En Singapur, para hacer frente al coronavirus crearon una aplicación llamada TraceTogether. Su funcionamiento consiste en activar el Bluetooth del smartphone del usuario y registrar todos los smartphones cercanos a un metro del nuestro. Así, Singapur puede rastrear y registrar a personas que no siguieron las recomendaciones sobre distanciamiento social o que se saltaron las cuarentenas.

Europa, contra todo pronóstico, podría estar realizando un proyecto muy similar. Esta propuesta vendría de la mano del Proyecto Pan-Europeo de Registro de Proximidad que Preserve la Privacidad (PEPP-PT), y consistiría de nuevo en una app con un funcionamiento muy similar, tal y como informa CNET.

El caos está en que la app no sería un calco de la versión de Singapur, y llegaría con diversos cambios para evitar implicaciones de seguridad. Por ejemplo, los datos que se recopilarán en esa app se borrarán en caso de que tengan más de 15 días. Tiempo máximo de incubación de la enfermedad.

Una app para combatir al coronavirus

Pantalla de un smartphone. @freestocks en Unsplash

Además del borrado de datos, otro cambio drástico diferenciaría a nuestra versión de la oriunda de Singapur; las personas identificadas mediante este método se identificarían con números anónimos. Los positivos estarían obligados a dar su autorización para que las autoridades santiarias pudieran alertar a los organismos correspondientes. 

Con este permiso, la app activaría un mensaje de aviso en las personas que hayan tenido proximidad con el teléfono de origen (sin revelar identidades) y así advertirles para que tomen precauciones, como lavarse las manos o en casos extremos establecerse en cuarentena.

El mayor escollo al que se enfrentaría esta iniciativa es que, idealmente, todo el mundo debería tener la app instalada y Europa tendría como única opción la concienciación. No obstante, es una opción muchísimo menos intrusiva que las propuestas llevadas en otros países como China.

Smartphone. @frankvex em Unsplash

En el desarrollo de la app estarían involucrados científicos e investigadores europeos para buscar no sólo crear esta app sino que la misma no viole las normas de privacidad características de la UE. 8 países están involucrados junto a 130 académicos, los cuales han trabajado en el código de la misma.

Queda en duda las implicaciones que esta app tendría para la legislación de privacidad europea, ya que un severo rastreo podría contar como vigilancia y ser denunciable por parte de los "afectados". Aunque Europa no es la única entidad que está trabajando en esta app: Reino Unido está trabajando en una app muy similar, que planea lanzar inmediatamente después de que se levante la cuarentena pertinente.

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