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Descubren que la mantequilla NO es perjudicial para tu salud

11 febrero, 2015 16:49

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Desde que tengo uso de razón, siempre he oído comentarios negativos sobre la mantequilla, advirtiéndome de los peligros que puede ocasionar su consumo para nuestra salud. La mantequilla, o su sustituto la margarina, son populares por su contenido en grasas saturadas e/o insaturadas, relacionadas con enfermedades del corazón y la diabetes. Como consecuencia, hemos adoptado una dieta que evita estos alimentos, centrándonos más en el consumo de carbohidratos y proteínas.

Pero todas estas advertencias, ¿de dónde surgen? ¿cuál es su base? Nos remontamos a 1977, cuándo las autoridades de la salud en los Estados Unidos y Reino Unido, realizan un esfuerzo por prevenir los ataques al corazón y enfermedades cardiovasculares y lanzan un programa de salud pública en el que datan estas recomendaciones.

Recomendaciones que al parecer, no poseen una sólida evidencia, o eso nos cuenta el investigador del St. Luke’s Mid America Heart Insitute,  James J. DiNicolantonio, en su último estudio.

Desmontando el caso de la mantequilla

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Junto a sus compañeros, DiNicolantonio, buscó en la base de datos los estudios en los que versaban estas recomendaciones. Entre ellos, destacó 6 pruebas clínicas de relevancia médica que relacionaban una dieta en grasas, con los niveles de colesterol y los ataques al corazón.

Estas pruebas encontraron que una dieta baja en grasas no reducía el número de muertos por ataques al corazón o cualquier otra causa. Para que os hagáis una idea, el estudio se basó en el análisis estadístico de dos grupos, en el que uno se tomó un límite en el consumo de grasas saturadas de un 10%, y otro en el que no se siguió ninguna indicación, y curiosamente, fue en el primer grupo dónde se registraron más muertes.

Además, encontró que todos estos estudios se habían realizado únicamente en hombres, por lo que extrapolar los resultados a toda la población no es motivo suficiente para realizar una campaña de tal envergadura, ¿no os parece?

Buscando al nuevo culpable

Aunque si se haya podido demostrar que el consumo de grasas saturadas eleva los niveles de colesterol en sangre, los estudios no han logrado demostrar que esto sí influya en el riesgo de padecer un ataque al corazón. Mientras tanto, los expertos en la salud encargados de analizar las recomendaciones propuestas han comenzando a realizar el informe en el que se detalla la discusión de la evidencia de estos estudios.

El debate que está generándose en torno a esta recomendación es motivo suficiente para que analicemos con cuidado los productos que consumimos, pues estamos entrando en una era comercial con atrayentes eslóganes, bajos el calorías, sal, grasas, etc, para al final acabar satisfaciendo nuestras necesidades calóricas diarias con productos basura.

Rahul Bahl, del Royal Berkshire NHS Foundation Trust en Reino Unido, señala que no tenemos que descuidarnos con las grasas, y que con los conocimientos actuales, se podría encontrar alguna relación (de lo que estoy de totalmente acuerdo) entre grasas y ataques al corazón, puesto que existen diversas vías que involucran las grasas en procesos de inflamación, y esta última participa en la aparición de numerosas enfermedades, pero que sin embargo, los carbohidratos comparten el mismo destino, y no debemos descartar su protagonismo en estas enfermedades.

¿Qué debemos hacer?

La mejor forma de acoger estos conocimientos sin meter la pata es consultando nuestro dietista, pues cada persona tiene unas necesidades energéticas diferentes. Mientras no superemos el 30% de la dosis calórica diaría en grasas, no habrá consecuencias negativas para nuestra salud, eso sí, no debemos olvidar de incluir alimentos ricos en fibras, proteínas y antioxidantes, que junto a la práctica de actividad física moderada, nos ayudarán a llevar un ritmo de vida saludable.

Fuente | Webmd