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Tecnología

En el siglo de los robots estamos enseñando a nuestros hijos a ser robots

Los robots apuestan por sustituir la gran mayoría de trabajos que se nos ocurran. Pero nosotros seguimos enseñando a nuestros hijos como si fuesen robots.

15 febrero, 2017 22:08

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Los robots apuestan por sustituir la gran mayoría de trabajos que se nos ocurran, y ya están cerca de hacerlo. Pero, mientras, nosotros seguimos enseñando a nuestros hijos como si fuesen robots.

El futuro del trabajo pasa por los robots. Y es innegable que estos van a sustituir una gran cantidad de puestos de trabajo. Mucho se ha hablado de ello: qué trabajos serán sustituidos primero, cuales tardarán más o será imposible, e incluso si necesitaremos una renta por esto. Pero poco se está hablando de un aspecto igual de vital: la educación.

Niños, niños, ¿futuro, futuro?

maquina-escribir-ninos

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George Monbiot, columnista en The Guardian, es tajante en este sentido. “Estamos enseñando a nuestros hijos a ser redundantes”, titula su columna sobre este tema. En ella afirma que nuestras escuelas están preparadas para dar la fuerza de trabajo necesitada para la revolución industrial. Lugares donde la colaboración o el pensamiento crítico no tienen ninguna cabida.

Por supuesto, esto nos remonta al siglo XIX, aquella era en la que las fábricas necesitaban mano de obra. Aquellas fábricas tenían trabajadores que se sentaban y hacían una tarea repetitiva, una y otra y otra vez. Es más, el pensamiento crítico y la creatividad es lo que pretendían evitar. Por aquel entonces pretendían que sus trabajadores fuesen meras máquinas. Así que la educación se adaptó a esta necesidad.

Eso explica cosas como la disciplina y el orden que se emplea en la educación actual: los niños tienen que ser obedientes ante el profesor, o se enfrentan a un castigo. Tenemos a niños activos y con imaginación forzados a sentarse y tragar, malgastando toda esa energía y ganas de aprender. Y, cuanto menos autonomía se les da a los profesores para enseñar, más les culpamos a ellos del problema.

Monbiot también afirma que, cuando se permite aplicar la creatividad y la curiosidad en las clases, los niños adoran aprender. Como ejemplo pone el acto de caminar, hablar y jugar, cosas que hacen viéndolas, a prueba y error. “Cuando llegan al colegio, matamos ese instinto haciendo que se sienten, forzándoles a tragar hechos inertes y quitándoles la vida”.

¿La educación está preparada para el futuro?

clases_con_chromebooks

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Existen ciertas escuelas y países que consiguen educar de manera diferente, pero la realidad en general es diferente. Nos encontramos con sistemas que se basan por completo en los resultados de los exámenes. Profesores que sólo nos enseñan a aprobar el examen, no a adquirir conocimientos nuevos. Los mejores estudiantes son los que mejor nota sacan, y las mejores escuelas son las que mejores notas tienen entre sus estudiantes.

Ante la llegada de la robotización, todos los trabajos mecánicos y repetitivos van a desaparecer por completo. Taxistas y chóferes, cadenas de montaje, cajeros de supermercado… está empezando por los que consideramos como “trabajos menos cualificados”, pero todo lo que se pueda automatizar terminará siendo automatizado. Nuestros hijos necesitarán toda su creatividad e ingenio para avanzar, ¿pero que ocurre si nos estamos olvidando de eso?

ia-empresa-menos-recursos

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Pero ojo, los robots sólo son una cara de la moneda. Poco se habla de lo que afectará la inteligencia artificial. Porque las máquinas podrán procesar la misma información que nuestros cerebros en 2030, según Mic. Y de ahí en adelante nos superarán. Y eso es una amenaza aún mayor: ¿qué ocurrirá cuando las máquinas sean infinitamente más fiables y efectivas que los humanos al tomar decisiones, quién tendrá de verdad el control? ¿Qué haremos si algo va mal? Quizás por eso Elon Musk y Stephen Hawking, entre otros, ven un peligro en la inteligencia artificial.

Lo cierto es que tampoco es un problema con solución sencilla. Dejar que los niños aprendan por instinto es bueno, pero es imposible que adquieran todos los conocimientos que necesitarán de esta forma.

Es necesaria una balanza entre darles libertad para que aprendan por sí solos, y enseñarles de primera mano lo que necesitarán. ¿Pero cómo la vamos a conseguir si estamos lejos de ponemos de acuerdo en materia de educación?