graham

graham

Tecnología

Así sería el hombre si hubiese evolucionado para sobrevivir a los accidentes de tráfico

Graham es un prototipo de cómo sería el ser humano si hubiese evolucionado para resistir los accidentes de tráfico y su objetivo es remover conciencias.

23 julio, 2016 12:02

Noticias relacionadas

La evolución selecciona ciertos caracteres resultantes de mutaciones de modo que cada especie añadirá los que aumenten su supervivencia y eliminará los que la dificulten.

Sin embargo, no debemos olvidar que seguimos sin ser máquinas perfectas y que estamos expuestos a un gran número de peligros para los que no estamos ni remotamente preparados.

Un gran ejemplo es el de los accidentes de tráfico y así lo ha querido demostrar la Comisión de Accidentes de Transporte australiana, que con ayuda de una escultora, un ingeniero experto en seguridad vial y un cirujano especializado en traumatología ha diseñado un prototipo de cómo sería el ser humano si hubiese evolucionado para sobrevivir a este tipo de accidentes. Y, lamentablemente, no tiene nada que ver con nosotros; así que, por lo demás, sobran las explicaciones.

Graham, el “hombre” capaz de resistir los accidentes de tráfico

accidentes de trafico

accidentes de trafico

Los responsables de la creación de Graham han sido la escultora Patricia Piccinini, el cirujano Christian Kenfield y el ingeniero David Logan, todos ellos contratados por la Comisión de Accidentes de Transporte australiana.

Se trata de un prototipo de lo que sería el ser humano si su cuerpo hubiese evolucionado para sobrevivir a los accidentes de tráfico y su objetivo no es otro que concienciar a la población de lo vulnerables que somos ante este tipo de situaciones; pues, como veremos, cualquier parecido entre cualquiera de nosotros y Graham es prácticamente imposible de encontrar. Y es que entre algunos de sus atributos más curiosos podemos encontrar los siguientes:

  • Una cabeza extremadamente grande, capaz de proteger al cerebro de posibles contusiones.
  • Una cara muy plana con una gran cantidad de grasa, de modo que se evitan fracturas en la nariz.
  • Pies fuertes con rodillas flexibles y dotadas de una capacidad de giro que le permitiría saltar rápidamente fuera de la situación de peligro.
  • Ausencia de cuello para no tener que lidiar con fracturas de la espina cervical.
  • Costillas gruesas y una gran cantidad de pechos capaces de absorber el impacto como si de airbags incorporados en el propio cuerpo se tratara.

Posiblemente, si varias mutaciones hubiesen dado lugar a un hombre así la evolución no lo hubiese seleccionado, no sólo porque no bastaría con un caso, sino también porque aumentaría su supervivencia frente a los accidentes de tráfico, pero en el resto de ámbitos de su día a día se encontraría con más desventajas que ventajas. Sin embargo, hay que reconocer que sirve como lección para enseñarnos nuestra vulnerabilidad y, ¿quién sabe? Quizás consiga remover algunas conciencias, dando por superado el objetivo de sus creadores. De todos modos, lo que está claro es que la única característica que nos permitirá sobrevivir a la mayoría de los accidentes de tráfico es el sentido común, así que deberíamos usarlo mucho más de lo que lo usamos.