Un aficionado ha demostrado que crear un USB Killer casero es relativamente fácil si sabes lo que estás haciendo.

Lo volveremos a repetir: no enchufes dispositivos USB que no sabes de dónde vienen.

Nunca de fíes de un USB extraño

Parece algo estúpido, pero si lo tenemos que repetir es por algo. Este método es uno de los más populares en la red, ya sea para entrar en sistemas ajenos o para destruirlos completamente.

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En el segundo caso, uno de los proyectos más populares se llama USB Killer, capaz de freír los circuitos de la mayoría de ordenadores. Pero para qué gastarte los 49 dólares más envío que cuesta si puedes crearlo tú mismo.

El youtuber Thomas Kim ha pensado eso mismo. El resultado ha sido algo parecido a una memoria USB, y digo parecido porque es evidente que es algo más.

Conseguir un aspecto menos sospechoso no debería ser difícil (tal vez usando la carcasa de una memoria USB); lo importante es lo que está en el interior.

Crear un USB Killer casero es más fácil de lo que parece

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Este USB Killer casero se aprovecha de que un puerto USB no sólo puede aportar energía, sino también recibirla. Si el ordenador no tiene alguna medida contra ello (la mayoría no lo tienen), la placa base morirá al recibir esa energía.

El USB Killer casero está compuesto de un circuito sacado del flash de una cámara y una pila AA. De hecho, en el vídeo podemos escuchar el flash cuando el USB es activado.

Pero en vez de usar la pila para encender el flash, cuando lo activamos 300V son forzados por la conexión USB.

Como veis, este USB Killer casero no sirve para mucho más que no sea provocar destrucción por donde vayamos.

Claro, que puede resultar útil si queremos deshacernos de un sistema rápidamente, aunque aún tendríamos que tratar los discos duros y probablemente la memoria por separado.