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Nanotecnología: pasado, presente y futuro

26 junio, 2011 20:05

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Puede que la palabra “nanotecnología” nos haga pensar que es algo actual, cosa de hace pocos días o incluso del futuro, pero lo cierto es que esta estrategia de llegar a la dimensión más diminuta de una partícula, para jugar con ella, combinarla con otras y obtener un resultado que, por si misma, la madre naturaleza no nos ofrece, es posible y se lleva utilizando desde hace muchísimo tiempo.

Pasado

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Claro ejemplo de esto nos puede remontar al

Otras culturas que hacían uso de estos mecanismos los podemos ver en:

  • En el siglo IV d.C. se usaron por primera vez nanopartículas metálicas de oro para dar color a la Copa Lycurgus: a la luz del día presenta colores verdosos, y cuando es iluminada desde su interior adquiere un color rojizo, como podéis ver en la imagen.
lycurgus

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  • O por ejemplo en la época medieval, donde el color de las vidrieras de las catedrales se conseguía a través del calentamiento y enfriamiento del vidrio, cambiando el tamaño de sus compuestos y por tanto su color.
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Presente

Como hemos visto antes, son varios (hay muchos más) ejemplos en el pasado sobre el uso de las nanopartículas para conseguir propiedades especiales. En la actualidad es un tema en constante evolución y objetivo de estudio, pues puede abrirnos las puertas a muchas cosas: alimentos, medicinas, infraestructuras, e incluso arte.
nano-alimentos

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Según

El Director del Nanocentro de la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica, Jeroen Lammertyn, estima que en los supermercados circulan alrededor de 500 productos que contienen nanopartículas.

Futuro

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Comentaba antes el uso de estas minúsculas partículas en los alimentos, son numerosas las industrias que estáninvestigando esto de cara al futuro y ofrecernos productos como: chicles en los que dure el sabor independientemente del tiempo que estén en nuestra boca, mayonesas y helados de bajo contenido calórico pero conservando el mismo sabor, refrescos, yogures

Los campos en los que se piensa que salpicará y invade esta ciencia son en torno a:

  • Almacenamiento, producción y conversión de energía.
  • Armamento y sistemas de defensa.
  • Producción agrícola.
  • Tratamiento y remediación de aguas.
  • Diagnóstico y cribaje de enfermedades.
  • Sistemas de administración de fármacos.
  • Procesamiento de alimentos.
  • Remediación de la contaminación atmosférica.
  • Construcción.
  • Monitorización de la salud.
  • Detección y control de plagas.
  • Control de desnutrición en lugares pobres
  • Informática.
  • Alimentos transgénicos

Sin duda en el campo donde más esperanzas se tienen es en el de la medicina, pues podría solucionar o curar muchas de las enfermedades que a día de hoy no existe cura… pero nos topamos con la ética: ¿qué beneficios puede aportar algo que cura enfermedades pero sin llegar a saber,  a ciencia cierta, lo que pueda pasar mañana?

Está bastante claro que la nanotecnología es la ciencia del futuro, y que probablemente, mediante rigurosas leyes y controles, esté presente en todo nuestro entorno el día de mañana, pero sigue presentando un problema de salud, dado que se desconocen sus efectos. Al igual que nuestros antepasados recurrían al método de ensayo y error para conseguir sus objetivos, en la actualidad debemos ser más cautos, reflejo de esos posibles problemas los tenemos en las bombas nucleares con sus posibilidades y repercusiones sociales a nivel mundial.

bomba-nuclear

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Es pues, que aunque su uso en la medicina, conocido como nanomedicina, se aplique con el fin de obtener curas y mejorar la salud del ser humano, que los  nanorobots en los que estaría basado todo esto no se llegue a tener un control total. Hablamos de la autoreplicación: en la actualidad no se han aplicado estos pequeños robots, pero a lo que más se le teme es a que puedan sobrevivir por sí sólos e incluso reproducirse. La manera de evitar esto es cortarles las alas con energías que no estén presentes, en abundancia, en la naturaleza, como indica Ralph Merckle en la primera conferencia de nanotecnologia del Instituto Foresigh: “Para prevenir esto al nanorobot en la fabrica se le tiene que abastecer siempre de suficiente energía y partes, ya que de lo contrario como sucede con las bacterias el nanorobot podría sintetizar sus propias partes lo cual sería muy peligroso“.

Está visto que pese a sus grandes posibilidades, hay que llevar bastante cuidado con su uso: cualquier error puede alterar a éstos pequeños, escapar al control de los seres humanos y representar un gran problema de salud pública, peor que los virus o incluso cualquier otra bomba nuclear jamás inventada.

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Lejos de parecer catastrofista, os dejo con un escrito (muy positivo) de la directora de la Fundación OPTI, Ana Morato, con motivo de la presentación del estudio de prospectiva Aplicaciones Industriales de las Nanotecnologías en España en el horizonte de 2020, elaborado por la Fundación Inasmet, con un panel de 500 expertos:

“Un hombre tiene un viaje de trabajo a Fráncfort. Se levanta para desayunar.

Entra en su cocina donde un suelo de cerámica antideslizante y térmica le proporciona seguridad y calor. Abre un yogur cuyo envase tiene unos nanosensores que indican su perfecto estado para el consumo y, además, está fabricado con polímeros biodegradables. Se dirige al aeropuerto con su propio automóvil. Está dotado de unos neumáticos que no resbalan y absorben los impactos.

Conduce tranquilo. Ese coche no emite dióxido de carbono a la atmósfera. Su motor está propulsado por una pila de hidrógeno.

Se sube a un avión un 30 por ciento menos pesado que los actuales, lo que permite reducir el consumo de fuel. Además de ligero, el fuselaje es más resistente. Llega a su cita en una oficina y los materiales de ésta responden a los estímulos del exterior.

No necesita conectar el ordenador: su batería tiene una autonomía de 30 horas, gracias a una pila de metanol. No tiene problemas para guardar los contenidos: su PC dispone de una gran capacidad de almacenamiento. Es la hora de comer.

Se va a un restaurante. El ambiente es gélido en la calle. Aunque no tiene frío.

Lleva un chaquetón compuesto de nanofibras. El tejido es fino pero desprende calor. Y repele la suciedad.

El hombre es diabético. No toma pastillas ni se inyecta insulina: lleva un diminuto dispositivo (tanto que ha atravesado las membranas celulares) integrado que libera esta hormona de forma regular. Esta historia se desarrolla en un día cualquiera del año 2020″

 

Vía | El Mundo | Wikipedia | Hoy Tecnología