Millones de personas patean cada día las calles de las grandes ciudades como Madrid y Barcelona sin prestar especial atención a las baldosas que sostienen sus pisadas. Este elemento suele ser ignorado aunque el más antiguo refleje parte de la historia de la ciudad y el más moderno esconda tecnologías que le permiten descontaminar el aire o generar energía solar. En los últimos años, este elemento urbano se ha modernizado hasta el punto de nutrirse de la basura que los ciudadanos más incívicos arrojan sobre él, como las colillas de cigarrillo.

En España el 30% de la población era fumadora en 2022, según datos de la SEPA (Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica). Un dato superior al que daba el INE en 2021 del 22%. Los fumadores españoles han ido dejando el tabaco de forma progresiva en la última década, pero este descenso se está estabilizando, incluso recupera fuerza recientemente.

Esto supone un gran número de desechos, los cigarrillos que se pueden ver por las calles. Colillas gastadas y abandonadas, en vez de depositarlas en la basura más cercana. A este resto contaminante se le puede dar una segunda vida, para seguir pisándolas, pero sin que contaminen el aire y el agua con la propuesta de la empresa francesa PaveCo, que fabrica adoquines a partir de colillas.

Adoquines de tabaco

Cada minuto se tiran a la tierra 8 millones de colillas en todo el mundo, denuncia PaveCo. Un gesto muy común, pero que implica arrojar a la naturaleza 4.000 sustancias químicas que hay dentro del cigarrillo, por no mencionar el riesgo de incendio si no se ha apagado correctamente.

Estas colillas pueden tardar en degradarse hasta 50 años, mientras tanto sus componentes contaminan el agua y otros entornos, como las playas. Todo esto es lo que pretende evitar con este proyecto, que no solo retira de las calles y naturaleza este peligroso desecho, sino que le da una segunda vida más limpia y productiva.

Basura con colillas PavécO Omicrono

Las colillas llegan a formar parte del pavimento a través de un programa de recogida emprendido por la empresa RECYLÉO, que ha creado una serie de ceniceros llamados "pose clop". Colocados en aquellos espacios de don habitualmente se reúnen los amantes del tabaco, estos ceniceros recogen las polillas desechadas para darles una nueva vida fuera de la contaminación de las calles o alcantarillas. 

Tras ese primer paso de recogida de los desechos, comienza el proceso de transformación. El uso de las colillas desechadas como materia prima para este material de construcción se basa en un análisis del ciclo de vida realizado en colaboración con Deloitte y el grupo APAVE. El estudio demostró las capacidades de la arcilla como absorbente de los componentes del cigarrillo. Un kilogramo de pavimento cerámico equivale a 150 colillas reutilizadas.

Cenicero para reciclar colillas de cigarrillo RecycléOburO Omicrono

La arcilla y las colillas se mezclan para formar una masa cerámica resistente que después debe hornearse. La fabricación es muy similar a la tradicional de los adoquines, pero al añadirle un componente extra de elementos químicos tóxicos, requiere de un delicado tratamiento para evitar que el resultado contamine el aire y el agua durante la transformación y posterior uso.

Libres de contaminación

Para ellos, se aplican dos estudios diferentes: el primero consiste en un análisis atmosférico de los humos generados durante la cocción de los adoquines y, en segundo lugar, se realiza una lixiviación, es decir, dar un baño a los adoquines triturados en agua y comprobar el impacto que sus componentes tienen en el líquido.

Adoquines en el horno PavécO Omicrono

La lixiviación es un proceso utilizado en numerosos sectores como la agricultura o la metalurgia. Por ejemplo, el azúcar extraído de la remolacha se produce por lixiviación, así como la extracción de colorantes se realiza a partir de materias sólidas por lixiviación con alcohol o soda.

El objetivo es extraer uno o varios solutos de un sólido, mediante la utilización de un disolvente líquido. Sin embargo, esta técnica también se realiza en proyectos ecológicos para indicar el desplazamiento hacia los ríos y mares de los desechos y excrementos y otros contaminantes como pueden ser los fertilizantes. Así se comprueba si están siendo arrastrados por el agua.

Pavimento de cigarrillos PavécO Omicrono

No hay que olvidar que este producto acabará formando parte de la calzada por la que se mueven los peatones. Estarán expuestos al impacto de vehículos y pisadas, además de la lluvia y demás agentes medioambientales, por lo que deben ser resistentes, además de no liberar contaminantes como sí hacen las colillas que se tiran a la calle.

Además, el proyecto se ha diseñado para que su impacto en el medioambiente sea mínimo, fijando todas las fases de forma local. Tanto la recolección como la producción de adoquines se genera en la misma localidad, para que los fumadores de la zona contribuyan con la reconstrucción de la ciudad. Aunque, principalmente esta propuesta regional persigue no contaminar con el exceso de transporte. Actualmente la empresa trabaja en Burdeos.

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