Hace poco se cumplió el 20 aniversario del envío del primer SMS. Fue enviado el 3 de diciembre de 1992 desde un teléfono Orbitel 901 y su texto era un escueto “Feliz Navidad. Desde entonces se han enviado cientos de mensajes desde dispositivos móviles. Incluso puede que algunos lo hayáis hecho desde una cabina telefónica o un cajero. Esta claro que la mensajería ha cambiado durante todos estos años: el SMS ha tenido su apogeo y se ha diluido ante la mensajería instantánea gratuita. Pues algo semejante ha ocurrido con los teclados desde los que se enviaron, se envían y se enviarán tantos mensajes. Echemos un vistazo a su pedacito de historia.

El teclado T9 o como tener muchos caracteres en sólo 12 botones

Todos conocemos aquellos móviles que existían antes de los Smartphones, con más teclado que pantalla. La mayoría de ellos contaban con unos 15 o 16 botones. El botón de encendido, el botón para subir y bajar el volumen, un botón para llamar, un botón para colgar, a veces uno o dos botones para diferentes acciones y por último los 12 botones que conformaban el teclado alfanumérico. Estas 12 teclas eran los botones del 1 al 10, el asterisco y la almohadilla. Es con estos últimos con los cuales se podía componer un texto, ¿cómo? Asignando varias letras a cada botón. Para acceder a cada una de ellas debía pulsar unas cuantas de veces, lo cual venía determinado por el orden alfabético y el número de letras en cada uno de las teclas. Resulta más difícil de explicar que de entender. Aquellos que ya lo conocéis permitirme una breve explicación para las nuevas generaciones.

Guiándonos por la foto de arriba, si quiseramos escribir la frase: “Feliz Navidad.”, tendríamos que pulsar la siguiente combinación de teclas:

1. 3 veces la tecla 3 para poner la “f”.
2. 2 veces la tecla 3 para poner la “e”.
3. 3 veces la tecla 5 para poner la “l”.
4. 3 veces la tecla 4 para poner la “i”.
5. 4 veces la tecla 9 para poner la “z”
6. Normalmente pulsar el 0 o el 1 para poner un espacio.
7. 2 veces la tecla 6 para poner la “n”.
8. 1 vez en el 2 para poner la “a”.
9. 3 veces en el 8 para poner la “v”.
10. 3 veces en el 4 para poner la “i”.
11. 1 vez en el 3 para poner la “d”.
12. 1 vez en el 2 para poner de nuevo la “a”.
13. 1 vez en el 3 para poner la “d”.
14. Para acabar de nuevo en el 1 o el 0 para poner el punto final.

Como veis parecía costar mucho esfuerzo (14 pasos para una frase corta), luego, con la práctica, no lo era tanto. Es más había algunos truquitos para acelerar la escritura. Por ejemplo, con el ejemplo anterior, si teníais que escribir dos letras seguidas que estaban en la misma tecla, como es el caso de “fe” en “feliz navidad”, debías esperar un poco tras escribir la “f” para poder pulsar la tecla de nuevo un par de veces y poner la “e”. Ahora bien, podías saltarte ese pequeño tiempo de espera pulsando cualquier otra tecla y borrando. Esto se hacía en el caso de las letras, pero a la hora de poner los números, mantenías pulsada la tecla correspondiente durante unos instantes. Había otra manera de escribir números, más cómoda si tenías que escribir varios seguidos, seguidamente la explico.

Ya hemos visto para que servían las teclas con los números, del 2 al 9 escribían diferentes caracteres y  con el 1 y el 0 se incluían en nuestro texto diferentes signos gramaticales además del espacio. Por suerte, no teníamos que pulsar ilimitadamente en una de estas dos teclas para poner, por ejemplo, un guión bajo. Bastaba con abrir un menú de signos ortográficos que normalmente este se habría pulsado sobre el asterisco o la almohadilla. La razón de que en ocasiones sea tan impreciso es que la manera de poner un espacio, por ejemplo, o de abrir el menú de signos, es que variaba entre modelos. Incluso entre modelos de la misma marca. Si bien hemos hablado sobre que el asterisco o la almohadilla abrían el menú de signos, ¿que acción realizaba la otra tecla?

