Black Hornet en la palma de una mano.

Black Hornet en la palma de una mano. Miranda Mahoney

Defensa y Espacio

Black Hornet, el diminuto dron de vigilancia casi imposible de detectar que Ucrania usará contra Rusia

El país presidido por Volodimir Zelenski recibirá en las próximas semanas 850 de estos microdrones cedidos por Noruega y Reino Unido.

3 septiembre, 2022 03:09

Ucrania realiza movimientos a la desesperada para prepararse ante las posibles represalias que pueda llevar a cabo Rusia por la polémica muerte de Daria Duguina, hija del líder del movimiento ultranacionalista Alexandr Duguin. Tal es su desesperación que cualquier ayuda es poca. En el caso de España, se trata del vigésimo país que más donaciones armamentísticas ha realizado, según la base de datos del Instituto Kiel para la Economía Mundial.

[Ucrania, a la desesperada: convierte drones de espionaje en misiles y los lanza contra Rusia]

Tras Estados Unidos, el segundo puesto lo ocupa Reino Unido, con un total de 4.000 millones de euros. Una cifra que aumentará en los próximos días, pues el gobierno británico —en colaboración con Noruega— pretende invertir 9 millones de euros más en un completo paquete de vigilancia que donará a Ucrania.

Esta donación destaca especialmente por las 850 unidades de un minúsculo dron de vigilancia que cabe en la palma de la mano. Su nombre es Black Hornet (avispón negro) y, según el ministro de Defensa noruego, Bjørn Arild Gram, "es líder en el mercado mundial". Como prueba de ello, el actual Centro de Soldados del Comando de Desarrollo de Capacidades de Combate de los Estados Unidos (CCDCSC, por sus siglas en inglés) seleccionó hace ya ocho años el PD-100 Black Hornet después de compararlo con el resto de modelos similares que existían.

Un soldado sostiene en su mano el Black Hornet

Un soldado sostiene en su mano el Black Hornet FLIR

Sin embargo, las declaraciones del representante noruego deben ponerse en contexto, pues se trata de un diseño con firma noruega, más en concreto, de la empresa Prox Dynamisc AS. Aun así, Gram ha resaltado que "países como Estados Unidos y Reino Unido ya lo han utilizado para el reconocimiento y la identificación de objetivos".

Por su parte, Noruega ha colaborado con la aportación de 400 millones de coronas noruegas, que al cambio actual vendrían a ser unos 41,4 millones de euros. Y es que, según el comunicado de prensa de la Organización de Seguridad y Servicios del Gobierno escandinavo, están "uniendo fuerzas" con países como Reino Unido "para adquirir el diminuto dron" que se espera donar a Ucrania en los próximos días.

La guerra en directo

El Black Hornet es considerado un UAV (Unmanned Aerial Vehicle o vehículo volador no tripulado), equipado con tres cámaras que apuntan hacia adelante, hacia abajo y otra más que está dirigida también hacia abajo pero a 45 grados. Este equipamiento es el que permite al operador tener vídeos en movimiento e imágenes fijas al instante en un terminal remoto.

Black Hornet

Black Hornet FLIR

El paquete que recibirá Ucrania como donación contará, como todos los Black Hornet, con dos helicópteros. Esto se debe a que mientras uno de ellos alcanza el 90% de su carga entre unos 20 y 25 minutos de vuelo, el otro está preparado para volar cuando éste necesita ser recargado. Así, el ejército ucraniano podrá realizar un seguimiento aéreo de la zona durante dos horas ininterrumpidas.

La compra en cuestión también incluye material de repuesto, transporte y formación, de la que se encargará el Reino Unido. De hecho, el ejército británico será quien forme a los contendientes ucranianos, que ya habían solicitado este tipo de equipos para poder hacer frente a la invasión rusa.

NightFighter

NightFighter SteelRock

El primer ministro ha utilizado los adjetivos "robusto, fácil en su manejo y casi imposible de detectar" en referencia a este dron que pesa tan solo 16 gramos y mide 10 centímetros de largo, lo que lo convierte en el equipo militar operativo más pequeño en el mundo de los drones de guerra. Además, se adquirirá el sistema antidrones Nightfighter de la empresa británica SteelRock Technologies, aunque será Noruega la encargada de realizar la inversión con unos 100 millones de los fondos de apoyo en los que participa el país escandinavo.

Se trata de un sistema portátil que sirve para protegerse de los drones a través de interferencias. Es especialmente adecuado para hacer frente a patrullas pequeñas y artillería de campaña. En este sentido, el Secretario de Defensa del Reino Unido, Ben Wallace, ha reconocido que intentan demostrar así la colaboración de su país y Noruega, con la que pretender "luchar en el campo de batalla para defender a Ucrania de la brutal invasión de Putin".

Ojos en el aire

"Black Hornet permite al soldado a pie no especializado tomar la misma conciencia situacional que un vehículo aéreo no tripulado", según apuntan los propios fabricantes desde su web. Esta capacidad de detección se debe a la "innovadora tecnología de infrarrojos y observación terrestre" con la que se acorta la distancia entre los sensores aéreos y los de tierra.

Los sensores también ofrecen la posibilidad de visión nocturna y diurna con calidad de alta definición. Durante el vuelo, si hay una pérdida de transmisión de datos o los niveles de batería se vuelven excesivamente bajos, el Black Hornet es capaz de volver automáticamente a la ubicación desde la que se lanzó.

Un soldado utilizando el terminal remoto de Black Hornet

Un soldado utilizando el terminal remoto de Black Hornet FLIR

La Fuerza de Guerra Naval Especial (FGNE) de la Armada española ya conoce este tipo de armamento, pues el pasado abril se hizo con tres de estos mini drones. Se trataba del Black Hornet 3, ya que contaban desde 2016 con la versión 2 en el marco del programa Rapaz de la Dirección General de Armamento y Material.

Aunque Ucrania no es el único bando que utilizará los drones como principal baza de guerra. Sin duda, en el bando ruso están al tanto de esto, y por eso han puesto en marcha equipos de mano o de mayor tamaño para anular estas aeronaves en pleno vuelo. Por su parte, el ejército de Volodímir Zelenski recibió 110 potentes cañones antidrones a raíz de la campaña de crowdfunding que organizó el periodista lituano Andrius Tapinas.

En esta guerra buena parte de la población ucraniana está participando en la lucha con armamento prestado. También se fabrican versiones caseras. Se han difundido imágenes de cañones antidrones DIY que también anulan su vuelo provocando interferencias mediante ondas de radiofrecuencia.

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