El programa de reinserción de ex-convictos está al borde de sufrir un giro brusco gracias a los videojuegos.

El aprendizaje es un punto de inflexión en el desarrollo de una persona como individuo, por eso es tan importante poner todos nuestros esfuerzos por conseguir un programa que cubra todos los aspectos importantes. Pese a seguir una fórmula estable y reproducible, el aprendizaje está cambiando de forma muy dinámica, integrando las nuevas técnicas y los nuevos dispositivos para innovar y conseguir un mejor resultado.

No estoy hablando de otra cosa que los videojuegos. Si es que de la crisis surgen las ideas, y eso mismo pensó algún padre cansado de ver a su hijo pasar las 24h frente a un monitor; ¿por qué no hacer de su pasatiempo, su método de aprendizaje? Juegos cómo Minecraft para estimular a los alumnos de arquitectura, Call of Duty para potenciar los sentidos mejorando el tiempo de reacción (aplicable en muchos ámbitos) o MMORPG para estrechar vínculos sociales y combatir la depresión. Lo que no llegaríamos a concebir, es el uso de videojuegos pare reinsertar ex-convictos.

Dead by Daylight el videojuego para reinsertar ex-convictos

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Para el que no lo conozca, Dead by Daylight es un título del género de terror y supervivencia que ha arrasado tras su reciente aparición, encabezando el top de reproducciones en la web de retransmisiones Twitch. Funciona básicamente, entre dos bandos, un asesino que debe  perseguir y cazar al otro, y un segundo formado por 4 supervivientes que tendrán que dar esquinazo al asesino. Para ello, los supervivientes tendrán que activar una serie de generadores que les permitirá accionar las puertas de escape, mientras que el asesino tendrá que rastrear a los superviventes y darles caza.

Aunque el objetivo del juego sea escapar por las puertas de salida, la obtención de puntos nos dará que pensar sobre el uso de este videojuego, cómo terapia o test psicológico para la reinserción. Para haceros una idea general sin entrar mucho en materia del juego, este título te expone a situaciones en las que tienes que decidir por salvar tu propio pellejo, o arriesgarte para rescatar a algún compañero. Ahí surge el primer punto de interés, pues solemos plasmar nuestros intereses personales en esta decisión: la codicia, la inseguridad, la valentía o incluso la estupidez.

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Por otro, se evalúa el trabajo en equipo. Podemos ir casi de la mano con nuestros compañeros, con el fin de acabar el trabajo más rápido pero con el riesgo de ser pillados por algún fallo de otro jugador; si estamos arreglando un generador junto a un compañero acabaremos antes, pero si el falla durante la reparación llamaréis la atención del asesino, poniéndote en peligro.

¿Cazar o sobrevivir?

Caza o supervivencia

No debemos olvidarnos, que la elección de nuestro bando también es otro punto curioso de análisis. Para empezar y aunque pueda sonar redundante, este videojuego es un videojuego, estrictamente hablando, y genera una situación ficticia donde cualquier persona puede interpretar a cualquier bando, sin que la decisión dicte algo malo o bueno de esa persona. Sin embargo, cuándo se trata del estudio del estado mental de un ex-convicto, del éxito de su terapia y de la posibilidad de una reinserción, por ejemplo laboral, esta decisión si llega a ser importante.

Si la persona tras varias partidas sigue eligiendo al asesino como su personaje, podría connotar una actitud violenta y represiva que serviría como alerta para el psicólogo o terapeuta en cuestión. Además, se podría confirmar la actitud con la experiencia en el juego, pues al mismo tiempo que los supervivientes tienen que tomar decisiones, el asesino también se expone a ellas; al cazar a un supervivientes, debe decidir entre asegurar que el superviviente muera o ir a cazar al resto, con el riesgo de poder perder a su víctima.

Hacia un nuevo panorama social

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Una vez planteadas estas ideas, nos toca evaluar: ¿Podría un juego cómo Dead by Daylight sustituir a los test psicológicos y técnicos actuales para la reinserción de ex-convictos?

No hay que ser ningún genio para deducir que la respuesta es un “No” rotundo, y las razones tienen sus propios motivos. El primero de ellos, es bastante lógico, pues mientras los test que se suelen emplear tienen detrás un fondo infinitamente estudiado, para someterse al menor número de errores y con la mayor seguridad y éxito posible, Dead by Daylight tiene detrás un desarrollo enfocado al disfrute del jugador, un atractivo conseguido gracias a la posibilidad de jugar partidas diferentes y todas entretenidas, del que ahora estamos planteando un uso psicológico que no está probado (academicamente), tendría una gran cantidad de vacíos y con un repertorio limitado.

Pero no debemos descartar esta herramienta en el ámbito social, pues Dead by Daylight podría ser un complemento útil a la hora de evaluar si una persona está capacitada para ser reinsertada en el mundo laboral, gracias a sus indicadores del trabajo en equipo.

Darle una oportunidad a los videojuegos como herramienta social, parece cada vez menos un cuento de niños. Recordad que jugar con control y cabeza a los videojuegos tiene grandes recompensas para tu cerebro, y ojo con el abuso:

“Trae a tus amigos a Azeroth, pero no olvides quedar con ellos fuera” Mensaje de World of Warcraft a sus usuarios.