Su función era cambiar el texto que se estaba escribiendo. Por defecto, la primera letra de una frase se escribía en mayúscula y el resto en minúscula, pulsando una vez, todo el texto se escribía en letra minúscula. Una vez más y el texto pasaba a escribirse todo en mayúsculas. Al pulsar por tercera vez, tan solo podían escribirse números y, por último, pulsando de nuevo volvíamos a la primera opción. Como veis, a pesar de que las no había demasiadas teclas, el teclado era bastante completo. Y aún falta algo. Manteniendo pulsada la tecla para el cambio entre números, minúsculas o mayúsculas, se activaba un corrector ortográfico. Apenas habías escrito un par de letras intentaba predecirte la palabra que iba a escribir y corregía algunos errores gramaticales. Recuerdo que era francamente útil, pero casi nadie lo utilizaba.

Dado que el texto para los SMS era bastante limitado, 140 caracteres para el primer mensaje que luego se iban reduciendo (120 en el segundo) y estos costaban algunos céntimos, se ahorraba todo el texto que se pudiera para incluir la máxima cantidad de información posible (si era necesario). Esto hacía que las palabras se recortaran a limites insospechados y a veces resultaba bastante ilegible. Siguiendo con el ejemplo de la frase anterior, “feliz navidad” quedaría más o menos así: “flz navidd”. En dos palabras ya nos hemos conseguido ahorrar 3 caracteres. imaginad ahora que este acortamiento se produce durante todo un mensaje. El resultado es incluir dos o tres frases más y que entendamos algunas palabras más por el contexto que por como están escritas.

Quizás en la actualidad, con todas las facilidades que tenemos para escribir, toda esta parafernalia nos resultaría incomoda. Pero hace algunos años casi todos los que mandábamos mensajes regularmente habíamos alcanzado un nivel de rapidez en la escritura y habilidad para acortar palabras bastante notable. Es más, existían concursos para designar al más rápido escribiendo mensajes o, otro orden de cosas, la habilidad para escribir microrrelatos en tan solo 140 caracteres.

Teclado Qwerty

Teclado Táctil

Más recientemente se han popularizado los teclados completos táctiles. Estos teclados permanecen escondidos en la pantalla de nuestro móvil y aparecen cuando pulsamos sobre un campo de texto. Esta nueva forma de teclear resulta cómoda una vez te has acostumbrado, además, permite tener pantallas más grandes sin el exceso de volumen y de peso en nuestro terminal que un teclado Qwerty de Hardware.

La pega reside en que determinados modelos poseen unas pantallas bastante pequeñas, por lo que escribir se convierte en toda una hazaña con unas teclas tan pequeñas. Ahora bien, siempre podemos poner el móvil en panorámico para verlas mucho más grandes, aunque la pantalla sera ocupada totalmente por el texto que escribimos y el teclado. Es decir, si estamos mandando un mensaje instantáneo a alguien, no podremos ver la conversación mientras escribimos, lo cual, en ocasiones, es un problema.

Dictado de voz

Quizás no sea un método de escritura al uso, pero desde luego, con el dictado de voz, se pueden escribir mensajes. ¿Cómo?, muy sencillo. Tu teléfono tiene que tener descargado un programa de reconocimiento de voz. De esta manera, el terminal podrá “entender” lo que dices y transcribirlo a texto. Es cierto que esta característica aún no esta del todo perfeccionada, pero con el tiempo nuestro móviles no solo podrán transcribir nuestra voz a texto, si no que podrán ejecutar casi todas las tareas que le pidamos e incluso responder a cualquier pregunta.

Teclado con escritura deslizante

Hace muy poquito tiempo, apenas un par de años, se produjo una pequeña revolución en el mundo de las escritura en dispositivos móviles. Se trata de la escritura deslizante. Una gran forma de aprovechar las ventajas de tener una pantalla táctil. El dedo se sitúa en la letra por la cual comienza la palabra que quieras escribir y deslizas el dedo por las demás letras de la palabra, cuando acabas, quitas el dedo de la pantalla e inicias de nuevo el mismo proceso para escribir la siguiente palabra, el espacio aparecerá automáticamente cuando quites el dedo.

Es cierto que conlleva un poco de práctica, pero no es difícil acostumbrarse y aumentará notablemente la velocidad de tu escritura una vez te has acostumbrado a usarlo. Por supuesto, es necesario una aplicación con un sistema para predecir palabras y elegir entre ellas mientras deslizas, algo que no parece demasiado sencillo dada la ingente cantidad de palabras que existen en un idioma.

 

Por si acaso os habéis quedado con ganas de más, aquí tenéis algunas aplicaciones de teclados para vuestro móviles Android:

Swype Web y Swype en la Play Store

Swiftkey

Touchpal Keyboard

Slideit

Thumb Keyboard

Black Bolts Keyboard T9

NumberdPad Keyboard