Paraos a pensar un momento cuantas de las fotografías que habéis tomado en los últimos años las habéis vuelto a ver alguna vez pasados 3 meses desde que la sacasteis. Lo más probable es que la respuesta sea muy pocas o ninguna, esto es, nos guste o no, “culpa” de la fotografía digital.

La fotografía instantánea está de vuelta

Esto era lo que andaba pensando el creador de esta cámara cuando se decidió a crear una cámara DIY (Do it Yourself o “hazlo tu mismo”) de revelado instantáneo, o lo que es lo mismo, que imprime las fotos in situ según las tomamos.

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El objetivo de esta cámara no es sacar unas fotos maravillosas sino conservar un buen recuerdo de lo fotografiado que, al fin y al cabo, es lo que la mayoría de la gente busca al tomar una foto. Fotos en blanco y negro, de 0,8 megapíxeles y con una óptica horrible, sí; pero conservaremos el recuerdo en papel, y veremos las fotos más a menudo que si las tomamos con una cámara digital y se quedan muertas de asco en una memoria SD. Además tendremos unas fotos vintage que serán la delicia de los más hipsters.

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En el vídeo de presentación nos muestran como podemos editar las fotos e incluso aplicar los filtros que tan de moda se han puesto con Instagram; por supuesto, todo de forma manual, algo en lo que muchos encontrarán un hobbie maravilloso. Otra opción muy llamativa es la de imprimir “vídeos”, o mejor dicho, sacar varias fotos seguidas y luego imprimir cada una ellas como si de un fotograma de vídeo se tratase.

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Impresión barata

Muchos diréis “pero para eso ¿por qué no comprar una Polaroid?”. La respuesta es que, mientras en una Polaroid la impresión de cada foto te cuesta 2 euros como mínimo en este caso costará mucho menos por ser fotografías en blanco y negro.

Fuente e instrucciones: ch00ftech