Poder predecir los ataques del asma para aquellos que conviven con la enfermedad a diario sería todo un logro.

En muchas ocasiones es posible tener controlado el asma, igual que puede suceder con otro tipo de enfermedades crónicas como la diabetes o la hipertensión. Sin embargo, hay veces donde por unas razones u otras no somos capaces de tener cierto control, y es cuando hablamos de “ataques de asma”, donde se intensifican los síntomas de la enfermedad.

Por suerte, y gracias a los investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, cuyo estudio se ha publicado en el IEEE Journal of Biomedical and Health Informatics, predecir los ataques del asma con tiempo y actuar en consecuencia sería mucho más fácil gracias a un nuevo wearable.

El wearable capaz de predecir los ataques de asma

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El wearable, que aún se encuentra en fase de prototipo, pretende analizar el entorno del usuario, su frecuencia cardíaca y frecuencia respiratoria, la cantidad de oxígeno en la sangre, impedancia de la piel y las sibilancias en los pulmones con el fin de predecir los ataques de asma y poder prevenirlos a largo plazo. El objetivo a corto plazo es poder estudiar la eficacia de este sistema en grupo de población más grande este mismo verano.

Solo en EE.UU. hay 24 millones de personas con asma, los cuales según su nivel de enfermedad requieren el uso de inhaladores desde una o dos veces a la semana hasta casos donde el inhalador es de uso diario, varias veces al día. Es cierto que estos dispositivos inhaladores han mejorado gratamente con los años y cada vez son más fáciles de usar, pero poder predecir los ataques de asma y actuar en consecuencia y a tiempo es otra historia. Por ello, el sistema HET, que se compone de una pulsera y un parche adherido al pecho busca ayudar en esta tarea.

Un sistema wearable integrado que ayudará a convivir con el asma

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La pulsera de este sistema HET se encarga de medir los factores ambientales, como puede ser analizar los compuestos volátiles o el ozono del aire, además de otros factores como la humedad y la temperatura ambiente. A su vez también tiene sensores que miden el movimiento, la frecuencia cardíaca y la saturación de oxígeno en sangre. Por otro lado también hay un objeto no wearable: Un espirómetro, que usarían los pacientes para medir su función pulmonar.

Los datos de todos los sensores se transmiten de forma inalámbrica a un ordenador, donde se recogerán y se registrarán todos los datos.

Para los creadores de este dispositivo no se trata más que de una integración necesaria de varios sensores, pero de forma usable, con un menor consumo de energía que otros dispositivos existentes. Por desgracia, de momento el sistema HET solo se ha probado en un número limitado de personas como forma de prueba de concepto y demostración de funcionamiento, pero en los próximos meses la intención es probar el sistema con muchos más individuos y compararlos con un grupo control, donde se espera ver la precisión real del dispositivo a largo plazo.