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Hombres musculosos, ¿mejores líderes?

1 marzo, 2016 10:14

No podemos engañarnos: La apariencia sigue teniendo un papel importante en pleno siglo XXI, y así lo demuestran estudios como el recientemente comentado Percepcions of Perfection. Hay cosas que no se escapan a la cultura popular, y que posteriormente la ciencia ha ido investigando para saber las razones por las cuales de producen, como el hecho de que las mujeres con pechos grandes atraen más a los hombres, o que la forma de vestir en el trabajo importa.

En el caso de hoy hablaremos del caso contrario, y es que según un reciente estudio de la Universidad de Berkeley los hombres musculosos parecen ser vistos como mejores líderes.

Hombres musculosos y liderazgo, ¿van de la mano?

Para el estudio, Cameron Anderson y sus colegas de la Escuela de Negocios Haas de la Universidad de Berkeley analizaron tanto la apariencia de “fuerza” como el comportamiento. Y es que, según estos investigadores, dicha percepción de fuerza de los hombres musculosos da cierta ventaja pero no lo es todo: Si el comportamiento no va en consonancia a la apariencia de liderazgo, no vale para nada (y al revés).

Durante su trabajo, Anderson y sus colegas realizaron fotografías a hombres musculosos y hombres más débiles desde las rodillas hacia arriba, los cuales posaron con una camiseta blanca que marcaba sus músculos de hombro, pecho y brazos, y midieron la fuerza muscular mediante un dinamómetro hidráulico. Posteriormente, se reclutó a un grupo de hombres y mujeres para ver las fotos.

Evidentemente había cierta trampa en el asunto: A los participantes que veían las fotos se les dijo que los individuos fotografiados habían sido contratados recientemente por una empresa de consultoría. Se pidió entonces a estos que calificasen a la persona fotografiada según si les despertaba admiración, estima o si creían que tenía posibilidades de subir de puesto. Finalmente, también se les preguntó si creían que serían buenos líderes.

El liderazgo se relaciona con la apariencia de fuerza

Según comenta Anderson, los hombres que parecían físicamente fuertes recibían una sensación de estatus más alto y eran más proclives a ser vistos como líderes, algo que ya se había visto en anteriores estudios.

En un segundo experimento, los investigadores usaron Photoshop y intercambiaron los cuerpos y caras de los hombres musculosos y hombres más débiles. De nuevo, los participantes que veían la cara de un hombre débil en el cuerpo de un hombre musculoso eran más propensos a percibirlos como superiores y con cualidades de liderazgo.

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En un tercer experimento, los investigadores usaron Photoshop para situar a los hombres en tres alineaciones diferentes: De derecha a izquierda, la primera fila era de 2 hombres altos y 2 hombres bajos. La segunda fila era de 2 hombres bajos y 2 hombres altos. La última fila era de 4 hombres de estatura similar.

“Sorprendentemente” (véase la ironía), los hombres más altos también eran percibidos como más fuertes, con mayor estatus, y con mayor capacidad de liderazgo.

La apariencia de fuerza no siempre es ventajosa

Para finalizar, había algún dato sorprendente en el estudio: Los hombres fuertes no siempre eran vistos con buenos ojos.

Según Aaron Lukaszewki, de la Universidad del Estado de Oklahoma y otro de los autores del estudio, si se veía que un hombre fuerte parecía tener comportamiento agresivo hacia otros miembros del grupo, se le concedía un estatus menor que sus homólogos aparentemente menos agresivos.

Por otro lado, esta correlación entre fuerza y liderazgo no se mantenía si las fotografías eran de mujeres fuertes y débiles. Pero no es la primera vez que esto sucede, pues en anteriores estudios ya se sugería que los hombres que están dirigidos por mujeres se sienten “amenazados” respecto a si sus supervisores son hombres. Según dicho estudio los hombres veían a su jefa como una “amenaza a su masculinidad”, y actuaban de forma más agresiva si interactuaban con ella, sobre todo si los asuntos a parlamentar tenían que ver con el salario.

Vía | EurekAlert!

Fuente | NCBI.