho con capacidad para 18.000 asistentes que está ubicado en pleno centro de Las Vegas, donde su esfera ocupa 7 hectáreas y cuenta con una pantalla LED de 54.000 metros cuadrados, capacidad inmersiva de 360 grados y 128 K de resolución.

La puesta en escena de The Sphere ha dado la vuelta al mundo y ha tenido una gran acogida, algo que el estudio de arquitectura español no esperaba, al menos en esas cuotas. "El 4 de julio se estrenó el exterior del edificio y la recepción del público estuvo bien, pero ya avisamos de que la gran sorpresa estaba en el interior. Creíamos que iba a tener mucha popularidad, pero nos ha sobrepasado de manera positiva. Además, gracias a esta difusión nos han contactado empresas de aquí y ahora queremos hacer algo parecido en España, aunque somos conscientes de que sería algo más pequeñito", explica Miguel Fontgivell a EL ESPAÑOL - Omicrono.

Miguel Fontgivell y su equipo llevan trabajando en The Sphere desde 20128. Un proyecto que les llegó gracias a su colaboración pasada con Saco Technologies, que creó la primera pantalla LED para conciertos de música en 1987 que, casualmente, también fue para U2. "Les echaba una mano en otros proyectos, como la iluminación de Burj Khalifa. Cuando terminamos en Dubái, al tiempo recibí la llamada de Populuos, responsables de The Sphere, para que les echara una mano con la pantalla exterior. Luego me pidieron también la interior y a Madison Square Garden -los propietarios- le gustó cómo hacíamos las cosas, así se coció todo", señala el arquitecto. 

Diseñadas con IA

The Sphere ya está totalmente operativa y se ha ideado para albergar los espectáculos más importantes del mundo. Un edificio que ya destaca entre los numerosos casinos y llamativos hoteles de Las Vegas y que permite "llevarte, sobre todo su interior, a un mundo de realidad virtual sin necesidad de gafas ni de ningún otro dispositivo personal. Se juega a eso, con la escala, engañar la percepción del ser humano y hacerle creer que está en otro lugar", explica a este periódico Fontgivell; quien resalta que la pantalla interior tiene 15.000 metros cuadrados y 110 metros de ancho y la exterior, 54.000 metros cuadrados y 157 metros de ancho. 

U2 con las pantallas interiores a la espalda. The Sphere / Rich Fury Omicrono

Para su construcción se han necesitado 1,2 millones de paneles LED y la experiencia de entretenimiento la completan una gran variedad de tecnología, como un equipo de sonido de 164.000 altavoces o asientos hápticos, que se mueven con la imagen y permiten una mayor inmersión. Tanto por su diseño como por su tamaño y prestaciones, trabajar en un edificio como The Sphere, "fue un proyecto complejo. Todo un reto, pero muy divertido y gratificante. La verdad es que teníamos los medios y nos va la marcha", indica el arquitecto zaragozano.

Eso sí, Fontgivell destaca que tanto él como su equipo desde el primer momento en el que pusieron las manos en el proyecto estaban "encantados porque llevábamos muchos años invirtiendo en desarrollo, en unir los mundos de la tecnología y la computación avanzada con el diseño de arquitectura". Y es que una de las claves de las grandes pantallas del auditorio de Las Vegas es que se diseñaron utilizando inteligencia artificial (IA), tecnología "cuyo término es muy amplio y en la que llevamos trabajando desde el 2017".

El arquitecto maño explica que su estudio utilizó durante la creación de la pantallas de The Sphere aquellas inteligencias artificiales "que sirven para buscar soluciones a problemas complejos que son muy difíciles de programar. Lo que haces es diseñar como un examinador, por llamarlo de alguna manera, que tiene la tarea de buscar soluciones para que la IA las cree. Luego le dice a la inteligencia artificial si va bien o mal, y a base de prueba y error, la IA aprende a encontrar la solución óptima sin tener que programar todos los detalles". 

Fontgivell también aclara que, lo que se llama el espacio del problema de este diseño -que es todo aquello que ocurre antes de empezar a diseñar y que conlleva explorar la problemática para comprender el producto- "es muy amplio. Tiene muchas variantes y hay muchos parámetros que entran en juego, desde caídas de tensión en los cables en función de la sección del cable o en función del voltaje que va por ellos. Osea, es un problema muy complicado, que tiene muchísimas variables que al final genera un abanico de probabilidades y de posibilidades. Con la IA en su momento sacamos unos 1.800 años de cálculos, algo que sin ella sería imposible".

Momento de la construcción de The Sphere. MSG Entertainment Omicrono

Durante el proceso de diseño de estas grandes pantallas LED el arquitecto español y su equipo se encontraron con varios retos. El primero de ellos es "la complejidad matemática de diseñarlo, que es donde necesariamente tienes que tirar todas estas cuestiones de inteligencia artificial". Luego está el propio diseño en esfera, "que es la complicación de la geometría de doble curvatura de los paneles y hay que tener en cuenta muchísimas cosas". Por último, está la ejecución, que "aquí lo más difícil es toda la parte de la precisión en la fabricación y en la instalación de todo el sistema. Todo lo que has calculado con IA y en el ordenador lo tienes que mantener en el mundo real y no es tan fácil. Aunque si se comparan las pantallas, ha sido mucho más complicado crear la interior que la exterior".

Proyectos en España

La gran repercusión que ha tenido The Sphere, que ha supuesto una inversión de 2.500 millones de euros,ha pillado por sorpresa a Miguel Fontgivell y su equipo, ya que esperaban que la acogida fuera menor. De hecho, el propio arquitecto se sincera y asegura que está encantado, "pero en absoluto creíamos que iba a convertirse en un edificio mencionado en todo el mundo. Yo creía que iba a ser un edificio que los frikis (en el buen sentido) conocerían y que en Estados Unidos sería famoso; pero no que saliera en todos los medios del mundo y que la gente de todos los países esté hablando de ello".

El arquitecto Miguel Fontgivell junto con su equipo. Daniel Marcos Omicrono

Su gran trabajo con las pantallas LED y la difusión del estreno del auditorio le ha servido al estudio de arquitectos zaragozano para que "mucha gente se ponga en contacto con nosotros para ver si hay oportunidad de realizar algo en España, o en Aragón en particular. Queremos hacerlo por orgullo patrio. Es nuestra espinita clavada. Y, aunque sería algo más pequeño, nos apetece muchísimo quitarnos esta espinita. Yo creo que con suerte en unos años lo haremos". Eso sí, reconoce que este tipo de obras de gran tamaño de iluminación de edificios "son más fáciles de construir en zonas espectáculo más modernas que quieren atraer al usuario y con menos tradición en la arquitectura, como puede ser Dubái".

Aunque aún no han hecho nada así en nuestro país, Fontgivell confirma que su estudio estuvo a punto de trabajar en el nuevo Santiago Bernabéu, ya que estuvieron viendo el proyecto del videomarcador que era 360 grados, y luego redujeron, y la fachada exterior. Algo que finalmente se terminó cayendo, "ya que era una relación endeble y las reuniones eran con cinco intermediarios de por medio y encima de otros países. Y eso que estamos a 300 kilómetros. Y en el momento en el que uno falla, se rompe la cadena y acabó por no salir". Aun así, vuelve a destacar que tienen "muchas ganas de hacer algo en España". 

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