Jack el destripador es el alias que se le concedió al asesino en serie de entre 5 y 11 prostitutas de barrios pobres de Londres en 1888 (su identidad real sigue aún a día de hoy desconocida). Las estrangulaba, las degollaba y mutilaba sus abdómenes. Pero cómo él ha habido muchos…

Imaginémonos a personajes como los que aparecen en Dexter o Mentes criminales…

¿Que puede llevar a alguien a realizar conductas tan horribles? ¿Que les diferencia de nosotros?

La mayoría de asesinos en serie son psicópatas o victimas de traumas horroríficos durante la infancia o sufren algún tipo de trastorno neurológico o mental grave.

A) Con trastorno mental grave me refiero a Esquizofrenia que puede llevar a creer a la persona que tiene que matar a alguien o cometer un crimen porque “es el elegido” o porque se lo indican las voces que oye (Estos casos son MUY poco frecuentes y demasiado mediatizados, los esquizofrénicos no suelen ser violentos de por si).

También algún tipo de retraso mental que impida comprender los sentimientos de los demás o lo que se esta haciendo podría llevar a hacer cosas llevados por impulsos que debido a su baja capacidad mental no pueden comprender o evitar (estos casos son también MUY escasos).

Estos no serían psicópatas. De hecho presentar un trastorno mental grave como la esquizofrénia o el retraso mental son criterios de exclusión para el diagnóstico de la psicopatía.

B) Con traumas infantiles me refiero a personas que han vivido malos tratos y los repiten de mayores, o que han aprendido a utilizar la violencia como medio para obtener cosas. Personas que intentan vengar traumas infantiles (por ejemplo una mujer que fue violada de joven repetidas veces y de mayor decide vengarse de él, o perseguir a presuntos violadores y mutilarlos)… Como podéis ver esto ha tenido mucha bola en series televisivas, son casos esporádicos y menos frecuentes que otro tipo de crímenes pero por ser tan llamativos los medios de comunicación siempre se han encargado de divulgarlos.

Aquí tampoco hablaríamos de psicópatas pues la psicopatía no aparece de repente sino que debe haber antecedentes desde la infancia-adolescencia y ser algo más generalizado, por lo que un comportamiento reactivo hacía un estímulo en concreto en un adulto no sería psicopatía.

C) Por último tenemos la psicopatía. La psicopatía no sería algo que el entorno provoca en la persona sino más bien una alteración de base con la que seguramente (al menos en parte) la persona nace y es lo que constituye al asesino “verdadero”: Es un trastorno en el que la persona que lo sufre es completamente incapaz de sentir empatía o remordimientos. Ven a las personas como medios a utilizar para obtener fines (ven a las personas como objetos). Solo sienten culpa si infringen sus propios “códigos”. Suelen camuflar sus verdaderos sentimientos pues conocen las convenciones sociales y las utilizan para adaptarse y pasar desadvertidos y manipular a los demás (empatía utilitaria). Poseen un marcado egocentrismo. Actualmente las clasificaciones diagnósticas lo clasifican como trastorno antisocial de la personalidad pudiendo especificar que tipo de síntomas presentan y ubicarlos como trastorno antisocial psicópata.

Es importante saber que un psicópata no tiene porque ser un asesino. Pero un asesino en serie muy probablemente será un psicópata. La mayor parte de psicópatas no cometen delitos, pero sí mienten, manipulan y hacen daño para conseguir sus objetivos.

Aunque se diagnostica la psicopatía como alteración de la personalidad esto no supone impunidad jurídica pues se entiende que estas personas son plenamente conscientes de sus actos y se les atribuye la capacidad de controlar sus conductas (y la probabilidad de repetirlas). En España son imputables a todos los efectos sin que un diagnostico de psicopatía suponga atenuante alguno.

