El cambiante precio de las energías en España provoca que las persones busquen métodos con los que bajar las facturas, siendo los paneles fotovoltaicos o mini aerogeneradores las principales opciones. Las alternativas no quedan sólo ahí, sino que a la hora de construir una casa también se puede ahorrar en luz y gas, ya sea optando por utilizar un revolucionario ladrillo para el aislamiento o un muro que aprovecha la energía del sol para climatizar la vivienda.

Actualmente existen multitud de estrategias pasivas que ayudarían a reducir el consumo energético de las viviendas con tan sólo incorporarlas al diseño de la casa. Una de ellas es el muro parietodinámico, también conocido como chimenea solar, que son un excelente sistema para climatizar el interior de un edificio sin tener que gastar energía de ningún tipo. 

Una alternativa bioclimática sostenible que aprovecha la radiación solar para calentar una cámara acristalada para generar un movimiento de convección que introduce el aire caliente en la casa mediante compuertas. Además, también se puede aprovechar para extraer el aire de la vivienda y, por tanto, mejorar la ventilación de la misma.

Aprovecha la energía solar

El muro parietodinámico es una técnica arquitectónica ya existente que utiliza la energía del sol para dar ventilación natural y controlar la temperatura interior de una casa sin que se tenga que depender del uso de la calefacción o del aire acondicionado.

Un método sencillo que consiste en una pared vertical con varias aberturas en su zona superior para la entrada de la luz solar y la circulación del aire. El concepto de esta tecnología se basa en el principio físico de la convección, es decir, el movimiento del aire caliente va hacia arriba y el frío hacia abajo. 

Esquema del funcionamiento de un muro parietodinámico en invierno. Ángel Sánchez Inocencio Omicrono

Un muro cuya altura dependerá del edificio y que puede estar hecho de ladrillo, madera, cristales u hormigón, entre otros materiales. Además, gracias a su diseño se puede emplear para extraer o introducir aire caliente en la casa, funcionando de forma diferente en invierno y verano. Cuando las temperaturas caen, este sistema ejerce de calefacción.

Esto significa que el aire de la cámara acristalada se calienta con la radiación solar y con ello se genera un movimiento de convección que precaliente ese aire; que posteriormente es el que se mete en la casa. Una técnica que permite obtener aumentos de hasta 3ºC de manera gratuita y sin gastar en luz o gas.

Esquema del funcionamiento de un muro parietodinámico en verano. Ángel Sánchez Inocencio Omicrono

Cuando llega el verano, el muro parietodinámico actúa como un extractor de aire de manera pasiva y eficiente, mejorando la ventilación y reduciendo la carga térmica de la casa. Eso se debe gracias al efecto Venturi, que es un fenómeno físico en el cual un fluido en movimiento dentro de un conducto cerrado o tubería disminuye su presión aumentando la velocidad al pasar por una sección con un área mucho menor que la habitual.

Es decir, el movimiento de convección que se genera por la entrada de aire caliente mediante las aberturas superiores del muro crea una corriente de aire que desciende y, al pasar por las compuertas inferiores, extrae el aire de la habitación sin necesidad de contar con un sistema de ventilación mecánica. 

¿Qué ventajas tiene?

Levantar un muro parietodinámico ofrece una serie de ventajas. Una de ellas es su eficiencia energética, ya que al aprovechar el sol para proporcionar ventilación y control de temperatura no requiere de energía extra para funcionar. Y, por tanto, es sostenible y respetuoso con el medioambiente.

Otra ventaja es que proporciona una ventilación natural, lo que ayuda a reducir la humedad, el moho y otros problemas de salud que se asocian a una mala ventilación. Al mantener una temperatura interior agradable, esta solución también ofrece cierto confort: mantiene la casa fresca en verano y caliente en invierno. 

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Su diseño también hace que tenga un bajo coste de mantenimiento y sea una pieza arquitectónica que mejora la estética de una casa. Mientras que al poder ser construido con diversos materiales y diferentes formas permite una personalización al gusto del propietario de la casa.

Eso sí, cabe destacar que para su diseño e instalación es necesario tener en cuenta aspectos como la orientación, el tamaño, las aberturas, la compensación y los materiales para asegurar su correcto funcionamiento y eficiencia energética. 

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