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Descubren un microorganismo que no ha evolucionado en 2.000 millones de años

6 febrero, 2015 19:31

 

El estudio de los organismos y las modificaciones que han sufrido en sus rasgos morfológicos, fisiológicos e incluso sociales a lo largo del tiempo, nos ha permitido establecer el término que conocemos como evolución. El medio en el que habitaban muchas especies da paso a un proceso conocido como selección natural, en el que el organismo que presente las características más idóneas para su supervivencia y reproducción será el que prevalezca.

Este proceso se ha desarrollado en todas las especies conocidas hasta el momento, pero al parecer un grupo internacional de investigadores ha encontrado la excepción: un microorganismo de fondos marinos que no ha evolucionado en más de 2.000 millones de años.

La mitad de la historia de la Tierra sin evolucionar

Los investigadores examinaron un grupo de sulfobacterias, que se habían preservado en la roca en aguas profundas de la costa oeste de Australia. Analizaron esta población, que databa de 1.800 millones de años de antigüedad con una similar con una antigüedad de 2.300 millones. Las características entre ambos grupos eran totalmente indistinguibles, llegando a la conclusión de que esta especie no había evolucionado.

El profesor  de ciencias planetarias, espaciales y terrestres, y director del estudio J. William Schopf, del UCLA College ofreció en su publicación una visión de lo más acertada para este descubrimiento:

Ya que la evolución es un hecho intrínseco de la naturaleza de las especies, la ausencia de evolución debe ser explicada, pues en ella puede residir la clave que rija este proceso.

Los cambios en el medio físico y biológico pueden suponer la evolución de las diferentes especies, por ello, que no se hayan producido cambios en 3.000 millones de años en el medio en el que estos microorganismos habitaban, puede ser la principal razón. Las sulfobacterias que habitaban en este medio estaban perfectamente adaptadas, debido a que el ambiente era bastante simple y estable, contradiciendo así el darwinismo.

“La gran oxidación” y su papel en la evolución

Los fósiles que William analizó, remontan su aparición al periodo que conocemos como “la gran oxidación”, del que los científicos datan de una antigüedad de  2.200 a 2.400 millones de años y que además de suponer un incremento drástico en los niveles de oxígeno en la tierra, aumentó también los niveles de sulfato y nitrato. Curiosamente, estos dos últimos nutrientes eran los que los microorganismos necesitaban para sobrevivir en un ambiente acuático, permitiendo así su extensión.

Esta línea de investigación nos permitirá en un futuro datar precisamente los sucesos que llevaron a la tierra a modificar su ambiente, y cómo los organismos que habitaban en tales periodos pudieron experimentar el proceso evolutivo.

Fuente | PNAS