Asistentes al curso de orientación a bordo del avión de Zero-G

Asistentes al curso de orientación a bordo del avión de Zero-G Orbite

Tecnología Aviación

El campamento espacial de millonarios: fin de semana con vuelo en ingravidez por 30.000 dólares

La compañía francoamericana Orbite ofrece una experiencia de orientación para astronautas que incluye un vuelo con ingravidez y menú de estella Michelín.

27 octubre, 2021 04:00

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Aunque los recientes lanzamientos que se han podido ver desde España puedan indicar lo contrario, los vuelos a bordo de las cápsulas espaciales siguen siendo todo un reto tecnológico. Tanto es así que se necesita de un equipo de ingenieros y técnicos monitorizando cada parámetro y, aún así, el riesgo sigue presente.

Porque todavía queda mucho para la normalización de los vuelos espaciales. Más todavía cuando tienen un fin turístico y a bordo no se encuentran astronautas profesionales sino prácticamente cualquier persona capaz de pagar el boleto. Entre quedarse en tierra firme y viajar a bordo de la New Shepard de Blue Origin a más de 100 kilómetros de altura hay alternativas. Menos costosas y también menos radicales.

Una de esas compañías es Orbite, que cuenta con sucursales en Orlando (Florida) y Pyla-sur-Mer, cerca de la ciudad francesa de Burdeos. Hace tan solo unos meses anunció su primer "programa espacial" que consiste en unos cursos de orientación para astronautas. "Una guía para vuelos espaciales suborbitales y orbitales". Algo así como una primera aproximación a la experiencia gravedad cero.

Millonarios en ingravidez

En el programa de Orbite se encuentra toda una experiencia de altos vuelos que va más allá de las clases teóricas que se esperan de un curso de orientación. Desde vuelos en microgravedad a otras pruebas donde experimentar las fuerzas G que deben soportar los astronautas -los de verdad- en pleno despegue.

Avión adaptado para la gravedad cero

Avión adaptado para la gravedad cero Orbite

"La década de los 2020 es la década de los vuelos espaciales comerciales", apuntó Jason Andrews, cofundador de Orbite y fundador de otras tres compañías relacionadas con la industra espacial comercial. "Orbite servirá a la próxima generación de exploraciones espaciales".

Este tipo de escuelas para astronautas crecen al calor de los diferentes programas espaciales comerciales que lideran SpaceX, Blue Origin y Virgin Galactic. Cada uno con una filosofía muy particular y que tan solo conforman la antesala de todo lo que está por venir con hoteles en órbita y estaciones espaciales privadas incluido.

"Nuestra orientación a los astronautas tiene como objetivo ampliar la comprensión de las personas sobre las ofertas de vuelos espaciales a corto plazo y ayudar a guiarlos a medida que consideran oportunidades futuras de vuelos espaciales", prosigue Andrews. Y todo ello en un fin de semana.

El primer día de campamento espacial se dedica a la introducción a los diferentes vehículos espaciales existentes junto con el análisis de los diferentes destinos. Todo ello aderezado con experiencias en realidad virtual. A día de hoy, tan solo las 3 compañías mencionadas antes han realizado vuelos turísticos y la lista de 'destinos' se reduce a dos: viaje de unos minutos experimentando ingravidez (Blue Origin y Virgin Galactic) o viaje de unos días orbitando la Tierra (SpaceX).

Ingravidez dentro del avión

Ingravidez dentro del avión Orbite

El plan para el segundo día del campamento consiste en volar a bordo de un Airbus A310 -cuando el curso es en Francia- convenientemente modificado. En lugar de asientos, en la cabina de pasajeros se ha creado una sala diáfana donde los potenciales astronautas experimentan ingravidez. No lo hacen surcando los cielos a decenas de kilómetros de altitud sino que consiguen la sensación con maniobras parabólicas realizadas por el piloto.

De esta forma, se puede sentir durante los pocos segundos que dura la parábola una sensación parecida a lo que experimentó el propio Jeff Bezos en julio cuando probó su propia nave New Shepard. O aproximarse a la práctica ingravidez con la que conviven en la Estación Espacial Internacional.

Avión de acrobacias donde se experimenta la fuerza G

Avión de acrobacias donde se experimenta la fuerza G Orbite

El último día de campamento, los asistentes se someten a un "vuelo de alta gravedad" (con diferentes magnitudes de fuerza G actuando en el cuerpo) dentro de un avión acrobático. Como preparación de lo que un día será un lanzamiento espacial real. El precio, que incluye una comida elaborada por un chef de estrella Michelín y un diploma, es de 30.000 dólares.

Un montante que se queda muy lejos de los 250.000 dólares que Virgin Galactic pide a sus potenciales clientes -que no llegan a ser considerados astronautas- tras demostrar que su sistema de lanzamiento funciona. Antes, el precio por boleto se situaba en 200.000 dólares. Y, según la compañía, tienen lista de espera.

Alternativa 'barata'

Para los vuelos en Estados Unidos, Orbite utiliza la aeronave de Zero-G para realizar la experiencia de vuelo con microingravidez. Esta segunda compañía es una de las principales del país norteamericano en ofrecer este tipo de experiencias, aunque su filosofía es bien distinta. La principal diferencia es que Zero-G no es un campamento donde explican a los asistentes las diferentes opciones de vuelos espaciales. Es más un vuelo de una mañana.

Con una duración de 5 horas, los vuelos de Zero-G se llevan a cabo de un Boeing 727 adaptado y cuyo interior es muy similar al Airbus A310 de la otra compañía. El plan de vuelo consiste en un ascenso a 45º desde los 7.300 metros hasta los 9.700 experimentando 1,8 G, aproximadamente la mitad respecto al lanzamiento con un cohete.

Ingravidez

Ingravidez Zero-G

Una vez en la altitud máxima, el piloto realiza un total de 15 parábolas, según lo indican en la página web, y durante unos 20 o 30 segundos por parábola se experimenta cierto grado de ingravidez. La compañía anuncia que proporciona 3 tipos diferentes de escenarios a bordo: experimentar la gravedad de la Luna, la de Marte y, por último, la gravedad cero que hace honor a su propio nombre.

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