Como ya sabemos, en sexualidad existen gran variedad de prácticas, algunas más conocidas que otras, pero cada una de ellas respetable, mientras no vayan más allá de la legalidad….¡En gustos no hay nada escrito!

En muchas ocasiones escuchamos hablar o leemos sobre ciertos temas que, tal vez, ni siquiera sabíamos que existían, nunca se nos han pasado por la mente o, incluso, algunos no sabemos bien en qué consisten. Por eso hablamos de dos prácticas que cada vez están más de moda, pero no todos conocemos: dogging y cruising.

Dogging

El dogging (o cancaneo en español) es la práctica sexual que consiste en tener sexo en lugares públicos, de forma anónima, sin compromisos, con la presencia de otra gente que observa o incluso se une a la práctica sexual. Suelen darse en lugares como parques, playas, bosques, descampados cercanos a zonas urbanas, baños públicos y áreas de servicio.

Su práctica empezó en los años 70 en el Reino Unido, y es una combinación de exhibicionismo, vouyerismo e, incluso, intercambio de parejas. El término dogging surge debido a que “los mirones” aprovechan para pasear al perro por las zonas donde se practica sexo, así como otra versión que dice adoptar este nombre dada la posición en la que se mantienen relaciones (postura del perrito) debido a la incomodidad de los lugares donde se llevan a cabo.

Este tipo de encuentros se dan entre personas heterosexuales. Habitualmente se planean a través de internet (existen muchas páginas especializadas), acordando así el tipo de práctica que se va a llevar a cabo, el lugar y la hora del encuentro sexual. Existen una serie de normas y señales establecidas que se llevan a cabo para el encuentro, por ejemplo: se llevan a cabo dentro de un coche, si los cristales están tapados la pareja no quiere mirones, si las luces están encendidas significa que se puede ver de cerca, si la ventanilla está bajada además de observar se puede tocar y si la puerta del vehículo está abierta el mirón puede unirse a la pareja y participar en el acto.

Las personas que llevan a cabo este tipo de prácticas lo hacen de forma consentida, para dar rienda suelta a sus fantasías sexuales, no se considera un trastorno ni nada similar, aunque se den prácticas peculiares como exhibicionismo y vouyerismo.

Cruising

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El cruising también es la práctica sexual en lugares públicos, de forma anónima y sin compromisos, pero entre personas homosexuales, habitualmente hombres. Este tipo de práctica es más conocida, ya que existen bares que ofertan este tipo de encuentros, como por ejemplo saunas o bares de ambiente con cuartos oscuros. En los lugares públicos como parques, playas, descampados, etc., también se planean a través de internet e, incluso, algunas personas se acercan a zonas ya conocidas donde se llevan a cabo estas prácticas para “ver que pasa”.

El cruising es una práctica más de la cual se puede disfrutar plenamente, aunque se deben tener en cuenta una serie de consejos que desde diversas asociaciones se recomiendan, si deseamos iniciarnos o llevar a cabo estas prácticas.

Algunos consejos a tener en cuenta son:

• Si es la primera vez, no ir solo.
• Informar a alguna amistad de donde se va a hacer el encuentro o tener el móvil en modo localicación para que puedan conocer nuestra ubicación.
• No es aconsejable llevar a alguien a nuestra casa o a un hotel, así como valorar el riesgo de subirse a un coche o que alguien se suba al nuestro.
• Si nos ofrecen bebidas, que sean en envase cerrado (podrían contener algún tipo de droga).
• Tener cuidado con la información personal que damos sobre nosotros, ya que cualquier situación nos puede hacer vulnerables de agresión.
• Evitar llevar objetos valiosos, ya que pueden producirse robos durante el encuentro.
• Si tenemos dudas, no lo vemos claro o no nos sentimos a gusto, no tenemos por qué continuar adelante, a menudo se dan agresiones en este tipo de encuentros.
• Asegurarnos de no compartir elementos audiovisuales o fotográficos de personas que ejercen estas prácticas, es un delito contra la intimidad si no damos o no nos dan permiso para grabarlo y para difundirlo. Si se difunden puede conllevar penas de entre 2 y 5 años de prisión.

Cualquier persona, sea de la edad, raza o sexo que sea puede llevar a cabo este tipo de prácticas, si le resulta excitante y le apetece. No olvidemos tener en cuenta las recomendaciones mencionadas y, sobre todo, protegernos utilizando el preservativo, ya que llevaremos a cabo prácticas con personas que no conocemos y existe riesgo de contraer alguna ITS.