La psicopatía es permanente, no es algo que se pueda “curar”. Se pueden administrar fármacos (antipsicóticos sobre todo) a la persona para reducir su impulsividad y hacer terapia psicológica de rehabilitación (conductual), pero se requiere una alta disciplina y esta claro que una persona que no sufre por lo que hace ni tiene remordimientos no tendrá tampoco interés en cambiar su conducta. No pueden realizar una rehabilitación como otros delincuentes basada en la empatización hacia la victima pues son incapaces de sentir tal cosa, por lo que la terapia se orienta a que vean los beneficios de una buena conducta y la evitación de penas (utilizando de base el propio egoísmo del sujeto).

Algunos autores (Hellman y Blackman (1966)) mencionan signos tempranos que pueden indicar tendencias psicopáticas .Estos son la tríada psicopática: enuresis (mojar la cama), maltrato animal y piromanía (necesidad de provocar incendios o quemar cosas). El DSM-IV menciona que hay rasgos que pueden desaparecer con la edad (hay que tener en cuenta que para el diagnóstico no tienen porque cumplirse todos las características, basta con un mínimo). Pero esta claro que no es lo mismo un antisocial que roba (tal vez más corregible) que uno que ha matado a varias personas (la alteración de base es mucho mayor en grado)

Uniendo y resumiendo las características que definen la psicopatía según dos famosos autores en el área (Hare y Cleckley) podemos decir que un psicópata es: Una persona inteligente y con encanto superficial, que no presenta alteraciones psicóticas (alucinaciones o delirios) ni alteraciones neuróticas o ansiosas. Son personas de naturaleza (no apariencia) antisocial, carecen de empatía y remordimientos. Presentan un juicio deficiente y una incapacidad de amar. Sufren de baja intuición y pobreza en las relaciones personales. Pueden presentar dificultades en seguir un plan de vida (falta de metas realistas a largo plazo) y presentar alteraciones sexuales (vida sexual frívola, promiscua, impersonal e inestable). Tienen una autoestima exagerada (rasgos narcisistas) y se aburren fácilmente. Son crueles y manipuladores. Aunque calculadores hacia sus objetivos pueden también resultar impulsivos (falta de control sobre la conducta). Suelen tener antecedentes de conductas criminales o penales. Siguen un estilo de vida parasitario. Hay historial de problemas de conducta ya desde la infancia (suelen presentar en la adolescencia trastorno disocial de la personalidad que escalará hacía la psicopatía o trastorno antisocial de la personalidad).

Se baraja la idea de una alteración neurológica en psicópatas que explicaría estos comportamientos:

– Alteraciones en el lóbulo prefrontal (se encarga de los razonamientos morales): Se halla inactivo en psicópatas ante estímulos que sugieran empatía hacia terceras personas.

– Baja responsividad cerebral en la identificación de emociones vinculadas a expresiones faciales.

– Conexiones defectuosas entre la parte del cerebro que lidia con las emociones y la que maneja los impulsos y la toma de decisiones (Instituto de psiquiatría del King’s College de Londres, 2009).

– Un caso excepcional y que puede corroborar los hallazgos anteriores es que las personas que sufren daño cerebral (por golpes, lesiones o tumores, etc…) pueden presentar un trastorno de personalidad adquirido al dañarse ciertas áreas del cerebro. La personalidad psicopática adquirida se observa ante lesiones del área frontal o del córtex cingulado anterior. (Hay otro artículo de Medciencia que explica más en detalle este caso concreto).

¿Entonces esto solo puede ocurrir en personas enfermas?

NO. Como ya hemos dicho una persona “normal” también puede convertirse en asesina, sin embargo es menos probable y es probable que sea un asesinato puntual, con motivación fuerte de base y no tan premeditado. Además el tipo de crimen será diferente. Por ejemplo un padre que venga la muerte de su hijo… Esto no es una psicopatía. O una mujer maltratada que pierde el control después de años de vejaciones y mata a su marido en defensa propia tampoco es un psicópata. Serian casos en los que un trauma afectaría al juicio. El psicópata disfruta con sus actos y suele repetirlos.

Entiéndase que este artículo no justifica ningún tipo de violencia ni los actos cometidos por las personas citadas, simplemente intenta buscar explicaciones al porque alguien puede llegar a comportarse así.