Mientras que Google prepara su coche autónomo y muchos fabricantes del sector trabajan para que nuestros coches puedan llevarnos de un lado a otro con la mínima intervención, los militares tienen que estar viendo estas ideas con cara de aburrimiento. La idea de usar vehículos autónomos para la guerra es bastante vieja por una buena razón: para reducir el número de bajas entre tus soldados. A veces no hay mas remedio que mandar a un pelotón, pero si te las puedes arreglar con un drone o con un robot a cuatro patas, lo intentarás.

A la guerra por su cuenta

Por eso no creo que a nadie le sorprenda saber que los Marines están probando su propio coche inteligente capaz de ir de un lado a otro del campo de batalla sin necesidad de conductor. Se llama GUSS (Ground Unmanned Support Surrogate) y como su nombre indica está diseñado para ofrecer apoyo a las tropas de a pie, tanto para transportar armamento y suministros como para transportar heridos de emergencia. En unas maniobras recientes se grabó el siguiente vídeo que muestra su funcionamiento:

El GUSS no solo es capaz de conducirse solo, sino que también tiene opción de ser pilotado por control remoto; eso sí, por el momento parece apostar por la filosofía “lento pero seguro”, ya que no solo prefiere tomarse las cosas con calma sino que incluso si quisiera apretar el acelerador tampoco podría con una velocidad punta de 8 km/h. Aunque tal vez lo mas llamativo sea su diseño clásico. Está claro que los militares no se molestan demasiado por los diseños futuristas y prefieren uno que funcione y que sea familiar para los soldados como el clásico jeep.