Un enorme socavón en Japón ha terminado con parte de una calle completamente hundida.

¿Sabes lo que ocurre cuando en un juego de estrategia urbana decides eliminar una calle? Puedes simplemente hacer click en el menú y en la calle, y desaparecerá como si nada. Pues parece que a alguien se le fue el dedo anoche en Japón.

Todo empezó cuando aparecieron dos agujeros en una calle de Fukuoka, al sur del archipiélago japonés. Inicialmente no parecían ser demasiado importantes, o al menos todo lo importante que puede ser un agujero en el suelo.

Un socavón en Japón provoca el caos

Pero con el paso de las horas la situación empeoró. Los agujeros fueron ampliándose, poco a poco, llevándose consigo el asfalto, las farolas y cualquier otra cosa; afortunadamente por aquel entonces la carretera ya no estaba en uso y no ha habido que lamentar víctimas mortales.

La cosa no terminó ahí, claro. Así, hasta que sólo quedaba un delicado puente de carretera que unía ambas partes; finalmente, esa parte también se derrumbó y sólo quedó un enorme agujero lleno de agua, barro y escombros.

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El agujero mide unos 30 metros de largo y tiene una profundidad de unos 15 metros. Como vemos en algunas imágenes, los cimientos de los edificios contiguos a la carretera han quedado al descubierto.

La situación parece haber quedado bajo control, aunque cientos de hogares aún no tienen luz; además, cinco de las grandes vías de Fukuoka han sido cerradas por precaución. Los edificios cercanos han sido evacuados y se trabaja en evitar su derribo.

Cómo puede aparecer un socavón de la nada

Después de horas de confusión, ya se conoce la causa de este socavón; la ciudad de Fukuoka estaba expandiendo su red de metro durante estas semanas.

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Mientras estaban escavando un túnel a unos 24 metros de profundidad, los trabajadores se dieron cuenta de que estaba entrando agua; aunque sabían que en la zona había aguas subterráneas, habían preparado bombas para ello.

Sin embargo, esto no fue suficiente y finalmente se decidió parar los trabajos y controlar el tráfico en la superficie, hasta que finalmente el suelo empezó a hundirse. Con todo, da la sensación de que podría haber sido mucho peor.