Un satélite sobre el fondo planetario.

Un satélite sobre el fondo planetario. koto_feja Istock

Aviación y Espacio

Los satélites están filtrando los secretos de todo el mundo: desde datos militares a los mensajes de texto y llamadas

Una nueva investigación sobre el escaneo sistemático del tráfico de satélites geoestacionarios logra captar comunicaciones que deberían ser seguras.

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Los satélites que orbitan alrededor de la Tierra se usan principalmente para comunicaciones, observación del planeta, navegación, meteorología e investigación científica; proporcionan datos en tiempo real. Una información que se está filtrando, según una investigación.

Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Maryland y la Universidad de California en San Diego, ambas en Estados Unidos, ha revelado que los servicios de Internet por satélite usaban transmisiones sin cifrar que podrían interceptarse fácilmente con un equipo valorado en 800 dólares (688 euros al cambio).

La investigación, titulada 'Don't Look Up: There Are Sensitive Internal Links in the Clear on GEO Satellites' ('No mires hacia arriba: hay enlaces internos confidenciales a la vista en los satélites GEO', en castellano) ha desvelado que se puede acceder a las llamadas y mensajes de texto de los usuarios.

No solo eso, sino que también se puede acceder a datos potencialmente confidenciales de transmisiones militares y corporativas. Según el estudio y un informe del medio Wired, los proveedores, entre los que se incluye T-Mobile, ya han hecho cambios para solucionar esta vulnerabilidad.

Aunque han señalado que todavía hay proveedores anónimos que no han solucionado el problema. Los investigadores han asegurado en su estudio que han estado advirtiendo durante el último año a los operadores de satélites sobre los peligros de transmitir datos sin cifrar.

Un satélite de la Constelación Atlántica.

Un satélite de la Constelación Atlántica.

Durante esta investigación, los científicos realizaron el primer análisis del tráfico de internet procedente de 39 satélites en órbita geoestacionaria (GEO) en el oeste de Norteamérica, así como de 411 transpondedores que reciben sus señales.

Para ello construyeron un sistema usando productos de uso cotidiano, como antenas parabólicas de televisión. Durante siete meses, lograron recopilar información no cifrada de los satélites, tales como mensajes de texto, números de teléfono, historial de llamadas e historial de navegación.

También consiguieron identificar datos sin cifrar procedentes de buques militares estadounidenses, del Gobierno de EE.UU. y del Ejército mexicano; como informes administrativos militares sensibles, referencias a ubicaciones de terminales militares y ubicaciones en directo de despliegues y tráfico.

"Apuntamos al cielo con una antena parabólica comercial y llevamos a cabo el estudio público más completo hasta la fecha sobre las comunicaciones por satélite geoestacionario", han señalado los científicos.

Un satélite orbitando la Tierra.

Un satélite orbitando la Tierra. imaginima Istock

"Se está transmitiendo una cantidad sorprendentemente grande de tráfico sensible sin cifrar, incluyendo infraestructuras críticas, comunicaciones internas de empresas y gobiernos, llamadas de voz y SMS de ciudadanos particulares, y tráfico de Internet de consumidores desde redes WiFi y móviles a bordo de aviones", han afirmado.

Los investigadores también han apuntado en su estudio que "la gravedad de nuestros hallazgos sugiere que estas organizaciones no supervisan sistemáticamente la seguridad de sus propios enlaces de comunicación por satélite".

Las conclusiones resultan preocupantes, pues hasta ahora los científicos asumían que interceptar transmisiones satelitales a gran escala era algo únicamente al alcance de organismos equipados con tecnología avanzada y software sofisticado, como las agencias militares o de inteligencia.