No pasa una semana sin que tengamos algún problema de patentes en EEUU, una muestra de se trata de un sistema caduco e ineficiente en esta era de alta tecnología. En la actualidad hay abiertos una gran cantidad de juicios de parte de “trolls de las patentes”, compañías que solo existen para comprar patentes y amenazar con ellas a los que realmente las fabrican a menos que les paguen una jugosa cifra; esto provoca que la mayoría de compañías estadounidenses intente patentar cualquier cosa relacionada con su producto para protegerse en el futuro, y eso incluye palabras como “glass” (“cristal, vidrio”).

Glass, ¿un nombre demasiado genérico?

Eso es lo que Google ha intentado patentar, pero la oficina de patentes de EEUU se lo ha negado en primera instancia. La razón principal es obvia: se trata de un término común usado en conversaciones a diario; otras razones son que ya existen productos con “glass” en el nombre (Microsoft Smartglass por ejemplo) y puede provocar confusión. Además, se trata de un nombre descriptivo ( como “coche rojo”), algo que no está permitido patentar.

Google Glass

Google ya ha apelado la decisión en una carta de 1928 páginas (¡!), en la que entre otras cosas dice que no es un nombre descriptivo porque el dispositivo no está hecho de cristal, y que es un nombre que no provoca confusión en el usuario. Si conseguirá convencer a la oficina de patentes dependerá de la persona que analice el caso, ya que en este sentido la oficina es muy variable y no parece seguir una política muy clara. De nuevo, porque está claramente superada por los avances tecnológicos.

Por lo menos la compañía si que ha podido patentar “Google Glass”, así que no debería tener problemas en usar el nombre completo.

Fuente | The Wall Street Journal