Tecnología

La comida rápida podría alterar la memoria de tus hijos

27 abril, 2015 18:53

Noticias relacionadas

Poco a poco los nuevos estudios nos van desvelando todos los perjuicios que acompañan a la comida rápida, además del evidente y conocido como es la obesidad y las enfermedades relacionadas con esta (enfermedad cardiovascular o cerebrovascular, cáncer, hipertensión arterial, etc). En su momento supimos que la comida rápida podía causar depresión, e incluso alterar nuestro olfato. Ahora un nuevo estudio realizado en niños añade un perjuicio más: La comida rápida podría alterar la memoria y el tiempo de reacción cognitivo.

La comida rápida en niños, una mala opción

No solo a los niños, sino que a los adultos también nos atraen las comidas altas en grasas como las patatas fritas o hamburguesas, pero su consumo podría disminuir la velocidad de funcionamiento cerebral, al menos según el nuevo estudio a cargo de la Universidad de Illinois, donde se demostró que los niños que comían una dieta alta en grasas saturadas y colesterol reaccionaban a menor velocidad y poseían una memoria de trabajo peor de lo esperado.

Para el estudio, se reclutó a 150 niños de entre 7 y 10 años y se les dio un juego que implicaba un patrón de aprendizaje con formas y colores. El juego estaba diseñado para comprobar su flexibilidad cognitiva, como la capacidad de cambiar la atención, selección de información o la alteración de la estrategia para adaptarlos a las cambiantes demandas de una tarea. Su forma de llevar a cabo el juego se evaluó junto a un diario de alimentos que los niños habían consumido, y que había sido supervisado por un nutricionista.

Así lo comentan los investigadores en su publicación de la revista Appetite:

“La flexibilidad cognitiva es importante porque aúna la capacidad de cambiar las perspectivas en la vida diaria, como por ejemplo ver un problema desde el punto de vista de los demás, o desde otra pespectiva; es decir, consiste en ser suficientemente flexible para adaptarse a las demandas cambiantes o prioridades”

Tras ajustas diferentes variables de confusión, como la edad, el sexo, el nivel socioeconómico, el cociente intelectual, la VO2max (velocidad de consumo de oxígeno corporal durante el ejercicio) y el IMC de los niños, se llegó a la conclusión de que aquellos que consumían dietas altas en grasas saturadas tenían mayores tiempos de reacción durante la ejecución de una tarea que requeriría mayores cantidades de flexibilidad cognitiva.

“Además, el aumento de la ingesta de grasas saturadas y colesterol de la dieta se correlacionaron con mayor coste de conmutación, lo que reflejaría el deterioro de la capacidad para mantener varios conjuntos de tareas en la memoria de trabajo, y una mayor pobreza en la eficiencia de procesos de control cognitivos implicados en el cambio de tareas.

Estos datos son los primeros en indicar que los niños que consumen dietas altas en grasas saturadas y colesterol pueden cambiar la capacidad y flexibilidad de las operaciones cognitivas, especialmente cuando se enfrentan a un mayor desafío cognitivo comprometido”

Vía | Daily Mail.

Fuente | Appetite.