Exámenes finales, recuperaciones de parciales, selectividad… Nos encontramos en la primera quincena de junio y si en algo destaca este período, es en que la mayoría de estudiantes se juegan todo el curso en estos días. Por ello -y aunque los cada vez más largos y calurosos días invitan a que ocupemos nuestro tiempo en otros menesteres- estudiar, estudiar y volver a estudiar es casi exclusivamente lo que podemos hacer para concluir con éxito el curso.

Y como tanto estudio, en ocasiones, puede agotarnos anímicamente, muchos son los que optan por utilizar suplementos en busca de un “empujoncito”. Pero como no son pocos los complementos y pastillas comercializadas que, supuestamente, ayudan a aumentar el rendimiento académico, hoy os traemos una breve revisión de algunos de ellos:

Jalea Real:

La jalea real es la sustancia segregada por las abejas para alimentar a las larvas y su consumo en el ser humado se ha relacionado con innumerables efectos beneficiosos entre los que se encuentra la capacidad para aumentar la memoria y reducir la fatiga psíquica y física.

Esta sustancia producida por las abejas cuenta con diversas sustancias interesantes como flavanoides, vitaminas, minerales, glicoproteínas… Sin embargo, podemos tener acceso a estos nutrientes con otros muchos alimentos y con un coste económico mucho menor. Pero la razón de mayor peso para no tener que gastar nuestro dinero en este suplemento, es que la EFSA concluye que no hay relación causa-efecto entre la jalea real y todos las propiedades que se le atribuyen.

Bebidas energéticas:

Un chute de cafeína en vena es a lo que muchos estudiantes recurren para combatir el agotamiento y mantener su concentración y estado de atención al máximo. La cafeína ha demostrado todas esas ventajas y se considera, por tanto, que produce beneficios en el rendimiento cognitivo.

Pero no contentos con ello, a las bebidas energéticas además de cafeína, se les adicionan “mezclas especiales” de ingredientes como taurina, vitamina B12, L-carnitina…
Sin embargo, estas mezclas no funcionan mejor que la cafeína normal, según sugieren los datos de un reciente estudio presentado el pasado 26 de mayo en la reunión anual de la Association for Psychological Science. Por tanto, podemos obtener los beneficios de la cafeína tomando un simple café.

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Guaraná:

Se trata de una planta muy común en Brasil y es ámpliamente conocida por su utilidad como suplemento. Su principal acción es estimulante ya que el fruto de esta planta contiene aproximadamente el doble de cafeína que el presente en los del café. De esta forma, por ser rica en cafeína, tiene interés por su potencial efecto sobre el estado de alerta y la cognición.

De hecho, un estudio publicado en 2007 encontró que el guaraná mejora la memoria secundaria y aumenta el rendimiento y el estado de alerta. Encontrando además, que los resultados sugieren que estos efectos no se deben exclusivamente a su contenido en cafeína.

Ginseng:

El Ginseng (Panax ginseng)se empleaba desde hace tiempo en la medicina tradicional china. Actualmente se utiliza en mayor medida como complemento debido, en gran parte, a su contenido en ginsenósidos que le confieren propiedades estimulantes. Debido a ello, se le han sugerido numerosas propiedades como producto estimulante, revitalizante, mejorador de la fatiga y memoria, antiestrés, afrodisíaco…

Sin embargo, -y aunque esto no quiera decir que no tenga ninguno de los efectos citados- este producto no cuenta con evidencia concluyente de todas estas propiedades.

Suplementos vitamínicos:

Muchas veces se cree que un aporte extra de vitaminas puede ayudarnos a superar situaciones de estrés como el período de exámenes. Sin embargo, tal y como relata Juan Revenga en su blog: “El estrés “mental” no aumenta las necesidades de vitaminas (o minerales), ni las vitaminas se utilizan en su tratamiento, ni tampoco ese estrés mental está causado por el déficit de vitaminas. Es casi seguro que a lo largo de la vida cada uno se enfrente a momentos mejores y peores fruto de las circunstancias, pero la falta de vitaminas no es ni causa ni solución para esas situaciones.”

Además, la utilización de suplementos vitamínicos nunca debería realizarse para compensar una mala alimentación. Por ello, lo más recomendable es mantener una correcta alimentación que asegure un óptimo aporte de nutrientes. Si esto es así, la acción de suplementar con vitaminas se hará redundante.

Fosfatidilserina:

Es un fosfolípido ámpliamente presente en la membrana de las células. Podemos encontrarlo en suplementos como la lecitina de soja y se ha sugerido que su utilización puede potenciar la memoria y evitar el deterioro cognitivo asociado a la edad. Es por ello que muchas personas han recurrido a este suplemento en periodo de exámenes, sin embargo la mayor cantidad de investigaciones han estudiado su efecto en la pérdida de memoria asociada a la edad y no como un coadyudante para “empollar”. Aún así, la Food and Drugs Administration considera que hay poca evidencia científica que demuestre algún beneficio cognitivo.

Concluyendo…

Algunos suplementos parece que podrían aportar ciertos beneficios en nuestra capacidad para estar atentos, prestar atención y estudiar. No obstante, creo firmemente que antes de gastar el dinero en estos suplementos (y al igual que ocurre con los suplementos deportivos) debemos asegurar los sólidos pilares que mantienen estable la base de nuestro rendimiento. Y esos pilares no son otros que:

1. Llevar una buena alimentación que aporte los nutrientes necesarios para el óptimo funcionamiento de nuestro organismo y cerebro.
2. Dormir lo suficiente. Este pilar es, posiblemente, uno de los más importantes y sin embargo uno de los más descuidados por los estudiantes en esta época. Debéis tenerlo bien claro: sacrificar horas de sueño es totalmente contraproducente.
3. Mantener un estilo de vida saludable. Incluso, un pequeño descanso para practicar ejercicio físico puede ser rentable para que nuestras horas de estudio sean más provechosas
4. Mantener un estado motivacional alto.

Si cimentamos bien estos pilares, tenemos mucho ganado para poder estudiar obteniendo un óptimo rendimiento. A partir de ahí, cada uno debe valorar si el binomio coste/beneficio de cualquier suplemento es favorable como para utilizarlo.

Personalmente, de tener que utilizar algún complemento, no me complicaría mucho: café (bueno, beneficioso y barato) o cualquier otra sustancia con cafeína.

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