Cuando pensamos en una impresora, automáticamente se nos viene a la mente un aparato de grandes dimensiones.  Ahora, están volviendo a popularizarse las cámaras que al instante imprimen sus fotos, como las de Polaroid. Canon ha querido reaccionar a esta moda lanzando su propia mini-impresora portátil, la Canon Zoemini.

La nueva Canon Zoemini cabe en la palma de la mano

Lo primero que piensa uno al coger esta impresora es lo pequeña que es y lo liviana que se siente en la mano. En este sentido, la Canon Zoemini tiene unas dimensiones de 118 x 82 x 19 mm y un peso de 160 gramos.

Estas características facilitan poder llevarla en un bolsillo o cualquier mochila pequeña; de este modo, el usuario podrá imprimir sus fotos en el momento y lugar que quiera.

El diseño escogido es ideal, algo que a priori parece complicado en una impresora; sin embargo, Canon lo ha logrado en este caso. Zoemini está disponible en tres colores: negro y gris pizarra, blanco y plata y oro rosado y blanco. En mi caso he podido probar el modelo blanco y plata, el más bonito a mi parecer.

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Puesta en marcha rápida y sencilla

Esta impresora portátil es muy fácil de utilizar. Lo primero es ponerla a cargar con el cable incluido en el embalaje, después hay que pulsar su botón lateral durante unos segundos hasta que se encienda la luz. En este punto, hay que activar el Bluetooth del dispositivo en el que tengamos las fotos para que queden vinculados.

Para poder utilizarla es necesario descargar e instalar la app “Canon Mini Print”, en la que podremos seleccionar las fotos que queramos imprimir.

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Gran personalización en las fotografías

La app ofrece la posibilidad de personalizar las fotos de numerosas maneras. El usuario podrá cambiar el brillo, el contraste, las tonalidades, voltear la foto, etcétera.

Los amantes de Instagram también estarán encantados, ya que podrán añadir texto a las imágenes y aplicarles numerosos filtros, además de diferentes marcos y emojis. Así, Canon puede presumir de un alto nivel de personalización en su Zoemini y no solo de la faceta de imprimir.

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Impresión limpia y rápida

Zoemini no emplea cartuchos ni tintas, puesto que utiliza la tecnología ZINK. El dispositivo se nutre de un papel térmico especial, del que tendremos 10 unidades en el embalaje original. La ausencia de tinta es un gran punto a favor, imagínense el horror que sería transportar la Zoemini si pudiese llenarlo todo de tinta.

¿Dónde se mete el papel? Esa es la pregunta que me hice al tenerla en mis manos; sin embargo, simplemente hay que empujar la tapa en la dirección de la flecha y se abrirá el compartimento en el que se almacenará el papel.

Desde que se pulsa el botón de imprimir en la app hasta que se imprime la foto apenas pasan unos 20 segundos, un período de tiempo muy aceptable. Durante esos segundos la impresora hace un ruido que no es demasiado fuerte; pero, sorprende debido al pequeño tamaño del dispositivo.

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Fotografías demasiado pequeñas

Igual que hay que admitir la velocidad de impresión, no se puede pasar por alto el tamaño de las fotos. Como es obvio, la impresora no puede hacer fotos muy grandes; pero, Canon podría haberse estirado un poco más y buscar la manera de lograr impresiones de mayor tamaño. Pese a esto, la calidad de las fotos es muy buena.

Otra negativa es la poca cantidad de papel que incluye Zoemini, solo 10 papeles, los justos para probar cómo funciona. Después tendremos que comprar recambios, aunque son bastante económicos.

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Accesorio útil, pero muy caro

Estoy seguro de que muchos amantes de la fotografía estarían encantados de contar con la Zoemini; sin embargo, comprarla supone un palo bastante grande, nada más y nada menos que 169 € en Amazon.

A pesar del precio, Canon Zoemini es un accesorio que puede resultar de gran utilidad a aquellos que deseen imprimir sus fotos al instante. Todo ello teniendo en cuenta su velocidad, ligereza y limpieza. Si eres un enamorado de la fotografía y tu presupuesto te lo permite, la Zoemini podría ser una buena compañera de tu cámara.