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La mayoría de los delitos cometidos por enfermos mentales no están relacionados con su trastorno

6 junio, 2014 17:34

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Esto hoy en día aun sigue siendo un tema delicado, pero ahora ya hay estudios que lo avalen, como el que comentaremos hoy.

El estudio:

Los datos que analizaremos hoy y que apoyan la idea de que los trastornos mentales no están directamente asociados (en su mayoría) con los delitos ni la violencia nos vienen proporcionados por el Normandale Community College, en Bloomington, Estados Unidos. Este estudio y sus resultados han sido publicados en la revista “Law and Human Behavior”.

El estudio se centra más bien en personas con trastornos mentales graves (o que ellos han considerado graves), como la esquizofrenia (el más frecuentemente identificado popularmente con estas conductas), el trastorno bipolar y la depresión. En concreto analizaron 429 delitos cometidos por 143 delincuentes que presentaban diagnóstico de alguno de estos trastornos.

Se seleccionó a los sujetos por ser antiguos acusados en el Tribunal de Salud de Minneapolis. Estos completaron una entrevista de dos horas sobre su historia criminal y sus problemas de salud mental. Además de esto, los investigadores también analizaron los antecedentes penales de los individuos para ver si se relacionaba el delito con síntomas concretos: Delirios y alucinaciones en la esquizofrenia, impulsividad y conductas de riesgo en el bipolar, desesperanza y conductas de suicidas en el trastorno depresivo. Se evaluaba si estos síntomas contribuían a la causa del delito.

Hay que decir que la mayoría de sujetos eran hombres, la media de edad era de unos 40 años y que el 85% de los participantes presentaban comorbilidad con abuso de sustancias.

Aún así los resultados globales indican que solo un 7´5% de estos delitos estaban directamente relacionados con los síntomas propios de la enfermedad, concretamente, por separado, se correspondían a un 3% de los delitos asociados a síntomas de depresión mayor, un 4% con la esquizofrenia y un 10% con el trastorno bipolar. Y además se observó que dos tercios de ese 7´5% tenían ya antecedentes de actividad criminal anteriores relacionados con otros motivos (pobreza, paro, abuso de sustancias…). Como vemos son porcentajes bajos.

El porcentaje aumentaba hasta un 18% si los síntomas contribuían al delito pero no eran la única causa (esto es muy interesante). Mirándolo de esta manera (los síntomas contribuyen pero no son la única causa) los datos varían, hasta situarse en un 62% los delitos cometidos por bipolares en estas circunstancias, el 23% en el caso de los esquizofrénicos y el 15% en los cuadros depresivos. Vemos que otras causas inciden de manera importante.

¿Entonces porque la gente piensa que son violentos?

Básicamente porque son casos que llaman mucho la atención, son beneficiosos para los medios de comunicación. Lo que ocurre es que se generaliza de casos muy concretos porque en estos casos solo se enfatiza lo negativo, luego al no tener ninguna otra información, otro tipo de ideas, la negativa prevalece. Si sale en el periódico que un esquizofrénico apuñala 10 veces a su suegro porque una voz se lo decía, esto nos va a marcar lo suficiente como para que les tengamos miedo. Pero casi todas las veces, la noticia es parcial. Pero es que, además, nadie publica noticias diciendo:  “esquizofrénico de alta funcionalidad asciende de puesto en su empresa” o “esquizofrénico rescata a perro”. No interesa. Pero que la información positiva no sea oída no quiere decir que no exista. Los medios de comunicación se nutren del miedo de los lectores, todo lo que sea alarmante vende. Lo que no nos dicen es que además esa persona ya era violenta antes, que había dejado de tomar la medicación o que tenía otros trastornos o factores asociados que incidían. O que tal vez una persona sin trastorno podría haber llegado a cometer un delito similar también.

Los medios de comunicación siempre han sido crueles con estos sectores, y, a pesar de que ahora hay muchas campañas de concienciación y se sigue trabajando para desestigmatizarles, las noticias de esta índole siguen proliferando. Pero la culpa no es exclusiva de ellos, ya que nosotros la leemos y dejamos que el prejuicio se instaure, generalizar a poblaciones enteras en base a casos concretos nunca puede ser bueno.

La realidad:

La realidad es que si sale una noticia que dice, “hombre divorciado mata a su ex pareja”, nadie empieza a tenerles miedo a todos los viudos, luego no tiene sentido hacer lo opuesto con los trastornos mentales.

Las personas con trastorno mental mantienen su individualidad, es decir no son todos iguales, ni podemos juzgarles por igual, presentan un mismo trastorno pero este se manifestará de manera algo diferente en cada uno por la incidencia de los rasgos personales individuales. Además lo cierto es que son personas como nosotros, con sus más y sus menos pero son personas luchadoras y con un trayecto de vida algo más complicado que el nuestro, que pueden incluso haber adquirido habilidades de manejo que nosotros no contemplamos. Tener un trastorno mental no implica siempre perder el control, de hecho las terapias y la medicación trabajan para estabilizar a estas personas y darles control sobre sus vidas, para que recuperen la funcionalidad perdida. No es justo que luego la población les niegue todos esos avances por los que han estado trabajando.

Es cierto que puede haber casos difíciles y algún caso de violencia o delitos, pero también los hay en población normal. No debemos alarmarnos por ello.

Los esquizofrénicos pueden ser divertidos, con sentido del humor, pueden ser sociables, pueden ser personas con grandes habilidades. Los depresivos pueden ser personas muy inteligentes, creativas, etc… Pero ¿a que nadie piensa eso cuando oye la palabra “trastorno mental”? Pues es así. Sí, habrá casos muy deteriorados, apáticos, solitarios, pero también los hay opuestos. Los habrá más y menos funcionales, y los habrá con pocos problemas porque manejan bastante bien su enfermedad. En cualquier caso el tenerles miedo proviene del desconocimiento, tememos lo que no conocemos ni entendemos.

Fuente: La Información, La Voz.

Imagen: Flickr.