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Las 7 cosas que mejorarán si dejas de beber refrescos

12 enero, 2016 20:28

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Los refrescos, o más específicamente, el consumo excesivo de azúcar en general está provocando que suframos muchísimas enfermedades que hace siglos eran o bien desconocidas o bien sufridas por unos pocos. Diabetes, obesidad, demencia e incluso cáncer se han ligado al consumo de azúcar, el cual se ha facilitado por la popularización de los refrescos (cuyos efectos ya os contamos minuto a minuto).

Hoy os hablaremos de las 8 cosas que mejorarán si dejáis de consumir estas azucaradas bebidas.

1. Mejoran las migrañas

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Según un estudio publicado en la European Journal of Clinical Nutrition, la retirada de los refrescos de nuestra dieta puede mejorar e incluso hacer desaparecer las migrañas. Esto se debería a las sustancias químicas que componen los edulcorantes artificiales, como el aspartamo, el cual puede alterar la química cerebral.

De hecho, en otro estudio de 2013 realizado con ratas, se descubrió que el consumo de refrescos azucarados dañaba sus células cerebrales y terminaciones nerviosas del cerebelo (responsable de las habilidades motoras).

2. Las papilas gustativas se vuelven más sensibles

El azúcar contenido en los refrescos altera terriblemente nuestro sentido del gusto, ya que estos edulcorantes artificiales procedentes de los refrescos abruman a nuestro paladar con su impacto dulce. De nuevo, el culpable es el aspartamo, obteniendo el dudoso honor de ser hasta 200 veces más dulce que el azúcar de mesa natural.

Por otro lado, los escáneres cerebrales han demostrado que los refrescos alteran los receptores cerebrales del sabor dulce, prolongando el antojo por dicho sabor, y aumentando la tolerancia (cada vez necesitamos más).

3. Disminución de peso significativa

Por si aún lo dudabas, la causa por la cual no perdías peso es el hecho de mantener los refrescos en tu dieta diaria.

Un reciente estudio de 9 años de seguimiento afirmó que consumir refrescos día a día aumentaba la probabilidad de mantener grasa abdominal. Por otro lado, otro estudio demostró que cada refresco diario incrementaba la probabilidad de acabar padeciendo obesidad en los siguientes diez años hasta un 65%, y otro estudio publicado en Diabetes Care demostró que el consumo de refrescos se asociaba con un aumento de la probabilidad de sufrir síndrome metabólico, obesidad, aumento de la presión arterial, aumento de los triglicéridos en sangre, enfermedad cardiovascular y, como no, diabetes.

4. Fortalecimiento de los huesos

La resistencia ósea también se ve afectada por el consumo de refrescos. En un estudio del pasado año 2014 se demostró que el consumo de refrescos de forma diaria aumentaba el riesgo de fractura de cadera hasta un 14% en mujeres postmenopáusicas; y otro estudio en mujeres de más edad que consumían refrescos de cola demostró relación con una menor densidad mineral ósea en la cadera.

Aún no se ha encontrado la causa-efecto de esto, pero se especula que los refrescos serían los responsables de debilitar los huesos.

5. Cambio de actitud alimentaria

Como bien hemos comentado anteriormente, el consumo de refrescos y de los edulcorantes contenidos en estos alteran de forma específica nuestro cerebro, y esto colabora también en nuestra elección de alimentos: Seremos más proclives a elegir alimentos calóricos, pues los refrescos contienen calorías vacias no saciantes, y nuestro cuerpo tiende a compensarlas con un exceso calórico disponible por otras vías.

Estas malas elecciones se pueden convertir en malos hábitos. Si eliminamos los refrescos, será más fácil eliminar la comida chatarra que los acompaña.

6. Disminuyen las borracheras

Es un hecho indiscutible: Mezclar refrescos con alcohol emborracha más rápido. Cuando mezclamos refrescos y alcohol, el estómago se vacia más rápido que si sólo consumimos refrescos, y esto ocasiona un aumento drástico de concentraciones de alcohol en sangre según un estudio publicado en la American Journal of Medicine. Y si a esto le agregamos cafeína, el resultado puede ser aún peor.

Por otro lado, otro estudio publicado en Alcoholism: Clinical & Experimental Research encontró que los clientes de bar que mezclaban refrescos “light” con alcohol se emborrachaban con más facilidad y frecuencia.

7. Mejorará tu función renal y hepática

Para finalizar, algo que es una obviedad en términos médicos pero que se piensa demasiadas pocas veces: ¿Qué órganos sufren más el metabolismo tanto del azúcar (refrescos) como del alcohol? Pues, como ya imaginaréis, tanto el hígado como el riñón. Aunque no lo son, debemos pensar en estos órganos como meras máquinas que pasan las horas filtrando y convirtiendo nutrientes en energía o en desechos, limpiando toxinas y estabilizando todo nuestro organismo.

Si sobresaturamos a nuestros queridos órganos con refrescos, las consecuencias pueden ser nefastas. De hecho, un estudio de 11 años de seguimiento demostró que las mujeres que bebían 2 o más dosis de refrescos al día duplicaban sus probabilidades de acabar en insuficiencia renal.

Vía | Prevention.