Parece que últimamente la neurociencia esta de moda, o seré yo que me fijo mucho en este tema, quien sabe. La cuestión es que, después de conseguir manipular los sueños de unas ratas, crear robots capaces de huir del peligro como los humanos o descubrir que podemos aprender mientras dormimos, los científicos han ido avanzando, y la última noticia es la siguiente: se pueden crear recuerdos directamente en el cerebro.

Y no hablo de recuerdos normales, como que te digan el nombre de tal persona o tal plaza y tu cerebro lo logre memorizar a corto plazo, no.  Según la publicación de la revista Nature Neuroscience, lo que han logrado estos investigadores  es inducir recuerdos al cerebro, directamente en el tejido cerebral.

Este estudio ha sido publicado por Ben Strowbridge, profesor de neurociencia, fisiología y biofísica, junto a Robert A Hyde, su estudiante, de la Case Western Reserve University School of Medicine’s, donde describen un método para almacenar diferentes tipos de memoria a corto plazo, directamente en tejido cerebral in vitro (concretamente, un trozo de tejido cerebral de rata, para no perder las costumbres en estos experimentos).

En el experimento se describe cómo usan este trozo de tejido de cerebro de ratón para modificar los circuitos cerebrales necesarios y conseguir grabar memoria a corto plazo, la cual sirve para almacenar nombres, lugares o eventos determinados. Son unos circuitos que se encuentran en el hipocampo, un área cerebral encargada de la consolidación de la memoria y el aprendizaje. Se logró que el recuerdo permaneciera durante diez segundos y se pudo registrar esta memoria implantada de forma artificial mediante el trazo de la actividad de las células cerebrales. Así lo describe Hyde:

“Era el tipo de actividad que se desencadena en el cerebro en secciones aisladas, de forma similar a lo que encontraron algunos investigadores al enseñar a realizar tareas a corto plazo de memoria a los monos. Ambos tipos de actividad se relacionaron con la memoria y duraron unos 5 – 10 segundos”

Seguramente os preguntaréis que objetivo se perseguía con esta investigación, ya que no podremos hacer mucho con un trozo de tejido cerebral sin más. Pues bien, el objetivo es llegar a entender mejor como se instauran los recuerdos a corto plazo en el cerebro, es decir, conocer mejor el funcionamiento de nuestra memoria. Como bien dice el Dr. Strowbridge:

“Es la primera vez que alguien ha conseguido almacenar información de varios segundos sobre dos secuencias temporales y patrones de estímulo directamente en el tejido cerebral. Esto nos allana el camino para futuras investigaciones, para poder identificar los circuitos específicos del cerebro que nos permiten recordar mejor a corto plazo”

Vía: Nature Neuroscience / Gizmodo.