MQ-28

MQ-28 Boeing

Tecnología

Así es el Murciélago fantasma, el dron que se conecta a los cazas para protegerles y espiar

El MQ-28 Ghost Bat acaba de levantar el vuelo en Australia y promete proteger y servir de apoyo a cazas y aviones de espionaje.

18 abril, 2022 02:02

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La gran evolución de los drones en los últimos años con grandes dosis de autonomía e inteligencia artificial les ha convertido en los sustitutos perfectos de las aeronaves tripuladas en parte de las misiones. De esta forma, no se ponen en riesgo vidas humanas ni recursos materiales muy caros como son los cazas o algunos aviones de espionaje avanzado. El siguiente paso, en el que ya trabajan ejércitos como el estadounidense o el australiano, consiste en emplear estas plataformas no tripuladas como fieles escuderos mientras otros como el Ejército del Aire de España se limitan a drones Predator sin capacidad de ataque ni defensa.

Uno de estos proyectos tiene como protagonista al MQ-28 Ghost Bat que ha desarrollado la estadounidense Boeing junto con la Real Fuerza Aérea Australiana (RAAF, de sus siglas en inglés). El primer vuelo de esta aeronave tan particular ocurrió hace justo un mes tras un periodo de validación de rodadura y operación en tierra firme. El dron despegó por sus propios medios desde la pista y trazó un plan de vuelo precargado a diferentes alturas y velocidades.

Estos drones guardaespaldas serán claves en la aviación militar moderna gracias principalmente a su estrecha conexión con otros drones y con el caza al que protegen. Todo regado con una importante cantidad de inteligencia artificial y planteamientos modulares para realizar todo tipo de misiones.

Murciélago fantasma

El MQ-28 Ghost Bat (Murciélago Fantasma, en su traducción directa al español) es el resultado del programa anteriormente conocido como Boeing Airpower Teaming System, un desarrollo del fabricante aeronáutico estadounidense impulsado con el objetivo de "proporcionar una ventaja disruptiva para las misiones tripuladas y no tripuladas de las fuerzas aliadas", según declaró Kristin Robertson, vicepresidente y manager general del departamento de Sistemas Autónomos de Boeing, en el evento de presentación en 2019.

"Con su capacidad para reconfigurarse rápidamente y realizar diferentes tipos de misiones junto a otras aeronaves, nuestra última incorporación a la cartera de Boeing será realmente un multiplicador de fuerza, ya que protege y proyecta el poder aéreo", prosiguió.

Representación MQ-28 escoltando a un caza

Representación MQ-28 escoltando a un caza Boeing

Debido a la presencia australiana en el programa, el diseño del MQ-28 ha tenido en cuenta las aeronaves que actualmente operan en al RAAF, sirviendo de apoyo tanto para cazas como para otras plataformas de guerra electrónica e inteligencia. Como por ejemplo, con los cazas F-35 o con el avión de guerra electrónica EA-18G Growler que ahora mismo está usando Estados Unidos para revelar posiciones rusas.

Boeing se ha centrado en proporcionar un rendimiento "similar al de un caza" en una aeronave que mide 11,7 metros de longitud y puede mantenerse en el aire durante más de 2.000 millas náuticas (3.700 kilómetros) gracias al empleo de un único motor a reacción. También han anunciado que se encuentran inmersos en el desarrollo de una segunda unidad prototipo que podría levantar el vuelo a finales de este mismo año y la intención de construir una tercera, desconociéndose una fecha aproximada de entrada en servicio.

MQ-28

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El MQ-28 cuenta también con un diseño que le confiere capacidades furtivas que le han muy difícil de detectar a los radares enemigos que se combina con una amplia carta de sensores intercambiables. Según la propia Boeing, está preparado para integrar "paquetes de sensores a bordo para apoyar misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento y guerra electrónica". Así como usar la inteligencia artificial para volar de forma independiente o en apoyo de aeronaves tripuladas mientras se mantienen a una distancia segura de otros aviones cercanos.

Valkyrie y gasolinera aérea

Estos drones guardaespaldas son una de las grandes apuestas de las fuerzas aéreas de los países militarmente más avanzados. Como por ejemplo Estados Unidos, que lleva muchos años impulsando programas de plataformas aéreas no tripuladas interconectadas con otras aeronaves y tiene en sus laboratorios dones como el Valkyrie o el Stingray.

Kratos XQ-58 Valkyrie

Kratos XQ-58 Valkyrie Kratos Omicrono

El XQ-58 Valkyrie está fabricado por la compañía californiana Kratos con el objetivo de desarrollar un dron guardaespaldas capaz de operar junto a los cazas F-22 y F-35. Algo así como una escolta que protegerá a los pilotos que serán capaces de controlar los drones a su alrededor para encomendarles misiones específicas que ejecutarán gracias a la inteligencia artificial. También, en el caso extremo de un ataque, se interpondrán entre el misil y el caza tripulado como un escudo.

Otro de los proyectos es el MQ-25 Stingray, un dron gasolinera que ya ha realizado algunos ensayos reabasteciendo a cazas F-18 en pleno vuelo. Tiene previsto entrar en servicio para el año 2024 y es capaz de mantener un vuelo sostenido durante 6 horas seguidas a 9.000 metros de altura.

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