Un técnico en el centro de vuelo de un espectáculo de drones

Un técnico en el centro de vuelo de un espectáculo de drones Flock Drone Art Omicrono

Tecnología

Los espectáculos con cientos de drones, la moda asiática que llegará a las fiestas de tu pueblo

Conocemos más detalles de cómo se llevan a cabo estos espectáculos de la mano de una empresa española que fabrica sus propios drones.

13 junio, 2022 02:39

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Los drones siguen avanzando a pasos agigantados y han empezado a sustituir antiguas maneras de hacer las cosas, también en España. Pueden ser los mejores aliados para rodar las trepidantes escenas de acción de la última película de Michael Bay o luchar contra los pájaros para mantener las plantaciones libres de picotazos. Las posibilidades y aplicaciones que ofrecen son casi ilimitadas

Por desgracia, también hay que tener en cuenta su uso militar, muy presente en el actual conflicto entre Rusia y Ucrania. Pero desde hace unos años hay otro sector, sobre todo en los países asiáticos, en el que estos dispositivos voladores están despuntando: los espectáculos de luces, el sustituto más tecnológico de los tradicionales fuegos artificiales.

Para conocer desde dentro los pormenores de esta creciente industria y cómo funcionan a nivel técnico estos enjambres sincronizados de drones, en EL ESPAÑOL - Omicrono hemos hablado con Flock Drone Art, startup creada en 2019 especializada en este tipo de coreografías de drones para eventos multitudinarios.

Drones exclusivos

Una serie de profesionales de diferentes ámbitos y aficionados a los drones se conocieron tras participar en un programa que organiza la Generalitat catalana para la creación de empresas de drones. Así se fundó Flock Drone Art, que pronto vio la necesidad de crear sus propios aparatos voladores para poder diseñar y realizar los espectáculos a su medida. 

“Empezamos comprando drones a través de una empresa coreana, pero no acabamos de quedar contentos con el resultado y decidimos crear nuestro propio diseño y fabricarlos por nuestra cuenta”, asegura Fran Arnau, promotor musical y CEO de la empresa.

Uno de los espectáculos de luces de Flock Drone Art

Uno de los espectáculos de luces de Flock Drone Art Flock Drone Art Omicrono

Básicamente, es una adaptación de un dron de carreras, ideal para poder tener mucha potencia. “No nos interesa tanto la velocidad como ser potentes, para poder tener reacciones rápidas cuando se requiere. Lo que la diferencia es que no son drones para grabar vídeo o transmitir imágenes en tiempo real, que es lo habitual que se ve en Internet”. 

Al no necesitar cámaras ni otro tipo de sensores, se aligera el peso de los drones y se les adapta una potente luz LED. Con eso, un GPS y una controladora, tienen más que suficiente para cumplir su misión. Eso se completa con una estación de vuelo, que les sirve para tener comunicación entre ellos y hace posible la sincronización para que haya cientos de drones volando a la vez, todos coordinados.

Cómo se diseña

Cada dron es el equivalente a un píxel, un punto de luz que luego formará las figuras y formas en el cielo que se hayan diseñado previamente. El objetivo, dice Arnau, “es volar tantos drones como se pueda o como nos contraten. Cuantos más, mejor, porque en esa equivalencia entre píxeles y drones podemos tener mayor resolución”. Aunque, como veremos más adelante, la legislación actual limita ese número a 200 drones. 

En Flock Drone Art ofrecen espectáculos prediseñados y otros a medida. En el segundo caso, lo primero que hacen es crear el guión de lo se pretende hacer. “Eso luego se traduce en un programa 3D, donde se representan los drones como esferas de color y con eso se hace un vídeo en un entorno 3D para saber cómo se verán los mensajes”, sostiene el CEO de la empresa. Después, ese vídeo se muestra al cliente para llegar a la aprobación final, siempre vigilando que no haya colisiones entre los drones y que las velocidades sean las adecuadas para después llevarlo a la realidad. 

Uno de los espectáculos de Flock Drone Art

El segundo paso es traducir las trayectorias que se generan en ese entorno 3D a una ruta GPS con coordenadas que se aplican a cada dron. Todos están numerados, así que se designa individualmente el cometido que cada uno tiene que cumplir: por ejemplo, ser el punto de la letra i en una palabra que aparecerá en el cielo. “Una vez se tiene eso, se llega al lugar del vuelo y allí se geolocaliza cada dron en una posición concreta. Con un programa de gestión controlamos todo lo demás: la telemetría, las velocidades y las baterías, para que todo funcione a la perfección”.

Ahora mismo, uno de los grandes desafíos pendientes es mejorar la limitación de tiempo de vuelo, que actualmente está entre los 10 y los 12 minutos debido a la escasa autonomía que ofrecen las baterías. Desde Flock Drone Art confirman que realmente los drones que utilizan tienen un tiempo de vuelo máximo de 25 minutos, pero por razones de seguridad reducen esa cifra a la mitad.

Limitaciones

El otro gran reto pendiente tiene que ver con la regulación, que en países como China o Corea del Sur permite el vuelo simultáneo de miles de drones, mientras aquí todavía es muy tímida al respecto. “Es como en un videojuego, vamos pasando pantallas poco a poco”, reconoce Arnau. “La limitación más grande que tenemos sigue siendo la del número de drones. Ahora mismo está limitado a 200, pero estamos pendientes de una regulación europea que tiene que salir pronto y que, previsiblemente, aumentará mucho ese número”.

Para asegurarse de que nada se tuerce, como sucedió en 2021 cuando cientos de drones cayeron sobre una multitud durante un espectáculo en la ciudad china de Zhengzhou, los dispositivos que utiliza la empresa catalana cuentan con un sistema redundante, que utiliza varias capas de seguridad para evitar que estos pequeños artilugios voladores puedan hacer daño a nadie, se escapen o caigan de manera descontrolada.

Espectáculo de drones en China

Espectáculo de drones en China WeChat Omicrono

 

Además de eso, insiste Arnau, “lo más importante es mantener una distancia prudencial respecto al público y a los edificios, dependiendo de dónde sea el espectáculo. En el caso de China, el problema es que volaron encima de gente con muy poca distancia. En esos casos, si pasa cualquier cosa la lluvia de drones está garantizada”. 

Lo ideal para observar el espectáculo es estar a unos 250 o 300 metros del centro de vuelo, el punto de partida de los drones antes de su despegue. Es el lugar perfecto para contemplar todos los matices y las dinámicas coreografías que realizan los drones, aunque también puede verse desde casi un kilómetro de distancia. 

Flock Drone Art ha participado hasta el momento en campañas publicitarias de marcas como Volkswagen o Zara, celebraciones institucionales y eventos culturales, pero está experimentando un crecimiento constante. "El año pasado realizamos solo diez espectáculos, en gran parte debido a las limitaciones de la pandemia. Este año estamos ya cerca de los 40, o sea, que hemos triplicado el número en apenas la mitad del tiempo. Es algo que va en claro aumento y, con toda probabilidad, acabará sustituyendo a la pirotecnia.

Son muchas las ventajas que ofrece esta apuesta frente al olor a pólvora y los petardazos provenientes del cielo: "son seguros, no contaminan y no generan ruido ambiental, evitando con ello los trastornos en animales y personas", concluye Arnau.

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