Por regla general, concebimos la soledad como algo aversivo, o algo amenazante. El ser humano al fin y al cabo es un ser que vive en sociedad, porque ello ha mostrado tener amplios beneficios para los miembros de la especie. Sin embargo, en ocasiones es bueno pasar tiempo solo. Todo es una cuestión de medida, ya os habíamos comentado los problemas que la soledad trae en la vejez y la infancia o cómo afecta la soledad al cerebro, pero muchas veces perdemos de vista el polo opuesto: Aquellas personas que no tolerar la soledad, que no saben estar consigo mismas. Y creedme que no son pocas.

Muchas personas lo hacen todo con gente, dependen mucho de los demás o basan sus vidas en lo que les rodea, en encajar y en formar parte de ese colectivo. Pero lo que ocurre es que la persona luego es incapaz de tolerar estar sola o no tener nadie con quien quedar, más que nada porqué jamás ha aprendido a entretenerse a sí misma, a entenderse sola, a controlar su malestar de forma individual. Al final esto puede convertirse en un gran problema. Hoy os vamos a explicar porque puede ser bueno que entrenéis esta habilidad de estar solos (y estarlo bien). En general, veréis que la tolerancia a la soledad y el auto-manejo emocional que implica poder estar solo puede ser un factor protector para muchos problemas psicológicos posteriores. Siempre teniendo en cuenta que hablamos de poder estar solo y no de solamente querer estar solo y no tolerar a los demás, como siempre hay que evitar los extremos.

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Los motivos….

1. Recargar pilas: Estar con otras personas puede ser agotador. Escuchar problemas ajenos, cargarnos de la emotividad que proyectan, dedicar tiempo a otros, mostrarnos alegres aunque no lo estemos, decir lo que es “correcto” y no lo que pensamos. Todo ello produce un desgaste en la persona. Estar solos puede ayudarnos a recargar las pilas para la siguiente ronda social. Para recuperarnos desde la tranquilidad. Siendo un momento solo para nosotros, un momento en el que podemos ser egoístas. La interacción constante con otras personas acaba por desgastar y cansar si es continua. No hay que quemarse.
2. Es el mejor momento para pensar y reflexionar: El mundo hoy en día va muy rápido, muchas veces las cosas pasan sin que hayamos tenido tiempo para mentalizarnos, para pensar o para asimilar lo que ocurre. Cuando no tenemos tiempo vamos en piloto automático, siguiendo siempre el mismo camino. Pero en ocasiones es muy positivo detenerse, mirar alrededor y ver donde estamos, si vamos por el camino correcto, disfrutar de lo que nos rodea. Pensar en lo que nos ocurre, en lo que sentimos. Esa información es vital para alcanzar nuestros objetivos y es una información que se analiza mejor cuando estamos solos y tranquilos.                                                     
3. Es una oportunidad para conocerte a ti mismo mejor y entender lo que de verdad te hace feliz: Por sorprendente que parezca la gente tiene tan poco tiempo para sí misma que cuando le preguntas que le gusta, que cosas le hacen feliz, no saben que contestar, porque no se lo han planteado nunca. ¿Habéis probado preguntarle a una madre por sus hobbies? La mayoría se quedan un poco perplejas por la pregunta y te dicen que no tienen tiempo para hobbies. Lo cierto es que los niños crecerán y los hobbies y los gustos nos conciben como personas, no debemos perder nuestra identidad al adoptar la de “madre”, “esposo”, “trabajador”, “abuelo”, etc… Estos son roles pero no identidades. El trabajo de autoconocimiento es vital para la felicidad, la felicidad que está dentro de ti nadie te la puede quitar. Puedes perder tu trabajo o tus hijos pueden crecer y marcharse de casa, pero lo que hayas construido en tu interior, el aprendizaje sobre ti mismo, eso perdurará y será lo que necesites cuando el resto no esté. Además no estarás bien con los demás si no estás bien contigo mismo.
4. Aumenta tu productividad: Muchas veces los demás nos distraen, o sus objetivos se cruzan y entorpecen los nuestros. En ocasiones estar solo es un buen momento para dedicarnos de lleno a los objetivos personales que tenemos, a ser egoístas y buscar aquello que nos da placer y nos hace felices. Sin distracciones y plenamente concentrados en lo que de verdad deseamos.                                                                       
5. Aumenta tu confianza en ti mismo y tu independencia: Cuando uno está solo aprende a auto-evaluarse, a no depender de la aprobación de los demás, a seguir propios criterios de éxito y fracaso. Cuando estas solo aprendes a tomar decisiones sin ayuda, a valerte por ti mismo, a solucionar los problemas en base a tus propios recursos. Esto es muy valioso, porque créeme que el día que tengas un problema y estés solo, como no lo hayas trabajado de poco te servirá intentarlo. Adquirir todas estas habilidades te hará sentir más valioso, más eficaz y resolutivo, creerás más en ti mismo, confiarás en tus capacidades y todo ello disminuirá tu miedo a intentar cosas nuevas o difíciles y aumentará tu autoestima.
6. Te ayuda a valorar a aquellos que te rodean: A veces dicen que no valoras lo que tienes hasta que lo pierdes, pues es cierto que en ocasiones echar de menos a alguien te hace apreciarle más. Una vez recargadas las pilas, estando bien contigo mismo y habiendo echado de menos a esa persona el tiempo que pases con ella será de mayor calidad y sin duda lo valorarás más. Es cierto que te das cuenta de lo que alguien aporta a tu vida cuando ese alguien ya no está. Y en ocasiones incluso te servirá para ver lo bien que se está sin alguien (personalidades tóxicas) y ver que no necesitas a esa persona en tu vida.

Fuente: TinyBuddha.

Imagen: Wikimedia Commons.