Starship en su plataforma de lanzamiento

Starship en su plataforma de lanzamiento SpaceX Omicrono

Aviación y Espacio

La NASA acusa a SpaceX de desarrollar con retraso Starship: busca nuevos socios para volver a pisar la Luna antes que China

El administrador interino de la NASA ha declarado que Trump adelantarse a China durante su mandato, por lo que están abiertos a nuevos contratos.

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La NASA está en plena tormenta: paralizada por el cierre del gobierno de EEUU y acumulando cientos de despidos en las últimas semanas. La situación pone en riesgo importantes misiones de investigación, además de las más mediáticas como el regreso de sus astronautas a la Luna. Todo en un momento en el que China apuesta fuerte por convertirse en el líder de una nueva carrera espacial.

El administrador interino de la NASA, Sean Duffy, refleja esta presión por no quedarse atrás frente al gigante asiático en su última entrevista en televisión el pasado lunes 20 de octubre en Fox News. El también secretario de transporte ha afirmado que SpaceX se ha quedado atrás en sus esfuerzos por desarrollar Starship.

El gigantesco cohete de Elon Musk es el encargado de servir de transporte espacial hasta la Luna en la misión Artemis III, mientras que Blue Origin se encargará de Artemis V, cada una con diferentes necesidades. Hace apenas un mes la NASA disipaba las dudas sobre este programa espacial y aseguraba una posible fecha para Artemis II entre febrero y abril de 2026, cuando usarán el cohete SLS y la nave Orión como en la primera misión, pero esta vez con tripulación.

Sin embargo, en la entrevista Duffy ha reconocido de forma indirecta que el objetivo de aterrizar en la Luna en 2027 no es alcanzable, según ArsTechnica. Como solución, proponen ampliar la competencia para desarrollar un módulo de aterrizaje capaz de transportar astronautas a la Luna desde la órbita lunar y de vuelta.

"El presidente quiere asegurarse que superamos a los chinos", ha dicho el administrador interino. "Quiere lograrlo durante su mandato. Así que estoy en proceso de abrir ese contrato. Creo que veremos a empresas como Blue Origin involucrarse, y quizás otras. Vamos a tener una carrera espacial con las empresas estadounidenses compitiendo para ver quién puede llevarnos de vuelta a la Luna primero”.

El cohete Starship en la plataforma de lanzamiento durante unas pruebas.

El cohete Starship en la plataforma de lanzamiento durante unas pruebas. SpaceX Omicrono

La respuesta de Elon Musk no se ha hecho esperar, a través de su red social X, como es costumbre: "SpaceX avanza a pasos agigantados en comparación con el resto de la industria espacial. Starship acabará realizando toda la misión a la Luna. Recuerden mis palabras". El magnate también ha dicho en otro tuit que "Blue Origin nunca ha enviado una carga útil a la órbita, y mucho menos a la Luna".

Las relaciones entre la administración de Donald Trump e Elon Musk se han ido enfriando desde la salida de este último de su puesto como asesor y al frente de Doge. En los primeros instantes de esa ruptura, Trump amenazó con rescindir los contratos federales que tienen las empresas de Musk, a lo que el magnate respondió también amenazando con desmantelar la nave espacial Dragon.

Desde entonces ha habido cierto acercamiento en otros aspectos, pero parece que la tensión puede volver a incrementarse. El pasado 14 de octubre, Starship realizó un undécimo vuelo de prueba con éxito, abriendo paso a su nuevo diseño, la versión V3, más grande, potente y eficiente. Aún así, los avances en el desarrollo de la nave sí son más lento de lo que se había planteado sobre el papel, siendo uno de los motivos por los que el programa Artemis se ha retrasado más de una vez.

SpaceX obtuvo un contrato de la NASA por 2.900 millones de dólares en abril de 2021 para desarrollar y modificar su ambicioso cohete Starship, que serviría como "sistema de aterrizaje humano" (HLS). Este cohete trabajaría en conjunto con el Sistema de Lanzamiento Espacial de la NASA y la nave espacial Orión para transportar humanos desde la Tierra a la superficie lunar y regresar. Dos años después, Blue Origin, una empresa de cohetes fundada por Jeff Bezos, obtuvo un segundo contrato por 3.400 millones de dólares para desarrollar un segundo módulo de aterrizaje.

Otras empresas del sector habrían ya informado a Duffy de su disponibilidad y la posibilidad de construir un módulo de aterrizaje similar al Módulo Lunar Apolo en un plazo de 30 meses. Lockheed Martin, por ejemplo, ha afirmado a Ars Technica su disponibilidad si la NASA les llama. Amit Kshatriya, administrador asociado de la NASA, estaría también a favor de este enfoque liderado por el gobierno para impulsar la competición entre compañías estadounidenses.